GISELLE PABLOVSKY

Mencionada por:

Alejandro Mendez


Menciona a:

Mara Pérez
Beatriz Vignoli
Griselda García
Silvio Mattoni


Bio-biblio
Nací en Buenos Aires en 1985. Estudio Sociología en la UBA, pero tengo intereses muy diversos -y dispersos-. No publiqué nada a la fecha.

Poética
Me importa decir lo bello y lo terrible, y entiendo a la poesía como escultura –aunque sea, también, terrible- y no como vómito. Lo “experimental” me aburre a menos que sea verdaderamente experimental.


Poemas:


I

Oye otra vez la catarata sorda
así, todas las noches, del momento
que una granada le voló las manos;
zumbido persistente, pesadilla
oscura como el sueño de una ciega.
Así, todas las noches, ella espera
que aquella catarata se congele
como una adolescente desquiciada
que derriba una puerta a puñetazos
o la anciana que busca largamente
el modo de morir sin darse cuenta:
busca una silla frente a la ventana,
el té al amanecer, el aire húmedo
para cerrar los ojos.
Pero la catarata no descansa.
Una mañana sale de su cuarto
a la calle y al ruido de los coches,
al estrépito blanco de una iglesia;
es la virgen de velo telaraña,
la mártir de las manos en gangrena,
la del amor que imita a la tortura;
se tapa los oídos, lanza un grito
en el medio del tráfico.


II

No hay que mirar adentro de los ojos
nunca. Es demasiado el riesgo,
y no hay gloria ninguna en hallar algo:
sólo se ve la sangre, ligamentos,
puntos ciegos, conos de luz y sombra,
maquinarias exactas.
No hay que mirar adentro de los ojos
nunca: puede cosérsete el horror del cielo
de ojo a ojo, grabarse
como aguafuerte en una piedra negra.


III

Si me callo, ¿respira
sordamente el recuerdo?
¿Podré mirar de frente cada muro,
las grietas de su nombre desgastado,
recoger los casquillos con la pólvora
ardiente todavía,
u oír los pasos de mi madre enferma
que despierta a fumar un cigarrillo?
Si me callo, ¿algún monstruo
me estampará su risa?
¿Me morderá en el cuello,
querrá hacer una pira en mis pestañas?
¿Perturbará mi sueño de criatura
soplándome leyendas de vampiros
o de muchachas feas
o tristes o rabiosas o invisibles?
Cruje el televisor: no hay luz eléctrica
a dieciséis manzanas en redondo.


IV

Es el miedo el que esculpe
con una mano cruel la carne blanda:
no es el hambre, sino el miedo del hambre,
lo que lanza al ladrón a robar la gallina
-como si así pudiera
huir de su espiral inevitable-;
tampoco es odio, sino el terror primario
a otro odio emboscado entre los árboles:
matar primero para no ser muerto.
Hasta el sexo es voraz y peligroso,
mentira del placer, una vil trampa
del instinto puro,
guerra de todos contra todos;
lo que era por amor es sólo pánico
a perder el amor, como un ladrillo
cocido a la temperatura equivocada
que cae y se rompe.