OLGA LONARDI
mencionada por:
Chynthia Gómez
menciona a:
Romina Freschi
Alicia Genovese
Chynthia Nuñez
Marcelo Cutró
Cristina Piña
Diana Bellessi
Eduardo Mileo
Karina Macció
Mercedes Roffé
Marcos Silber
Graciela Wencelblat
Claudia Vastos
Joaquín Rosado
Paula Jiménez
Mirta Rosenberg
bio/biblio:
Olga Lonardi (Larroque, Gualeguaychú, Entre Ríos, 1959). Poeta y Pintora.
Directora de la revista de Arte y Literatura: “La boca descosida”.
Desde el año2003 coordina el Taller Literario “Cronopio”.
En el año 2005 la Secretaría de Cultura de la Nación le otorgó el Segundo Premio de Poesía a su obra: “La Altura del Silencio”
En poesía publicó “La altura del silencio” (Primera edición 2001, Segunda edición: 2005)
Poemarios: “De los designios del ser”, “La biografía del vértigo” publicados por la Universidad Nacional de Entre Ríos.
“Las metamorfosis” publicado en Uruguay (2005). “El cuerpo en la palabra” publicado en México ( 2004)
Inéditos: “Boceto a lápiz”, “Tratado de la Poética del color”, “Del fluir de la conciencia”
Participó como poeta invitada en el XII Encuentro “Mujeres Poetas en el País de las Nubes”en México, Tezoatlán, Oaxaca (2004).
Participó como poeta invitada en el Encuentro de la Asociación Latinoamericana de Poetas en Chile (2005).
Sus poemas han sido publicados en numerosas Antologías junto a autores argentinos, en catálogos de artistas de España y Argentina y en revistas de Arte y Literatura.
Coordina en forma permanente Ciclos de Poesía y colabora en las actividades literarias y artísticas de la región y la provincia.
www.olgalonardi.com.ar
poética:
Cuando escribo poesía aparece lo inefable, lo que todavía no conozco e iré descubriendo. En este proceso hay un tiempo de espera, en donde el poema se descubre y se revela. A veces me cuesta sentir que está terminado, pero aún así llego a la comprensión, cuando siento que di todo lo que tenía para darle y al mismo tiempo el poema a mí.
Abismarme por momentos, guarecida bajo la luz o envuelta en sombras o parada a la intemperie de mi misma.
Acercarme a lo insondable que muerde mi hambre de decir.
Indagar al silencio, el silencio nunca es absoluto, no es ausencia, en todo caso es rumor de imágenes que en algún momento pueden cruzar el umbral de la lengua y transformarse en poesía.
poemas
Pronunciar el nombre
“Conoces el nombre que te dieron,
no conoces el nombre que tienes”
Libro de las evidencias
Pronuncio mi nombre
su inicial redondez
vocal mandálica
una elíptica luz entra en su hueco
me invita a entrar
explica que fue un sueño el que le reveló
a mi madre que en su vientre crecía
una niña y me llamaba
pienso entonces quién
me ha nombrado en la noche
en que fui soñada
el sueño sigue echado
a mis pies
guardián celoso
a veces me ausento
hacia adentro de mi misma
mi nombre queda huérfano
las palabras lo acompañan
lo consuelan de mi ausencia
cada día vuelvo
a su útero de animal domesticado
mi nombre va
un viento lunar lo lleva
atado a hilos de plata
en círculos concéntricos
en su interior nominal
convive un mundo
inasible otro
plumas nacaradas
sangre de ciruelas en la boca
yuyos macachines
campanitas bordadas de azul
sobre alambrados
de infancia
pronuncio mi nombre
la eternidad tiene su mismo hueco
de orfandad y misterio
una íntima parte
una sombra mínima
de todo lo nombrado
se abisma en mí
y me nombra.
Poema inédito (2008)
Buen Viaje
La mujer lleva su ligera carga etérea
a la luz del viento
a su alrededor giran los colores
en círculos del eterno retorno
azul espiritual de Kandinsky o de Paul Klee
blanco de Titanio puro puro
rojos y amarillos de Miró
en su fuente abrevan palomas mensajeras
trazan vuelos dorados simbólicos
mujer allí
su flecha roja y mística cae desde la boca
y con su canto de sirena envuelve el borde del silencio
el misterio es verde y lleva
la lenta eternidad entre sus ropas
la mujer abre sus manos
busca el murmullo de lo que dicen las cartas
juego que es también azar
un sueño navega en su memoria
y se pierde y se hunde
abajo bien abajo
¿quién no se sintió así en el fondo
rasguñando unas piedritas
para aferrarse al hilo
luminoso de la vida?
¿quién no acunó un infierno sobre
las plumas de la espalda?
buen viaje buen viaje niña mía
parecen decir aquellas postales
del álbum de la infancia
donde hay risas y sueños por vivir
nadie le dijo nunca a la mujer
que la vida tiene un juego de opuestos
anverso y reverso y grises entre sombras
plegarias noches largas
pero la mujer paloma
ha visto niños detrás de la ventana
conoce el perfume de las flores
el mar turquesa
sabe que la paloma se transforma
en sol papel plegable en colorido
mínimos detalles
le crecen en el pecho
el instante perdura
en los pliegues de la carne
viajes de la piel.
Poema Inédito (2007)
Las Metamorfosis
“Todo poema es una metamorfosis,
un símbolo de pulsiones muy profundas
y una manera de conocer
aquello que siempre se nos escapa”
Cristina Peri Rossi
Corazón de reptil
Algunas tardes
mi yo transmuta en pájaro
en jaula o en abismo
huye hacia otras pieles
mientras mi sombra espera paciente
echada al filo de mi carne y de mis sueños
la sombra huérfana de mí
bebe mis bordes
desmiente la figura que crece
cuando se esfuma su efímera materia
de levedad y péndulo
mi yo transmuta silencioso
cae por el ojo estrecho de la bestia
en su propia condena de límite y espanto
se arrastra
hasta habitar el corazón de reptil
que ahora encarno.
del Poemario “Las Metamorfosis”
El cuerpo en la palabra
Penetra en el cuerpo
la palabra
desde la intemperie
desde la ausencia
inscribe sus símbolos
herida abierta
en la grieta del cosmos
las letras carnales
clavan su ardor allí
la pupila indaga
lo que se pronuncia
sobre la espalda
velos de escrituras
ilusión de cielo
el cuerpo habla
entre pelos olores y salivas
recibe el bello incendio
de la palabra
ella deja su dejá-vú
en la memoria
su tatuaje de animal en celo
su leche de verbo fundante
su cuerpo como destino
en el cuerpo del otro.
Fragmento de “El cuerpo en la palabra”
La biografía del vértigo
Todo vuelve en un hilo de luz
desde mi hueco
los días las noches las ciudades
seres que cruzaron por mi pequeño cosmos
en una migración de alas y de ausentes
ataron una cuerda imperceptible
y me situaron
de pie frente al enigma
allí está todo quieto el silencio
intacto el patio de mi infancia
tembloroso entero
me inclino en la tarde y todo es apacible
como un paisaje velado de Manet
entonces el vértigo me alcanza
me oprime me succiona
me devuelve mi rostro demudado
le otorga un aire a Modigliani
como esos rostros que llegan a mí desde otra orilla
y se corporizan en medio de mis ojos
se suceden en la lluvia
vuelven en el fundamento de sus nombres
he visto en sueños los Templos del Sol y de la Luna
la figura de Quetzalcóatl en su sitio sagrado
derrumbé puertas que daban a otras puertas
a punto de perderme en mi propio laberinto
un Minotauro ciego señaló la altura
me encandilé de cielo
perdí el hilo de Ariadna el rumbo de Teseo
dudé de la mano que traza cada mapa
las trampas de cepo simuladas de la muerte
he sido extranjera polaca india negra
esas mujeres transmutan en mí yo las contengo
tengo inscripta en mi piel todas las pieles
ultrajadas de sol de hambre de miserias
acaso todas atadas a un largo cordón cósmico
un mismo grito vacío en el espejo
he visto en los ojos de mi abuelo
un río que invocaba esa luz tan ambigua
la luz de su pasado
lunas de exilio
tanta pequeña muerte
tan distancia
mi abuelo
metáfora ausente de Verona
hilo que ata.
me he visto a mí misma
en un film vertiginoso en blanco y negro
estaba allí en el álbum familiar ahora incompleto
he intentado armar aquel jardín
un barro líquido me resbala el recuerdo
la piedra inamovible del pasado me burla todo intento
he detenido mi mano
la que escribe
y la que a veces no escribe calla
detenerse restaurar el perfume de la vida
intentar armar una vez más las bisagras del día
¿la muerte usa la misma prisa?
todo se une a una línea
el mismo hilo de Ariadna
la voz de los ausentes
los ojos de mi abuelo
la sombra el abismo
tus sueños y mis sueños
el vértigo su misma biografía.
Fragmento de “La biografía del Vértigo”
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