EZEQUIEL ZAIDENWERG


ezequiel
Posted by Picasa

*Mencionado por*:

Lucía Dussaut
Alejandro Crotto
Dolores Gil
Juan Diego Incardona


*Menciona a*:

En orden alfabético:

Hernán Bravo Varela
Gabriel Caldirola
Alejandro Crotto
Lucía Dussaut
Daniel Freidemberg
Dolores Gil
Mirta Rosenberg

*Biografía:*

Nací en la Ciudad de Buenos Aires, el 25 de marzo de 1981. No tengo libros
publicados. Administro la bitácora http://zaidenwerg.blogspot.com

*Poética:*

Música, pathos e imaginación verbal.


MARTES
.......................... 31 de diciembre.


Si un acontecimiento fuera un guante, este día dado vuelta
sería un guante dado vuelta.

Un saco amniótico que fue tejido del revés y luego abierto,
los miembros se dan vuelta, de adentro para adentro,
y van girándose hacia afuera como si fuera afuera.

Se mira ahí un metabolismo nuevo, divorciado del cuerpo.

Lejos, flameando en el mantel, la copa llena y el cubierto
ávido, puede hallarse, sí, al estómago
que guarda su dominio atrincherado en la vajilla.

No se entromete lo real, se trata de lo obsceno duplicado,
dispuesto su aforismo en negativo, en negativo.

DOXA

Me quedé y me olvidé de que tenía que haberme quedado,
trabajando, quizás. Y abrí los ojos, grande,
hice una carpa con los codos y el encuentro de las manos.
Puse la cara encima. Esa película abrasiva,
el halo capilar que empieza a titilarme entre las palmas, eso
no puede ser mi gloria. No me glorío en nada
que avise cuando va a manifestarse;
o nunca me glorié, o nunca supe en qué gloriarme,
y cómo. Y estos ojos,
la piel de la nariz, el caracol de los oídos,
el magro vaso de agua de la conciencia, eso,
sólo lo puedo ver cuando me miro en el espejo,
o lo ven los demás sin que yo mire,
o me miro en los otros. Y está bien que así sea,
supongo. ¿Adónde está mi roca,
me pregunto, mi fuerza, mi peñasco, entonces?
Tiene que haber alguna cosa en mí que brille más
allá de mí, o vaya a hacerlo alguna vez, o lo haya hecho,
quizás sin darme cuenta yo. Y se me ocurre algo:
cuando era un embrión, cuando me hicieron,
la bola de epitelio que intentaba, ajena a mí,
actuar la simple forma que era yo, miraba toda para afuera,
un tubo dado vuelta, dado vuelta de nuevo,
con el estómago y el hígado indistintos, y los oídos y la boca:
la misma superficie, un guante solo,
única esponja-flor posada sobre el mismo, único, eje,
fisonomía pura en el abigarrado aire del vientre de mamá.
Debía haber un brillo ahí que se perdió cuando la cara ya formada
se tragó todo el resto, cuando por un pudor que no me dieron a elegir
–¿acaso el artificio le reclama al artífice: "¿por qué me hiciste así?"?–
un resto de esa gracia se ocultó en las sucesivas dimensiones desplegadas,
aquel aumento sordo de espesor y de entidad
que me permitiría ver el mundo como un mundo, luego.
Y ahora estoy pensando en esa parte que quedó indigesta,
y hay algo que me arrastra, una corriente subcutánea o algo
menos solemne acaso, al nombre que me dieron
para darme la fuerza. Taparon con un nombre
irreprochablemente israelita una mitad de mí.
¿Qué era lo que querían, que supiera
que si quería ser más parecido a lo que fuera a ser,
iba a tener que ser distinto de eso?
Mi gracia: un trabalenguas perfectamente hebreo.
¿Acaso se trataba de algo así como un Scrabble de la identidad,
pensaban que a su hijo le darían más puntos en la vida
por tantas zetas y esa cu y la doble ve?
Si había alguna cosa en mí que no era idéntica a sí misma,
¿no era mejor, acaso, hacer visibles las costuras?
Si a fin de cuentas la matriz que me engendró
jamás escuchó hablar, de chica, sobre el ghetto,
ni tuvo que saber qué cosa es el exilio en carne propia
hasta que, bueno, se exilió papá.
Si además, fueron ellos los que me criaron,
los de la parte árabe, del Líbano,
católica, o católica a su modo, que borraron de mi nombre.
Ellos también tenían a su hijo en el exilio:
acaso también él estableció su alianza en el desierto,
y lo llevaron como a Elías. Pero pagó la sangre,
porque era de otro pueblo. Y el sarcoma
le recubrió la espalda como un mapa.
¿Querían que yo fuera su Eliseo, que tomara
las dos terceras partes de su gracia?
Hasta les daba, a veces, por llamarme con su mismo apodo.
Fue demasiado para mí, un árabe imposible;
para un judío errado, un circunciso fraudulento,
que consagró su alianza en el quirófano
con el celoso dios de la fimosis
(me acuerdo lo que era, una campana henchida,
un girasol de agua si orinaba).
Fue demasiado para mí. Pensé que era mejor hacer
como con una herida que quisiera suturarse desde adentro
para dejar la cicatriz cubierta y proteger mejor
la piel. Se me rompió de todos modos. Engordé y se me rajó,
como una copa de cristal muy burdo. Se llenó de estrías,
una retícula delgada, discontinua, sobre el plano vertical
de las axilas a las nalgas, mezcla del diseño
de un árbol genealógico desnudo de su fronda
y el mapa del genoma. ¿A qué o a quién
había que culpar, a la genética, a la frágil epidermis de mamá,
o a aquella fuerza primigenia desatada,
esa dispepsia primordial que haría de la indigestión
la principal de mis pasiones? La respuesta
pugnaba por caer en saco ciego, disfrazada de un confiado
escepticismo sin objeto que, después,
demostraría ser una nesciencia temerosa, replegada
sobre su propia falta: ¿la eludía o solamente
la estaba difiriendo? No sabía que sabía. Y elegí aferrarme
a la intuición, un poco frívola y pueril,
de que mi centro geográfico, mi casa, no podían ser
el fuelle alveolar y el abanico delicado del espíritu.
Y ahora, que me quedo y que me olvido, que clavé
mi tienda con los codos y los brazos, y la cara sumergida
entre las palmas, como un cántaro que cae dado vuelta
y que se quiebra, sin saberlo, al lado de la fuente,
estoy cayendo en una edad en la que necesito
un sustituto digno para el alma:
para ponerme en marcha, y recordar
y recordarme. Un sucedáneo digno de un prosélito
forzoso. Y el asiento de mi amor,
la sede de mi juicio, debe ser, por ende,
ese baluarte hepático, la gloria polvorienta
de mis antepasados, los que no volvieron:
el saco ponderal, la piedra hueca,
la copa sucia en la que se mezclaron.



LO QUE EL AMOR LES HACE A LOS POETAS

no es trágico: es atroz. Les sobreviene
una luctuosa ruina a los poetas que el amor captura,
sin importar su orientación o identidad
poética. El amor lleva al total desastre
de la uniformidad a los poetas gay,
a los poetas pansexuales y bisiestos,
y a las poetas y poetrices feministas, fementidas o veraces;
a los obsesionados con el género
y a los degenerados por igual, y a los perversos polimorfos:
y hasta los fetichistas de los pies
del verso capitulan a las plantas del amor,
que no distingue ideología,
programa ni poética. A los vates de la torre de marfil
los precipita del penthouse ebúrneo
directo a planta baja. A los apóstoles
del Zeitgeist, que proclaman sin empacho que la lírica está muerta,
les permite insistir en el error
y en sus prolijas parrafadas. Les produce una hemorragia palatal
a los que comban parcos aforismos diagonales,
a los herméticos de lata, a los que envasan
sus versos al vacío, a los falsarios del silencio,
y a los que fraguan haikus castellanos
al itálico modo. A los puristas de la voz les corta en seco
su dulce lamentar, y a los maniáticos del ritmo
les quiebra las falanges, y estropea
el íntimo metrónomo que llevan junto al corazón
para marcar el paso de sus versos. Les compone el sensorio
a los videntes y malditos y demás
rebeldes e insurrectos sin razón ni causa
poética, y les cura el desarreglo razonado
de todos los sentidos. Desaloja de su noche oscura
a los que piden luz para el poema
en las cavernas del sentido, y los devuelve sin escalas
a la trasnoche de la carne literal. Lo que el amor
les hace a los poetas, con paciencia y mansedumbre,
mientras las mariposas lentamente les ulceran el estómago
y el páncreas poco a poco deja de funcionar,
es harto inconveniente. A los que buscan con ahínco
y precisión de cirujano la palabra justa les arruina
el pulso, y en lugar de dar la vida, la aniquilan en su afán.
Y a los que con ardor y devoción persiguen
un absoluto en el poema, como un grial
todo de luz, tirante, diáfana y febril,
les nubla las certezas, y el deseo mismo
de saciar su ansiedad. Lo que el amor
les hace a los poetas, inadvertidamente,
mientras cosen y cantan y se atoran de perdices, es agudo, terminal
y fulminante. Es un torrente arrollador
de prosa, que espolea y multiplica, en progresión exponencial,
a los zopencos y palurdos de la poesía:
a los que cortan sin razón sus versos diminutos;
a los jinetes compulsivos;
a los diseñadores tipográficos del verso;
a los que quiebran la sintaxis sin saber
torcerla; a los que escarban en el éter a la busca de inauditos neologismos inaudibles;
a los modernos sin pretexto; a los que creen descubrir
la pólvora en sus versos balbucientes;
a los contestatarios automáticos y a los porno-poetas;
a los que sueltan grandes nombres por la densa
fronda de sus poemas, como Hänsel y Gretel esparcían
migas; a los que impostan en su voz
vacante los mohines de una infancia lobotomizada;
a los poetas bellos y felices, caprichosos;
a las tribus urbanas y los groupies de la poesía pubescente;
a los poetas pop y los rockstars del verso;
a los videopoetas y performers;
a los ovni-poetas, voladores o rastreros, identificados;
a los objetivistas sin objeto
ni vista; a los que exigen que el poema
se vista de mendigo; a los filósofos poetas;
y a los cultores convencidos
de la "prosa poética". El amor,
que mueve el sol y a los demás poetas,
los lleva hasta el postrero paroxismo: los convierte
en tierra, en humo, en sombra, en polvo, etcétera:
en polvo enamorado.
...............................Y si resulta todavía que entre ellos
se aman amorosos los poetas pares,
felices en su amor solar sin escansión,
como si fueran en verdad el uno para el otro
un agujero negro de opiniones nebulosas,
tácitas palmaditas en la espalda y comentarios tibios al pasar,
enanos, enfriándose, se absorben entre sí
y desaparecen.
* * *

:: commentarios:: 19
At 19 jul 2006, 05:38:00, Anonymous Anónimo : dijo...

Ezequiel, brilantes tus poemas. Hacía tiempo que no leía esa mezcla de lucidez y sofisma en un mismo juego relampagueante. En tus poemas, por suerte, la lucidez no se vuelve pedante, ni la necesidad de ser "moderno" una limitación. Todo lo contrario:misteriosamente, la antigüedad se actualiza y el presente resuena como si hubiera estado siempre aquí. Felicitaciones. Osvaldo Bossi

 
At 19 jul 2006, 06:48:00, Blogger Unknown : dijo...

Osvaldo: No podría hacerme más feliz tu comentario, porque lo que decís que hacen mis poemas es lo que me propongo exactamente.

Por otra parte, quiero aprovechar para felicitarte por los tuyos, que conozco hace tiempo, y que me gustan mucho. Mis saludos cordiales, y felicitaciones.

Ezequiel Zaidenwerg.

 
At 20 jul 2006, 11:39:00, Anonymous Anónimo : dijo...

qué seriedad, la del Oficio!

 
At 20 jul 2006, 02:42:00, Blogger Unknown : dijo...

¿Y vos a qué te dedicás, Anónimo? Se nota que lo hacés con desparpajo.

 
At 20 jul 2006, 03:13:00, Blogger heidi : dijo...

leí tus poemas de principio a fin hipnotizda.

 
At 20 jul 2006, 04:37:00, Blogger Unknown : dijo...

Heidi: muchas gracias. Es muy lindo lo que decís.

 
At 21 jul 2006, 09:38:00, Anonymous Anónimo : dijo...

un flash tu poesía. sostiene un enorme nivel de intimidad y a la vez gran dirección. y además muy generosa. posta. no se encuentra eso habitualmente. ni junto ni separado. mi abrazo caluroso y sinceras felicitaciones, J.

 
At 21 jul 2006, 10:53:00, Blogger Unknown : dijo...

Gracias, Julián. No sé muy bien a qué te referís con que mi poesía es generosa; lo es, estoy seguro, tu apreciación.

 
At 22 jul 2006, 12:01:00, Anonymous Anónimo : dijo...

Un gusto conocer tus poemas y tu blog, Ezequiel. Se disfruta tu propio gusto por la poesía.

 
At 22 jul 2006, 12:01:00, Anonymous Anónimo : dijo...

Un gusto conocer tus poemas y tu blog, Ezequiel. Se disfruta tu propio gusto por la poesía.

 
At 22 jul 2006, 04:04:00, Blogger Unknown : dijo...

Gracias, Aníbal. El gusto es mío.

 
At 24 ago 2006, 11:54:00, Anonymous Anónimo : dijo...

¡Intensos y retroactivos, tus poemas! Lo que se dice, todo un acontecimiento.
Saludos y saludos!

 
At 27 ago 2006, 01:23:00, Blogger Unknown : dijo...

Bueno, Camila, gracias, muchas gracias de verdad.

 
At 30 mar 2007, 08:47:00, Anonymous Anónimo : dijo...

Ezequiel:

Te mandan saludos Martín y Guillermo, compañeros de Puán.
¿Te acordás?

 
At 23 jun 2007, 12:35:00, Blogger Mariano : dijo...

Ezequiel: tus textos
me asombraron gratamente, tienen una música... Los abrazo.

 
At 11 ago 2007, 12:53:00, Blogger Unknown : dijo...

Mariano:

Muchísimas gracias. Esa música, por otra parte, se llama métrica (básicamente yámbica), y es un artificio más sencillo de aprender de lo que parece.

 
At 9 feb 2008, 06:58:00, Blogger Gonzalo Zada : dijo...

Muy bien, Ezequiel. Desde México te seguimos hace ya un buen rato. Es la primera vez que te dejo un comentario. Por tu obra, tus traducciones y tu antología, como decimos en México: ¡Eres un chingón!

 
At 5 jul 2009, 10:30:00, Blogger Jorge Flores : dijo...

martes 31 de diciembre / viajo hacia Deleuze / esa es mi recepción / genial lo tuyo!

Eliana Belén

"El cuerpo sin órganos se opone menos a los órganos que a esa organización de los órganos que se llama organismo. Es un cuerpo intenso, intensivo. Está recorrido por una onda que traza en el cuerpo niveles o umbrales según la variación de su amplitud. Así pues, el cuerpo no tiene órganos, pero sí umbrales o niveles" (Gilles Deleuze)

 
At 22 feb 2010, 10:51:00, Blogger tanto amor empalaga : dijo...

claro y te haces el que no cachás nada de psicoanálisis!
me encantaron!
beso,
maRina

 

Publicar un comentario



::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::: : ::Foro 1::
: ::Foro 2::
: ::Foro 3::
: ::Poesía sonora/visual::
: ::Encuesta::
: ::La poesía y Macri::
: *agenda
: *links
: *prensa
: *avisos
: *concepto
: *contacto
: *créditos
: ºtwitter
: ºfacebook
::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::: : Florencia Abadi
: Florencia Abbate
: Inés Acevedo
: Javier Adúriz
: Diego de Aduriz
: Osvaldo Aguirre
: Roberto Aguirre Molina
: Tomás Aiello
: Fernando Aí­ta
: Carlos J Aldazabal
: Manuel Alemian
: Marina Alessio
: Selva Almada
: Gustavo Álvarez Nuñez
: Ma. Paula Alzugaray
: Lucas Amuchástegui
: Pablo Anadón
: Marí­a Teresa Andruetto
: Héctor Miguel Ángeli
: Elena Anníbali
: Román Antopolsky
: Fernando Araldi
: Mercedes Araujo
: Paula Aramburu
: Marimé Arancet
: Carlos Ardohain
: Germán Arens
: Teresa Arijón
: Martín Armada
: Laura Arnes
: Jimena Arnolfi
: Mario Arteca
: Raúl O. Artola
: Alfia Arredondo Orozco
: Rudy Astudilla
: Jorge Aulicino
: Marita Balla
: César Bandin Ron
: Carlos Barbarito
: Trinidad Baruf
: Sandro Barrella
: Verónica Barrionuevo
: Ignacio Barsaglini
: Carlos Battilana
: Domitila Bedel
: Jacqui Behrend
: Gabriela Bejerman
: Pablo Bellido
: Bárbara Belloc
: Luis Bení­tez
: Timo Berger
: Milena Berlatzky
: Concepción Bertone
: Isabella Bianca
: Sebastián Bianchi
: Salvador Biedma
: Francisco Bitar
: Mariano Blatt
: Osvaldo Bossi
: Nicolás Wekil Braessas
: Jorge Brega
: Alfonsina Brión
: Orlando Van Bredam
: D.J. Buenmozo
: Gerardo Burton
: Daniel Buschi
: Juan Carlos Bustriazo Ortiz
: Luciana Caamaño
: Susana Cabuchi
: Víctor Toty Cáceres
: Gabriel Caldirola
: Laura Calvo
: Fernando Callero
: Nicolas Cambon
: Lilián Cámera
: Silvia Camerotto
: Fernando Caniza
: César Cantoni
: Clara Canzani
: Diego Carballar
: Oscar Cares Leiva
: Patricia Carini
: Martín Carlomagno
: Marcelo Carnero
: Mónica Carozzi
: Germán Carrasco
: Cristian Carrasco
: Gabriela Carrión
: Gustavo Caso Rosendi
: Walter Cassara
: Fernanda Castell
: Florencia Castellano
: Santiago Castellano
: Horacio Castillo (h)
: Soledad Castresana
: Alejandro Castro
: Silvia Castro
: Carolina Castro
: Esteban Castromán
: Susana Cella
: Verónica Cento
: Mariana Chami
: Lord Cheselin
: Martina Cianis
: Javier Cófreces
: Vanina Colagiovanni
: Jorge Consiglio
: Macky Corbalan
: Silvina Costa
: Ricardo Costa
: Juan Alberto Crasci
: Laura Crespi
: Aquiles Cristiani
: Aní­bal Cristobo
: Graciela Cros
: Alejandro Crotto
: Federico Crowe
: Cuqui
: Miguel Culaciati
: Andrés Cursaro
: Marcelo Cutró
: Silvia Dabul
: Franco Dalcomo
: Victoria D`Antonio
: Pamela De Battista
: Juan De Lapala
: Sergio De Matteo
: Tamara Demiryi
: Carlos Descarga
: Juan Desiderio
: Ariel Devincenzo
: Valeria De Vito
: Ana Claudia Díaz
: Marcelo Díaz
: Bruno Di Benedetto
: Celeste Dieguez
: Sofía Di Leonardo
: Selva Dipasquale
: Jorge Dipré
: Ignacio Di Tullio
:
Mariana Docampo
: Nicolás Dominguez Bedini
: Lara Dominguez
: Mercedes Mac Donnell
: Valeria Dubinowski
: Matias Ducart
: Lucí­a Dussaut
: Roberto Echavarren
: Sol Echevarría
: Rodolfo Edwards
: Carlos Martí­n Eguí­a
: Teresa Elizalde
: ná Khar Elliff-ce
: Cecilia Eraso
: Jorge Leónidas Escudero
: Santiago Espel
: Susana Espí­ndola
: Eduardo Espósito
: Francisco Erian
: Carolina Esses
: Dolores Etchecopar
: Norma Etcheverry
: Federico Falco
: Miguel Fernández
: Analía Fernández Fuks
: Paola Ferrari
: Horacio Fiebelkorn
: Estela Figueroa
: Daniela Fiorentino
: Diego A. Fleischer
: Valeria Flores
: Laura Fobbio
: Patricio Foglia
: Javier Foguet
: Jorge Fondebrider
: Facundo Fontela
: Natalia Fortuny
: Gastón Franchini
: Beto Frangi
: Florencia Fragasso
: Gabriela Franco
: Silvana Franzetti
: Daniel Freidemberg
: Romina Freschi
: Javier Galarza
: Damian Galateo
: Bárbara Gallotta
: Ivana Gamarnik
: Francisco Garamona
: María de la Paz Garberoglio
: Griselda Garcí­a
: Esteban Garcí­a
: Juan Fernando Garcí­a
: Marí­a Garcí­a
: Selene Garcí­a
: Franco Gargiulo
: Miguel Gaya
: Marina Gersberg
: Guillermo Giampietro
: Amalia Gieschen
: Gigio
: Dolores Gil
: Iris Gimenez
: Analía Giordanino
: Carlos Godoy
: Cynthia Gómez
: Jonas Gomez
: Santiago Gómez Asensio
: Rubén Gómez
: Mercedes Gómez de la Cruz
: Julia Gonzalez
: Lisandro González
: Sebastián González
: Matí­as González
: Gustavo Gottfried
: Patricio Grinberg
: Irene Gruss
: Alejandro Guerri
: Ricardo Guiamet
: Ana Guillot
: Javier Guipponi
: Rosana Gutiérrez
: Mercedes Halfon
: Sebastian Hernaiz
: Hernan
: Ricardo H Herrera
: Emilio Herrera
: Tomás Horovitz
: Belén Iannuzzi
: Lorena Iglesias
: Valeria Iglesias
: Silvia Iglesias
: Juan Diego Incardona
: Fabián Iriarte
: Carmen Iriondo
: Josefina Irurzun
: Virginia Janza
: Alfredo Jaramillo
: Patricia Jawerbaum
: Paula Jiménez
: Reynaldo Jiménez
: Federico Joaquín
: Carolina Jobbágy
: Alejandro Jorge
: Gerardo Jorge
: Estela Kallay
: Nurit Kasztelan
: Pablo Keyes
: Milagros King
: Ileana Kleinman
: Marina Kohon
: Adriana Kogan
: Rita Kratsman
: Andrés Kurfirst
: Ana Lafferranderie
: Hernán La Greca
: Matías Laje
: Luciano Lamberti
: Luciana Lamothe
: Verónica Laurino
: José Luis Larroca
: Anahí­ Lazzaroni
: Marcelo Leites
: Ana Lema
: Julieta Lerman
: Germán Lerzo
: Rosa Lesca
: Flopa Lestani
: Marí­a Paz Levinson
: Gerardo Lewin
: Andrés Lewin
: Luisa Fernanda Lindo
: Natalia Litvinova
: Santiago Llach
: Ana Llurba
: Laura Lobov
: Mauro Lo Coco
: Olga Lonardi
: Marí­a Eugenia López
: Julián López
: Mariana López
: Hernán Lucas
: Marí­a Lucesole
: Juana Lujan
: Luis Luján
: Liliana Lukin
: Luciano Lutereau
: Vicente Luy
: Karina Macció
: Fernanda Maciorowski
: Yanina Magrini
: Martín Maigua
: Pedro Mairal
: Pablo Makovsky
: Roberto D. Malatesta
: Marí­a Rosa Maldonado
: Anahí­ Mallol
: Malu
: María Malusardi
: Ana María Manno
: Luis Marecos
: María del Carmen Marengo
: Marina Mariasch
: Fernando Marquinez
: Marisa Martí­nez Pérsico
: Cecilia Martínez Ruppel
: Francisco Marzioni
: Claudia Masin
: Carolina Massola
: Mariano Massone
: Diego Matteoni
: Silvio Mattoni
: Cecilia Maugeri
:
Ximena May
: Mariano Mayer
: Valeria Meiller
: Graciana Mendez
: Alejandro Méndez
: Inés de Mendonca
: Verónica Merli
: Caro Mikalef
: Eduardo Mileo
: Gabriela Milone
: Florencia Minici
: Ana Miravalles
: Cinthia Mirol
: Marí­a Rosa Mó
: Ivan Moiseeff
: Juan Carlos Moisés
: Elisa Molina
: Ignacio Molina
: Fernando Molle
: Pablo Montanaro
: Esteban Moore
: Marcela Morel
: Matías Moscardi
: María Cecilia Moscovich
: Martín Moureu
: Hugo Mujica
: Eva Murari
: Guadalupe Muro
: Marí­a Muro
: Clara Muschietti
: Delfina Muschietti
: Adriana Musitano
: Alina Muszak
: Daniel Muxica
: Diego Muzzio
: Andi Nachon
: Jorge Naparstek
: Pablo Natale
: Marisa Negri
: Marí­a Negroni
: Andrés Neuman
: Marcelo Neyra
: Eduardo Nico
: Fernanda Nicolini
: Alejandro Nicotra
: Esteban Nicotra
: Mario Nosotti
: Robinson Oberti
: Daniel Oblitas
: Eloí­sa Oliva
: Carla Olivera
: Pilar Ortega
: Joaquí­n Oreña
: Lautaro Ortiz
: Juliano Ortiz
: Mario Ortiz
: Juan Ramon Ortiz Galeano
: Rafael Felipe Oteriño
: Paula Oyarzábal
: Giselle Pablovsky
: Hugo Padeletti
: Martí­n Palacio
: José María Pallaoro
:
Hansel Panic
: Peter Pank
: Daniela Pasik
: Cecilia Pavón
: Carolina Pellejero
: Inés Pereira
: Matías Perla
: Marí­a Cecilia Perna
: Martí­n Pérez
: Mara Pérez
: Verónica Pérez Arango
: Matías Perla
: Melina Perlongher
: Laura Petrecca
: Mariano Peyrou
: Paula Peyseré
: Nicolás Pinkus
: Santiago Pintabona
: Ricardo Daniel Piña
: Cristina Piña
: Liliana Piñeiro
: Rocío Pochettino
: Not Poet
: Gael Policano Rossi
: Stella Ponce
: Juan Emmanuel Ponce de León
: Mori Ponsowy
: Nico Pony
: Ana Porrúa
: Oscar Portela
: Lorena Pradal
: Claudia Prado
: Laura Pratto
: Sol Prieto
: Martí­n Pucheta
: Fernanda Puglisi
: Pablo Queralt
: Mauro Quesada
: Carina Radilov Chirov
: Olga Ravelli
: Juan Rearte
: Gabriel Reches
: Jimena Repetto
: Valeria Resenite Alvarez
: Rolando Revagliatti
: Malena Rey
: >Eduardo Rezzano
: Sergio Rigazio
: Gabriel Riobó
: Damián Ríos
: Jorge Rivelli
: Noelia Rivero
: Gabriela Robledo
: Pablo Roca
: Martí­n Rodrí­guez
: Leandro Rodriguez Jáuregui
: Gabriel Roel
: Mercedes Roffé
: Juana Roggero
: Ricardo Rojas Ayrala
: Marta Rojzman
: Cecilia Romana
: Carolina Romanó
: Natalia Romero
: Margarita Roncarolo
: Germán Rosati
: Mónica Rosenblum
: Santiago Rouaux
: Daniela Sabanes
: Carla Sagulo
: Juan Salzano
: Diego Sánchez
: Hugo Emilio Sánchez
: María Sánchez Puyade
: Maximiliano Sanguinetti
: Fabián San Miguel
: Jorge Santkovsky
: Claudia Sastre
: Andrea Sardo
: Germán Scelso
: Victoria Schcolnik
: Eric Schierloh
: Carlos Schilling
: Alejandro Schmidt
: Javier Scotta
: Carina Sedevich
: Leandro Selén
: Dante Sepúlveda
: Selva Sepúlveda
: Elba Serafini
: Marina Serrano
: Yaki Setton
: Patricia Severin
: Mónica Sifrim
: Leonor Silvestri
: Fabricio Simeoni
: Perla Sneh
: Lucas Soares
: Enrique Solinas
: Paula Marí­a Soruco
: Claudia Sosa Lichtenwald
: Federico Spoliansky
: Gustavo Stocovaz
: Osías Stutman
: Patricia Suárez
: Diego E. Suárez
: Mariana Suozzo
: Carlos Surghi
: Santiago Sylvester
: Susana Szwarc
: Alberto Tasso
: Emmanuel Taub
: Hernán Tenorio
: Valeria Tentoni
: Natalí­ Tentori
: Juan Terranova
: Mariana Terrón
: Patricio Torne
: Paula Trama
: Rafael Urretabizkaya
: Alvaro Urrutia
: Sergio Uzal
: Franco Vaccarini
: Joaquín Valenzuela
: Ana Luz Vallejos
: Beatriz Vallejos
: Cri­stian Vázquez
: Joaquín Vázquez
: Noelia Vera
: Mat­as Vernengo
: Ramiro Vicente
: Walter Ch. Viegas
: Osvaldo Vigna
: Beatriz Vignoli
: Nicolás Vilela
: Susana Villalba
: Paulina Vinderman
: David Voloj
: Florencia Walfisch
: David Wapner
: Tomás Watkins
: German Weissi
: Guadalupe Wernicke
: Laura Wittner
: Juan Xiet
: Laura Yasan
: Gabriel Yeannoteguy
: Paula Yende
: Victoria Yoguel
: Marina Yuszczuk
: Ezequiel Zaidenwerg
: Lila Zemborain
: Ana Zemborain
: Edgardo Zotto