ERIC SCHIERLOH

eric Posted by Picasa


mencionado por:


menciona a:

Fabián Casas
Lord Cheselin
Griselda García
Gabriel Pinciroli
Sergio Rigazio
Diego Roel


Poemas:

El sutra de la Lexicon cansada (de Bizarrehaus)

1. La entropía es la brisa suave y caliente que a todos nos quema lento y parejo como a bañistas en una playa de veraneo.

2. El Dharma no es otra cosa que comprender de una vez por todas y para siempre que un hombre –el viejo loco bikhu Japhy o el pobre loco bikhu Ray, por caso– no puede caerse de la cima de una montaña & que lo único que se puede hacer, en todo caso, es Seguir subiendo.

3. El hombre proyecta las cosas con los ojos cerrados mientras la rueda gira al son de Samsara! Samsara! Samsarará! y cuando el hombre se vuelve lo suficientemente sabio como para poder abrir los ojos y por fin mirar su propia sombra encuentra que a su sombra le ha crecido una estupenda guadaña descomunal.

4. Abrir los misterios más hoscos & antiguos como se abre la heladera un domingo por la tarde. Entrar en ellos como se entra en la cama propia. Y salir como se sale de la ducha.

5. Pequeña Teoría Anti-Antropológica: el hombre y la hermosa, bella mujer pertenecen a especies diferentes y cuando procrean procrean especies diferentes: hombrecitos y hermosas, bellas mujercitas.

6. Cuando tu reloj te diga que es tarde sentite bendecido: budeizado.

7. Y cerrar el Libro de Las Mentiras como se cierra la heladera un domingo por la noche después de haber estado mirando anonadado durante aproximadamente tres minutos dos tomates viejos y arrugados de piel verde y amarilla & una lata vencida de sardinas del Pacífico en aceite.

8. Abre la tapa: ilumina las sombras: desbarata los planes de la Realidad & la Probabilidad & la Estadística con las cosas que tienes almacenadas en el Granero de las (Simples-Descabelladas-Todopoderosas) Ideas.

9. Y vive como si tu dulce & tibia cama estuviera al borde de un precipicio.

10. Y contempla al niño detenidamente y siéntete estúpido y avergonzado.

11. Llueve. Gris plomizo. Acá las hojas de los árboles bailan como si fuera el Comienzo de los Tiempos. Y estoy seguro de que en este momento en algún lugar el asfalto de una ruta abandonada se quiebra y les enseña a las estrellas frías su alma noble de Camino.

12. Practica las cosas sin tener en mente idea alguna acerca de lo que son las cosas, porque, después de todo, las cosas son sólo palabras.

13. Sé una cabra montañesa saltando o un topo cavando o un coyote prehistórico cantando o un viejo monje zen espantándose los demonios con un hato de ramas.

14. Mantente alejado de los tipos que representan Auténticos Valores y llevan colgados Absolutos de la misma forma que los monos aulladores se esconden de los cazadores furtivos en la selva.

15. Y escucha como rumian los árboles.

16. ¿Tendrá, para entonces, el pobre bikhu que escribe una mujer que por amor le zurza las medias?

17. Cuando abras la heladera y tu gato te mire como a una deidad: dale de comer.

18. Sigue lo que creas que es aunque no veas la salida.

19. Las cosas: o son cadenas con anclas en aguas claras o son aire de tormenta en donde volar.

20. Lo más parecido a un protector solar anti-rayos-entrópicos del que disponga el ser humano (como sabiamente dijo Papá Burroughs el miércoles 30 de julio de 1997, dos días antes de morir): AMOR. (Aunque en realidad es sólo una especie de tónico, un calmante para el dolor; el amor es a la entropía lo que la morfina par a un soldado con seis balas en el abdomen que no puede tener su montón de gusanos.) El resto es conflicto, Apocalypsis.



Dark carnival (Freak show de Halloween) (de América & otros poemas)

IV

Esta es la dama desolada
que mató al viejo
masturbó al hijo
asesinó a la madre
golpeó y después besó a la hija
y se comió por fin la malta
de la casa que Jack construyó.

Esta es la dama desolada
que encendió el televisor
apagó el televisor
escupió en la pantalla
orinó agachada en la alfombra
se sirvió un vaso de leche
y vació los cajones
de la casa que Jack construyó.

Esta es la dama desolada
que hojeó diarios íntimos
lloró en el sótano húmedo
gritó enloquecida en la oscuridad
se tiró del pelo hasta arrancárselo de raíz
se lamió las palmas de las manos
y después subió las escaleras
de la casa que Jack construyó.

Esta es la dama desolada
que escribió con el dedo en la ventana empañada
probó el filo de las tijeras con la lengua
comió de las bolsas de la basura
leyó en un periódico que estaba por allí
que no tardarían en caer las bombas
aulló durante algunos minutos
y después rió en la alacena pringosa
de la casa que Jack construyó.

Esta es la dama desolada
que se sentó en el inodoro
flexionó las piernas
separó las rodillas
jugó con sus dedos
y lloró mientras salía del baño
de la casa que Jack construyó.

Esta es la dama desolada
que tarareó en medio de la oscuridad
una vieja canción infantil
sobre la casa que Jack construyó.

Esta es la dama desolada
que ordeñó la vaca
sacudió al perro
afligió al gato
mató a la rata
y se comió la malta
de la casa que Jack construyó
.*

-----------
* Fragmento de “The house that Jack built”, canción de cuna popular.



John Cheever en Westchester (de Una mota de polvo)

Fue una noche calurosa de verano;
el borracho de camisa a cuadros de colores chillones
gorra de béisbol y botas de trabajo,
que no dejaba de mirar la televisión como un idiota,
como un verdadero idiota de manicomio,
le dijo: “Parlons francais?”; dos líneas cristalinas
de cerveza rubia le chorrearon desde las comisuras de los labios;
eso no era poesía –pensó–, y el tipo terminó
por parecerle un mezquino. Un idiota mezquino.
En la casa de grandes rebajas, en la tienda de ofertas,
en la sección de los discos, sonaba
una antigua canción de amor. La vendedora
comía barritas de chocolate negro amargo light
y estaba pintarrajeada como un payaso,
o como una puta del bajo, según;
eso tampoco era poesía. En absoluto.
La calle estaba soleada, y la negra del autobús
le dijo: “Estoy sola. Estoy sola en casa.
Estoy sola en la calle. Estoy sola.
Estoy tan sola que soy como una estatua.
Paso todo el día sola como una estatua”.
Eso era poesía. ¡Eso sí era poesía!
La negra sacudía una radio portátil,
era una especie de oráculo en sus manos,
y miraba afuera a través de sus anteojos oscuros.
Después se encontró con un tipo en el subte,
con uno de esos tipos capaces de ir al cine solos,
con la ropa arrugada, pero no era un poeta;
no era un poeta en absoluto.
Ese día: noche de domingo en Westchester.



POÉTICA

Leonard Cohen dijo que escribir canciones era como ser una monja, porque uno estaba casado con un misterio. Yo creo que escribir es lo mismo. Escribo porque para mí escribir es tan natural como lo es para un carpintero tomar un pedazo de madera noble y cortar un ángulo recto con su serrucho o levantar la viga del tejado y empezar de nuevo; Gregory Corso escribió largamente sobre esta naturalidad en un artículo muy bueno titulado “Algo acerca de mis comienzos... y lo que siento ahora”. Escribo porque escribir es el mejor empleo de tiempo completo, lo mismo que ser padre o amante. Probablemente no sepa hacer otra cosa. La literatura es el bosque invertido que crece debajo de la tierra devastada, la llave que abre la puerta del sótano de la vida donde uno puede echar un vistazo siempre que tenga ganas de escuchar a los genios y chiflados del pasado. La literatura, como decía John Cheever, es la única conciencia que poseemos, ha sido la salvación de los condenados, ha vencido la desesperación y tal vez en este sentido pueda salvar al mundo. La literatura es el camino que nunca termina. Espero que la pregunta haya quedado respondida.


BIO-BIBLIOGRAFÍA

Eric Schierloh (La Plata, Argentina, 1981) es autor de las novelas Formas de humo (premio del Fondo Nacional de las Artes, 2004; Beatriz Viterbo Editora, 2006), Kilgore (finalista del I Premio de Novela Bruguera Editorial, España, 2006), 200 moteles y Oberlus o Los soliloquios de un idiota y de los libros de poemas Raro y solo, Perder, FF, Los poemas de Blutrot (Accésit en los XI Juegos Florales de Santa Coloma de Gramenet, España, 2005), Baladas & Canciones, Bizarrehaus, La habitación sin puerta, América & otros poemas, Una mota de polvo y Costamarina (Finalista del 60º Premio Adonais, Ediciones Rialp, España, 2006). Ha traducido poemas de Herman Melville, Nathaniel Hawthorne, Jack Kerouac, Allen Ginsberg, Gregory Corso, Lawrence Ferlinghetti, Raymond Carver, Mark Strand, Charles Simic, Dylan Thomas y Stephen Spender entre otros. Vive en City Bell, provincia de Buenos Aires.
Web: http://www.ericschierloh.de.vu
Mail: ericschierloh@yahoo.com.ar
* * *

JOSEFINA IRURZUN

josefina Posted by Picasa


mencionada por:

Inés Acevedo


menciona a:

Alberto Gagetti

Pedro Ruiz

Juan Bazoberri Gandolfo


Declaración sobre mi poética:


para finalmente “irme de mi mismo” (Bayley) >
< declaración imprecisa, pues como en todo, no se bien donde empieza y termina lo mío>.



Poemas:



Torbellino de manos estelares

gatitos que juegan en los cráteres lunares
amarillo sueño
Oscuridad de mi lugar en el cielo
rosas enredadas en cemento
aves de polvo…..
el día en que morirá mi flor
y mi cuento igual hará nacer la luz de tu niño….
La espesa niebla en el rostro del camino del vacío
pero no creas que la verdad encontrará palabras
me dijo mientras me arropaba.


(publicado en “Preferiria No Hacerlo” Nº 1- 2005.)




Excursión



Descanso de las voces
devoción por los días ritualizados
en los que el ocio encuentra
la simetría de la sangre
compartida

La piel que se recubre
y se pasea por cada fin de estación
como en una visita al zoológico


(…las manos con el tiempo se parecen
a caminos de tierra desolados…)


Confidentes desde el encierro
la fauna adivina el desconcierto
de otra fauna que la observa

Así
en un pasillo de invernadero
te he visto crecer
hasta el cielo
hasta que el cielo
enmudeció por la pesquisa


(…las manos con el tiempo
forman un cáliz que reúne
toda la indigencia desatada…)


Travesía de
perpetuar la perturbación
de las palabras
cuando la inclemencia
amenaza
y el oscuro delirio
sufre dulce
vidorria mía
que descansas
en los pantanos secos


(…las voces con el tiempo
aprenden a borrar
la afasia de las manos…)


(Inédito)




Paginación

El ignoto huésped
de la mañana difusa
despierta en un hotel
de doscientas páginas
saludando cordial el respiro
que le da una ciudad de infinitas páginas
camina perdido
entre la multitud ilegible
desayuna un café de diez páginas
y marca con resaltador
algunos empleos que ofrecen
ásperas páginas.
Desde el vidrio del bar
estudia los movimientos
de la gente que vive sin páginas
y escucha los sonidos
de las letras que escribe
para una mujer
que nunca pensó
verter
en página.


(Publicado en “Preferiría No Hacerlo” Nº3- 2006).
* * *

ALEJANDRO SCHMIDT

alejandro Posted by Picasa




mencionado por:

maría teresa andruetto
carlos godoy
jorge dipré
federico falco
carlos surghi
gabriela milone
carlos schilling
mercedes roffé


menciona a:


alejandro nicotra
silvio mattoni
susana cabuchi
antonio moro
eduardo d'anna
eduardo dalter
rodolfo alonso
rodolfo alvarez
carlos surghi
maría teresa andruetto



Bio-Bibliografía

Nació en Villa María, Córdoba, en 1955. Publicó, entre otros, Serie americana (1988), Dormida, muerta o hechizada (1993), El diablo entre las rosas (1996), El patronato (2000), Silencio al fondo (2000), Esquina del universo (2001), La vida milagrosa (2005), Llegado así (2005), Casa en la arena (2006). Dirigió la revista El gran dragón rojo y la mujer vestida de sol (1987-1991), las carpetas de poesía Alguien Llama, la editorial de poesía Radamanto y, actualmente, la colección de poesía de Ediciones Recovecos, en Córdoba.



Poética

Un poema debe asumir el riesgo, la desprolijidad, el exceso. Prefiero los recortes, lo que se deshecha, borrones, tachaduras... no el objeto acabado, la conclusión, el punto final, sino los pedazos vivientes, los sueños, los tumultos de la sangre...
Amo los balbuceos, el desorden, las dudas, los espacios en blanco, las reiteraciones... ¿no opera acaso así nuestro corazón, nuestra cabeza? No el artificio, la artesanía, por sublime que sea, y sí esa pulsión de tinieblas y sangre y toda nuestra vida deshecha allí aconteciendo, acompañándonos.
Muy pocos llegan hasta el final y hasta el final no se llega con prudencia, astucias, disciplina, se llega con otra cosa que está contra la mano propia, contra los principios, las ideologías y sobre todo contra el temor. Corrijo un poema con otro y con otro... desde los 13 años estoy buscando el poema verdadero, ¿por qué no habría de divertirme mientras tanto? Escribo casi todos los días, ceniza, perlas, florcitas de plástico y también mi lírica de dolor y de veneno....va saliendo la poesía, va saliendo de esa tripa y uno no sabe qué es, ni maneja ni controla nada, salvo alguna corrección inevitable, alguna prudencia en publicar, alguna música.


Poemas:


silencio al fondo


con pocas palabras
puede escribirse todo
pero al escribir todo
algo se borra

lo comprendemos por
el vacío que aparece
y su tajo
donde
-como una mano que
saluda al ausente-
hundimos la lengua.



Silencio al fondo
Ediciones Salido, Junín, Buenos Aires/ ediciones radamanto, Villa María, Córdoba, 2000.






Oyendo el corazón de las vacas


no
yo no me fui
soy de los que se quedaron acá
oyendo el corazón de las vacas
rompiendo los vidrios del espacio
para que pase la noche
y se desangre.




Mi corazón era un hotel


mi corazón era un hotel
vestidos de fiesta
los huéspedes se iban sin pagar
a los portazos

es cierto
a veces
una mujer lloró en sus ventanas
hasta cansarse

es cierto
yo era el que lustraba los zapatos

es cierto
hubo temporadas malas
problemas de humedad
palmeras muertas

todo eso es cierto
también la luna
y el loco que cantaba

mi corazón era un hotel
ahora parece una casa

una casita blanca.



(Esquina del universo Alción Editora, Córdoba, 2001)




El predestinado

Con los dedos en punta
me tocó la poesía
me sacudió con repugnancia
y algo de curiosidad.

No digo que llegó a pesarme, medirme
a contarme los ojos
tampoco me abandonó en la calle
con un lápiz rojo y un baúl

¿qué se creerá?
tanta soberbia, todo el día de aquí para allá
con la boca tapada
si después de todo
no la invita nadie
ni llega a ningún lado


me alzó sobre el pozo del mundo
esa señora
y me soltó


(La vida milagrosa. Ediciones Recovecos, Córdoba, 2005)




Colegiales de la noche

¿Flotan los muertos?
su agua
¿es el temor?
¿qué pasaría si fueran tu mesa?
¿si no se corrompieran
y bailaran?
¿si fueran colegiales de la noche?
¿si el alma fuera un mapa comido por la arena?
¿cómo aprenderíamos la oscuridad?
¿hasta dónde podríamos mirar?

Si entre la muerte de todos
y la muerte mía
sólo vos estuvieras
viva
tropezando con cantores de madera
con las raíces muertas del mar
con nubes de piedra
puerta tras puerta
y atrás
muy atrás de tu verde corazón
el viento
impulsara
en papeles de oro
barcos y leones muertos
donde viven las palabras
¿sólo una vez?

Y entonces
con los poderes que otorga
la ignorancia o el amor
abrieras los labios
y el silencio cayera en mis manos
¿alguien más sería estremecido
o nuevo
como una gota?

¿y si el silencio estuviera muerto?
¿y si la luz estuviera muerta?
¿y si caminaras hacia mí
como otras veces
y pudieras alcanzarme y sonreír?

¿y si eso fuera todo?
¿y si la muerte no existiera?
¿y si fuera una idea del tiempo
mientras aguarda bajo el hielo
su remo y sus batallas?

¿Adónde van
envueltos en hojas
en campanas?

¿Adónde reúnen sus espumas?

¿Y si dieran la felicidad?

¿Y si completaran el sol?


(Llegado así, Ediciones Recovecos, Córdoba, 2005)
* * *

GUSTAVO GOTTFRIED

gustavo Posted by Picasa




mencionado por:

Nicolás Dominguez Bedini

menciona a:

Nicolás Dominguez Bedini
Mariana Suozzo
Hilda Fernandez
Walter Cassara
Osvaldo Bossi
Paula Gimenez
Irene Gruss
Silvio Mattoni




Pequeña biografía:

Nací en Buenos Aires el 28 de enero de 1969. Escribo desde la temprana adolescencia y hace cinco años que participo del taller de escritura de Osvaldo Bossi y Walter Cassara.


Poemas:

Los poemas que siguen son parte de un librito que pienso publicar el año que viene: “Un rastrojero bajo el sol”

ars poética

se dibuja en movimiento
y busca lo puntual
como una aguja ciega
es ella en verdad
la que borda su trayecto
en el paño liso


litoral

los árboles se acercan
al río en la crecida
¿quisiera que esto sea más fácil?

la alegría del agua me conmueve
una sombra
en el viento cálido de la playa

la arena tiembla bajo nuestros pies
llevamos
la peor parte en la carrera

quizá...un día
no recordemos lo que nos detuvo




pedernal
a León y Fermina Gottfried

un niño es librado a la extensión
por los dioses que
en un silencio colonial
escriben la historia
con un rastrojero
bajo el sol del mediodía


la noche se adelanta

hace frío y
felicidad
........por qué
el propio calor
abriga



la historia del cine

fue dueño de todo
menos...de Rosebud
quizá
la única forma de decir algo
sea una cinta
en blanco...... y negro


las hijas de Lot

las hijas de Lot se equivocaron
dijeron ya no quedan hombres
y durmieron con su padre

era lo que siempre habían querido
la destrucción de Sodoma
fue la excusa perfecta



el sacrificio de Isaac

caminaron en silencio
y el camino fue largo
habían perdido la gracia
el sentido del humor divino

y aunque el carnero enredado
y aunque el ángel solícito
nada ya fue como antes


no conocimos el mar

como peces que se topan
con los vidrios de un estanque

soñamos

creímos sentir
un regusto salobre
en nuestra lengua herida
por los anzuelos



las noches no son claras aquí

algo se esconde de la mirada
y uno se acomoda
a un espacio poco definido
como si se fundiese
en el fuego oscuro del silencio

la noche es descanso
y en un movimiento hacia sí mismo
el cuerpo también se desanima
se quita la ropa se sumerge
en el agua tibia del sueño
que va a depositarlo en otra playa


una piedra

el agua percibe su presencia muda
y ella se deja abrigar
por esa manta y sueña

con otros ríos, a veces
con el mar, pero está sola
en la pampa que esmerila
las patas de los caballos

quizá, un día, alguno cruce el rìo
o se arrime para beber
y hunda la piedra
bajo su peso firme

mientras tanto, el agua
se pliega en círculos alrededor
* * *

JOAQUÍN OREÑA

Joaquin Posted by Picasa


mencionado por:

Walter Cassara

menciona a:

Fernando Guerrero
SebastianGoyeneche
Aitor Aramberry
JuanXiet
gris
Carolina Castro
Daniel Oblitas

Poemas:

mirarse la lengua [ lo anterior ]

extendida frente al espejo


ver como late
como se mueve y de qué color es

el espacio físico
que ocupa


raspar su superficie rugosa con los dientes
como en una caricia

hasta que brote de ella
un líquido blanco
deslizándose


pequeños puntos rojos oscuros
como cráteres

son las papilas



en realidad los besos no tienen sabor

saliva etérea
y temperatura al intercambio


disfrutamos de la sensualidad móvil
fría de esa carne

la primera fruta
que crece por sobre la boca




el memorama más preciso son los ojos


nos vinculan al principio de la historia


dicen que los días no importan

*****************

sentado en el fondo para que el horizonte sea [ at the back ]

y vos subís con tu amiga
tan así
despreocupada

el sismo
el globo rojo
hoy es en el colectivo

quiero que te muevas
pero no a la manera de una sinapsis de amor


caminando para los ojos ávidos
por el pasillo común
a la trasnoche que ocupan los colores
del pelo déspota estás

detenerse a mirar cuantas maneras de tono
últimamente
los lápiz de labio surgen había en rededor


no me importa el azul nocturno de tu jean sobre mi
es
lo conforme de sentir ahí mientras las calles pasan

esa parte de temperatura que esta entre lo interrupto
y
donde tu remera muere para nacer la piel


vos conocés muy bien cuando la marea es
ninguna reversión de idiomática nueva

para las páginas en blanco de la edad


errores de gramática dulce
cuanta energía haces entrar para poder!

*************


lo frágil del estuvo [ ceró ]
tiene una seducción y una textura de huesos

se duerme en enmiendas concebidas

la dirección
con sus frecuencias en la historia
indaga
escruta

podemos quedarnos al suceder de los accidentes



que me extrañen tus horizontes de ojos
y el némesis amoratado de la imaginación



el verbo próximo a tener
se resiste acerca
fantasmas con el manuscrito de los hábiles
se dicen al sol esclarecer


había y la música

como las últimas teorías


*********

ayer te extrañé [ + cero ]
avidez entre mis suspiros inmunes

lo que dura de construir recuerdos
y su manera de primera vez


es esa idea que no te llegó todavía

que recién va a ocurrir diez años después más tarde

en el momento de la bienvenida de ser otro


un espejo reflejándose sobre lo real
una relación supeditada al viento
o los perfumes secos

como un beat constante hacia la capa líquida de los ojos

entran y se quedan


el vaso de agua helada
tomándolo en la oscuridad

para que se irrigue alguna manera de posibilidad
de imaginación desplegándose

ese regreso siempre eficaz al punto de lo propio
hasta el paradigma de ninguna función equivocada


y en realidad así vive el cuerpo

pero también podemos pensar que la enfermedad
o el contagio

es su fracaso

cuando se vincula en verbos con la naturaleza



estoy hablando poco
mordiendo un limón con la mente en blanco
sentir comer rápido su cáscara amarilla



el examen
es al final el concepto de los besos

o disfrutar inútil sin dudas en el tiempo
de que algo se desvanezca




*********



de la carne a la piedra [ documentos ]

los años
sin ningún elemento de erosión en el aire
cuando en las fotos

no aparezcan ya hombres


tener un dulce de leche frío
extraño
entre los dientes la lengua

para guardar las miradas



la intimidad a través de la historia

células habitando
el primer lugar de su tiempo
su natalidad




una chica una mujer

la topografía avasallante de un incendio
en el horizonte sobre la tierra



******



el himen del cielo [ Zzzz ]


los años
ojos en blanco


el presente es como un cuervo negro


quieto


en una playa de arena



*****



me gusta extrañar las formas idiomáticas de lo que digas [ esta física ]

un vestido sensorial a lunares
para mirarte mucho
a veces lo usás te lo ponés

lógico hormonal lógico amoroso
en realidad
junto sin saber los verbos con sus diferentes maneras

veo que las ideas nacen siempre desde un cuerpo


el déspota
se lanza hacia su piscina azul tibia a disfrutar


la niña
comprende un día de frío

sentada en el banco de la escuela
el tiempo de ella sin mas
guardándose
de a poco en el sintagma hoy apareciendo
sobre un pizarrón


los adverbios
días pasan

significando



así de cada época particular
quiero



*******



si vos me contás que vas a natación [ las fotos ]

yo siempre voy a estar pensándote


la malla fuerte como piel sobre la ropa
un color que elegiste, te viste


la temporada de un título borroso
se proclama ávida

en un álbum de fotos
los verbos ex



entrenar el cuerpo sobre el agua
y después salir al cemento


mis imágenes quietas de vos
tu ombligo húmedo que me extraña



pensaba en darte un regalo de un momento mío bien tuyo



sentir esa fosa llena de líquido
donde abandonamos los pensamientos

sólo para sobrevivir
con la respiración propia



ahí hoy es transparente



los ojos abiertos nadando



donde el tiempo se recibe

*********


alguien mata a una persona [ así ]

con un cuchillo sobre el estómago
o con el tiempo


en REM los ojos se mueven a la noche


un día de sol
tirados en la terraza
las venas azules de tus párpados cerrados
dicen que la sangre lleva sobre sí


mucho oxígeno


cuando los balcones de la ciudad comienzan a caerse


tirar suave
de la punta de tus largas pestañas negras
para sentir el ruido acuoso
de como la piel se separa de las pupilas


la vida pasa a través de una mirada de loba celeste
un lugar de pura electricidad
sobre el hipotálamo

las nervaduras secas de los labios
la saliva que nos nutre

un ladrillo en blanco
para el pliegue de los días
* * *

LAUTARO ORTIZ

Mencionado por

Lisandro González


menciona a:


Ruy Rodríguez
María Melek Vivanco
Eduardo Santellán
Laura Yasan

bio/biblio:

Lautaro Ortiz nació en La Plata en 1973. Publicó en poesía “A estas horas y en este día” (1993) y en breve “Casa de tabaco”. Ejerce como periodista en varios medios gráficos.

Poemas:



De Enfermera Negra (inédito)


DE CAJÓN

Las malas lenguas de la muerte que son muchas como sus ojos
rozan los labios del muerto.
Es el último embalaje.
Aduana de la madera triste y de la platería engarzada.
Una fábrica de borrar señales:

lo que llega muerto se va cadáver.
lo que llega blanco se va ceniza.



EN EL MERCADO DE LA ANÉCDOTA

Es hora de escribir.
La esposa que me llama se puede envenenar con mi lengua.
El trabajo pendiente se puede incendiar con mi infancia.
El hijo que me busca se puede ir con todos mis años.
Tengo que construir mi casa de tabaco
entregar lo que hice en vida: para la muerte todo y siempre estará bien hecho
porque ni con un pie en la muerte se puede pisotear al pasado.
Es hora y escribir también pasa.
Es como intentar vender un ojo en el mercado de la anécdota.
Dar con el instante en que la piedra saltó al zapato.
La puerta encerró al beso.
El cuerpo alfabetizó al silencio.
El sexo se hizo sexo.

Veo alimentos que se pudren sobre la mesa tendida bajo la sombra de mi cabeza
y una carta, un libro
alguien en la calle huyendo de una presencia que amenaza
pero eso no es poesía.

Ahí se escucha el tren azulado llevándose a mi familia.
Y la casa queda a oscuras
mientras la infancia me circula en sangre
a la velocidad que pasa la muerte por el espejo.



ORACIÓN

Esa virgen se queda en mi casa.
Amuleto que la lluvia dibujó contra el vidrio como hoja de menta
pero que sin embargo se percibe como una virgen limpia y de pie.
Tiene los pezones duros como hocicos de caballo o mejor
de animal negro percibiendo el miedo de la manada, pero no cabalga.
Tiene luna llena, mes de diciembre a su favor, pero no dice.
Es leve como el humo de mi tabaco.
Esa virgen se queda en mi casa después de los alimentos en medio de la nada por hacer con la casa bien a oscuras.
Si es imagen del insomnio: sus ojos son un camión de carga que vienen a rellanar el pozo de mi noche.
Si es imagen de la memoria: sus manos lían tabaco sobre la mesa pulida por las mangas de mi infancia.
Si es imagen de la espera: ella lava uvas verdes en la pileta del sueño
bajo el hilo transparente de mis babas del diablo.
Esa virgen se queda en mi casa.
Como un rayo en una extensa plantación de tabaco.
Quiera que esta noche revele y negocie conmigo una señal.
* * *

SOFÍA DI LEONARDO

mencionada por:

Pablo Natale

menciona a:

Marco Trucco
Ana María Pérez
Gabriela Bardwigdor
Maríangeles Fernandez



Poemas:



Que esta hoja se rompa
y se haga trizas en el suelo

Que no quede muda,
blanca,
desolada.

Dibujare aquí
la mosca cuando sale de tu boca.
El espacio vacío
que se trasluce en el colectivo.

Porque en cada viaje
me entierro a un destino.
Y en tus labios queda ese excremento
que se pierde en un trazo.

Desorbitados
negros
que se escuchen los gritos

de esta hoja mientras se pierde
en las cenizas.


si no te dibujo...
quien te va a inventar amor.
Las palabras se desangran por inútiles.
Porque los días son dagas
que me atraviesan.
Y los cristales escupen desde mi garganta.



I
Abro mis piernas
y se escupe
tu nombre.

Naces desde mi boca
y en ella
vuelves a morir.

II
Quiero morirme de noche,
porque la muerte es ciega
y se cansa de caminar.
Hay un clavel en la muerte.
Una niña que mira desde mi boca.
Cansada me pierdo entre los reflejos,
entre las curvas cadavéricas de sus manos.

III
No sé porque aún
no me convenzo de que los domingos
son arbitrarios,
son días que no tienen relación con su nombre.
No sé porque insisto
en sentarme en doble fila
si al final del viaje
desciendo sola.



Biografía:

Soy Sofía Di Leonardo, nací en Córdoba Capital un viernes 13 de enero de 1984. Soy estudiante de letras modernas de la Universidad Nacional de Córdoba.
* * *

LUCAS SOARES


Mencionado por:

Guadalupe Muro

Menciona a:

Hernán Lucas

*

Poemas:


de Mudanza (Paradiso, 2009)


la cama cucheta
donde nos masturbábamos
juntos mirando un punto muerto
de la habitación, vos arriba yo abajo
comparando técnicas
no era en verdad
un punto muerto sino
la claraboya de vidrio
puntiaguda de un techo
todo descascarado
en la que tu hermana menor
incrustó de golpe su cara
descubriéndonos, entre risueña y espantada
en plena situación
vos yo tu hermana menor
el punto de vista
de un placer compartido


*

la coronita plateada
que me pusieron en tercer grado
para tapar un diente
partido al medio
por un compañero
que me tiró de la pierna
mientras estaba sentado
en la parte de arriba
de una cama cucheta
dar de frente contra el piso
el paso del tiempo
la coronita
se aflojaba
se me salía
me la volvía a poner
despegándose a veces
en los momentos más inoportunos
como ese día en que te invité a salir
la chica más linda de tercer grado
yendo al cine juntos
de la mano de tu mucama
cruzando la 9 de julio
la coronita se afloja
se cae al piso
el semáforo en verde
ya no hay tiempo
para recogerla
los autos se nos vienen encima
desde la vereda
veo pasar las ruedas
por encima de la coronita
te mentí que se me había
caído algo
para ir a buscarla
en medio de la avenida
toda abollada
la coronita
abrirla con las uñas
y volver a colocármela
para entrar al cine
toda la película
tocándome
la coronita
rozando con el pulgar
sus contornos abollados
desde ese día me cuesta
recién ahora te lo digo
reírme de una mujer


*

la noche en que alcancé
tu madurez
en un restorán de Congreso
donde aprendí a comer solo
y a mirar a las parejas
comer en silencio


*

a correr
por la orilla del mar
los ojos cerrados, mi cara cortando el viento en dos
encrespados pensamientos
mojándome los pies
olas que estiran su vida hasta donde pueden
a ver cuál de todas pienso
llega más lejos en la orilla
el ritmo del oleaje se confunde
con el del cuerpo y los pensamientos
el sol reverbera en la espuma
secando la arena mojada
que deja el pensamiento en su reflujo
como el negativo de esa fotografía
que fuimos quemándose de a poco


*

la inocultable
soledad del anfitrión
en cada nueva
mudanza
el día de mi cumpleaños
en que me explicaste
que separarse
es como despertar
recién mudado



Poética:

en torno a este poema de Salvatore Quasimodo:

Cada uno está solo sobre el corazón de la tierra
traspasado por un rayo de sol:
y enseguida anochece



bio/bibliográfica:

Lucas Soares (Buenos Aires, 1974) es Doctor en Filosofía por la Universidad de Buenos Aires. Docente de Filosofía en la Facultad de Filosofía y Letras (UBA) y en el Centro Cultural Ricardo Rojas (UBA). Publicó: El río ebrio (Paradiso, 2005, subsidio del Fondo de Cultura Buenos Aires), El sueño de las puertas (Alción, 2007) y Mudanza (Paradiso, 2009, subsidio del Fondo Metropolitano de la Cultura, las Artes y las Ciencias). Poemas suyos aparecieron en diversas publicaciones impresas y virtuales como Diario de poesía, Hablar de poesía y Zunái (Brasil).


* * *

DOMITILA BEDEL

domitila Posted by Picasa


mencionada por:

Florencia Abbate

menciona a:

Arturo Carrera
María del Carril
Esteban Feune De Colombi


bio/biblio:

Domitila Bedel nació en Buenos Aires, el 19 de Diciembre de 1981. Estudió cine en la Universidad del Cine y hace más de tres años que asiste al taller de poesía dictado por Arturo Carrera.
“Los Lobos” es su primer publicación.

poetica:

Lo que no sé que me pertenece que esta aca conmigo y de repente toma forma.

Cada palabra escrita es magia: meter la mano en una galera y sacar conejos,
decir abracadabra pata de cabra y que algo quede develado. Hechizos, velas
prendidas, soplar panaderos de algodón,sana sana colita de rana si no sana
hoy sanara mañana.
Es un territorio ganado.

Poemas:

Trabalho #10



Me pesa la garganta como si estuviese llena de pompones de plomo, estoy
minada de palabras que se estiran desgarradas y no llegan…
Me fijo en el silencio esperando que se transforme en algo más que un
malabrigo. Ahora en este momento de tanto frío, te dejo caer, de la misma
forma en la que se está cayendo mi cuerpo. Cedió al tironeo de fuerzas más
brutas, más viles, cayó. Guerrero cayó y lo tapó el polvo que supo levantar.
En la caída recordó que una vez hubo un lugar.
Una luz mezclada con arena mojada. La presencia de Dios en todas partes, en
el brillo de tus ojos después de una tormenta, en el palpitar mismo en el
que oí el ruido de tu alma mientras dormías.
Y en ese lugar, el cuerpo se abrazaba a la esperanza. Con todo lo
desesperado que hay en la necesidad de tener fe en querer orar con una
plegaria resignada. La misma sensación de infancia, cuando abrazaba las
estatuas de mármol del jardín creyendo de verdad que las iba a despertar.
Que podía mover y transformar la quietud perfecta de su belleza congelada en
un beso que se devuelve.
En ese lugar también creí saber de hechizos, de mínimos gestos conjurados,
de polvitos sin color soplados en las palabras, siempre dadas como luz.
En papayas al medio,
en damajuanas de vidrio vestidas con redes de marineros perdidos,
en manojos de flores bordadas por una mano que sangraba,
en collares de piedras torcidas
y tazas calientes a la hora del té.

Pero el tiempo apareció, delatando lo que no nació, lo que se voló. El paso
del tiempo fue lo único que pudo cansar la fe de mi cuerpo.
Hay que cortar el suministro, no hay nadie bebiendo lo que se da, se están
formando charcos abajo mío y todos tienen el reflejo de la boca ausente. Los
charcos y el polvo levantado pueden convertirse en pantano. Las semillas se
pierden en pantanos. Hay que dejarse caer para evitarlo.
Mi energía se acabó. Necesito que seriamente nos enfrentemos a perdernos.
Necesito perderte pero tus palabras siempre me encuentran, tiritando en el
desierto de no saberme todavía, de no estar serena, de dudar, de creerte, de
tener fe.
Igual agradezco haberte amado desde el suelo, desde la tierra, desde la
mujer arcaica que siento cuando te hago el amor con lo entero de mi cuerpo.
Te amé con instinto, con olfato y con ese mismo olfato me doy cuenta de que
no puedo ser feliz con este momento, con tu falta de responsabilidad.
Necesito que me amen con responsabilidad. Frágil, tratar con cuidado.
Pequeñita y única como una tetera china.
Te suelto, pero nunca me voy a olvidar de tu forma en la mía, de su encastre
imperfecto, de la vida que había.
* * *

MATÍAS VERNENGO

matias Posted by Picasa


mencionado por:

Jorge Rivelli

menciona a:

Javier Adúriz
Ricardo Herrera
Jorge Aulicino
Fernando Kofman
Santiago Espel
Juan Giménez Victorica


bio/biblio:


Matías Vernengo, Buenos Aires, 1963. Poeta y editor. Ha publicado los siguientes libros de poemas: El gesto del que danza, 1994 (Tercer Premio Municipal de Literatura Luis José de Tejeda 1993, Córdoba), y El ojo y la cerradura, 1999 (Mención especial del concurso 1999 de Ediciones del Dock). Ha colaborado con poemas en las revistas de poesía: Omero, Hablar de Poesía, Barataria y La bota literaria. Su tercer libro, Cuaderno Blanco, aún permenece inédito. Es editor, egresado de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA.

Poética:

El poeta no duerme, escribe. Empuja a la inversa. Trabaja una materia ambigua: un recuerdo preciso, metálico, una incisión en el agua. Y sabe caer al caer la noche, y no caer.

Poemas:

ANIMAL NOCTURNO

No es el ala su escritura, sino
esa membrana que forma entre sus dedos
el insomnio:

............ese ir y venir
bajo los techos
de un asunto privado,

ese casi dolor

ante una mínima
insinuación
de la luz.

de El ojo y la cerradura, Buenos Aires, Ediciones del Dock, 1999




LA PESTAÑA POSTIZA

Desesperadamente
araña la madera del cajón

(la creyeron muerta,
la enterraron con todas sus honras
y maquillajes).

Afuera no hay nadie
y la conciencia del mundo en ella
vacila.

Insiste con las uñas
con las rodillas
los tacos,

hasta que al fin el párpado izquierdo
se pega al ojo para siempre
y la pestaña postiza
(como una mosca aplastada)
queda en mitad
de la mejilla.

de El ojo y la cerradura, Buenos Aires, Ediciones del Dock, 1999




UNA ARTERIA

Un tronco reseco
..................a la deriva

arrastra materia degradada en el tiempo,
fragmentos fijos de memoria,
bolsitas negras y blancas.

Un tronco reseco
.................a la deriva

por una arteria aún flexible del insomnio
que lentamente se endurece.

Publicado de revista Hablar de Poesía N° 10, Diciembre de 2003



EL CHARCO

Un mecanismo complejo se exige demasiado
y provoca un desvío: el tiempo derrama
un fluido oscuro en el metal.

Prolijamente
...................algo se vacía
...................de contenido

y produce un charco alrededor.

Publicado de revista Hablar de Poesía N° 10, Diciembre de 2003


LA CAIDA

Acciona el contestador, sube
el volumen de la música,
se mete en el baño
y cierra, cierra.

Y el cansancio del mundo concentrado
en ese instante, en esa gota
que engorda
en el borde inferior de la canilla

se anuncia como una caída
leve
contra la losa blanca.

Publicado en revista Barataria N° 7-8, diciembre de 2002.
* * *

PABLO KEYES

Mencionado por:

Florencia Minici
Karina Maccio

Menciona a:

Osvaldo Bossi
Walter Cassara
Florencia Minici
Nadia Gimenez



Bio:




Nací en Buenos Aires, en 1978. “El Escribiente” (2006) es mi primer libro.
Junto a Florencia Minici, coordino el sello editorial “Flora y Fauno", concebido a partir del ciclo de lecturas homónima.
También escribo un blog (www.elkapullo.blogspot.com) a modo de archivo de ideas para futuras poesías y como espacio de “libre expresión” (es decir, porque tengo tiempo libre.)
Contacto: polniuman@gmail.com


Poemas:


(extraídos de “El Escribiente”, 2006. Flora y Fauno Ediciones.)




2.


me dan ganas de mentir
de ser inventor a veces




Pero a mí no me hicieron para eso.
A mí me nombraron
penitente
escribiente.
Así, en las asambleas de la noche
me asignan los trabajos de vigía
-anotar, fichar, tener en cuenta-
Son tareas lunares
y como en las horas del juzgado
mi desempeño es invisible
pero alguien tiene que…
y por eso, ocupo el puesto
me uno al ectoplasma obrero
y aunque años atrás las fábricas hayan cesado
repongo el sonido
para que otros oigan
la mecánica del trueno.

Enseguida me deslizo hasta los dormitorios
sin un murmullo
con paso de ángel
cucaracha
y tomo audiencia a los que sueñan
cambio de posición sus ojos y sus cráneos.
Cada visita me da otro panorama
yo nunca trato de saber
cuál es el verdadero.

Pero en las noches donde algo terrible acecha
y los chicos en la calle exponen
su canción larga de resaca
mi pensamiento sujeta al barrio
le pone orden y lo parcela.

Con paños húmedos limpio las heridas
limpio y desinfecto
los pies sangrantes de San Justo.
¿Podré resucitarlo?
no lo sé, o lo sé
veo a San Justo el niño mártir
envuelto en bolsita negra de basura
decapitado
¿o es que la cabeza aún no le crece?

yo solo digo lo que veo
digo solamente una palabra
“capullo”
una palabra
que nadie entiende.

***


yo soy el bicho
¿se dan cuenta?


4.


esparcieron el rumor
como un incendio
“algo le pasa.... es muy callado”
“lee mucho”

algo pasó conmigo (no me acuerdo qué)
dejé la casa en silencio
(cuando abandono un lugar -creo-
siempre una parte mía
se queda muriendo.)

Y pensé: “Mi territorio es de noche”
No ésta, ni aquella noche
sino la otra orilla
la de los gatos en celo.

¿y el niño?
tiritaba bajo cartones en la vereda
¿y la mujer?
había enterrado la cabeza en su propio sexo.

Y sin embargo, sólo digo la anécdota.
Soy la periferia del secreto
el silencio filoso que merodea el centro.

***

7.


Es dormir el objeto más extraño.
Lo traerá el viento de la madrugada
hacia terreno infecundo
del otro hemisferio.
Antes de tocar mi frente
sus dedos tibios hacen la lluvia
pequeña y musical.
Podría darle caza en una caja de zapatos.
Y todos los animales de la liturgia
se pasean inquietos por mis subsuelos.

- ¡Empujá toda esa abstinencia bajo la lengua!
dice papá.
Y no parece justo
interrumpir la vida de ese modo.
Pero hay noches que él me alcanza,
apoya sobre mi pecho su Biblia
esperando sienta el peso de La Palabra.
Yo sueño un caldo espeso:
gusanos, sapos, elfos.
Y bajo a las cuevas.
Las colmo de porcelanas y de cristales,
de juguetes
espejos, tapices, incontables bienes.
Sin embargo, nunca creo la propiedad privada.
Alguien me indaga ahí dentro
¿una mano intrusa?
¿algún vecino?
¿alguien que con tijeras irrumpe a mutilar?

***

Poética:

Comparte, con la de Florencia Minici, un proyecto: la exploración de una zona, alejada de los brillos de la fiesta y la ensoñación de la siesta. Entiendo a la poesía como laboratorio, como búsqueda de realidad. En continua transformación –o metamorfosis-, los poemas que componen “El escribiente” fueron piezas buscadas y encontradas, que bajo un orden pautado -de archivo- me dan pistas para entender el mundo, tal como hoy se me presenta.
“El Escribiente” queda ante una encrucijada respecto de su poética: la escritura como mecanismo de salida del mundo sentimental, la publicidad como regreso.
Sin embargo, el miedo al futuro ya no puede ocurrir: “las víctimas, las “pobres” víctimas de la periferia, ya no recorren Buenos Aires como fantasmas. Buenos Aires no existe. La zona está ahí, pero Buenos Aires no existe.” (Florencia Minici)
* * *

SILVIA DABUL

silvia Posted by Picasa


Mencionada por :

Carolina Massola

Menciona a:

Jorge Leonidas Escudero
Arnaldo Calveyra
Javier Cófreces
Eduardo Mileo
María Julia De Ruschi
Guillermo Piro
Inés Pereira
Alberto Muñoz
Cecilia Romana
Carolina Massola


Bio/ Biblio:

Nació en Mendoza en diciembre de 1962. Es pianista. Publicó "Lo que se nombra" (Ediciones En Danza 2006) y en las revistas "Hablar de poesía" y "Eripio".
Ha sido incluida en numerosas oportunidades en la programación del Teatro Colón de la Ciudad de Buenos Aires. Ha realizado estrenos mundiales y primeras audiciones en Argentina, tanto como solista de la Orquesta Filarmónica del Colón y de la Orquesta Sinfónica Nacional, o como integrante de diversas formaciones de música de cámara.
Tiene registrados tres CD, dos de ellos editados por el sello “Clásica” con obras para dos pianos y uno de reciente aparición para el sello europeo “Focus Recording” con música para dos pianos y percusión.
Importantes compositores argentinos han musicalizado sus textos.


Poética:

Escribir para des-entrañar. Tomar –cuando es posible– distancia. Intentar, desde allí, que lo grabado en la carne se vuelva disciplina de sombra y luz.


Poemas:


SEÑALES

1- Aire Sacro

Se adormece la lengua
y mientras bailan fantasmas
el viento golpea
la puerta de una capilla.

La única llave gira en falso
como un zumbido
empecinado en ronda frenética.

Cementerios y dioses
se asemejan
en la dialéctica del hedor,
maniobra afín
al éter sin campanas
que gira como una llave inútil,

mientras la puerta
repite el mantra:

se golpea
y se golpea.



2- De la inexistencia de un aroma y una pierna

Hoy murió, a las diez de la mañana,
el hermano de mi madre.
Lo hizo esta vez completamente,
su pierna derecha había muerto solitaria
algunos años antes.
Es posible que fuera la izquierda,
pero no es esto crónica,
y a los efectos del verso
es sin duda mejor mantener
-aunque dudosa-
la derecha ausencia intacta.

Ya Bayley hizo trepar a ese hombre
por la pared al piso trece,
y no le puso obstáculos en el camino
cuando se detuvo a aspirar
el improbable olor
de hortensias y malvones.

Así yo,
amparada en la impunidad del poeta,
preclara,
sin ambigüedades,
me dispongo a amputar
la pierna equivocada de mi tío muerto
a las diez de la mañana,
el hermano de mi madre.



3- Flores en tu espalda

De regar el jardín,
ha vuelto de regar
con cinco florcitas de jazmín del cielo
adheridas las cinco al abrigo en la espalda.

Hace días soñé
que Marosa le hacía crecer a Mario
una flor enorme de zapallo en el centro
mismísimo centro de la espalda,
una flor grandiosa que cuando a Mario le nacía
ya no era de zapallo sino un tulipán.

Estas etéreas ignoradas, tan diminutas.

Y así,
llevando flores de plumbago camina,
y evocan sus gestos los gestos de siempre:
un hombre en sus asuntos de hombre que se mueve,
si bien al moverse, jazmín en la espalda,
todo lo que toca parece imbuirse
de una ligera,
plumbígea
fragilidad.

Ahora no,
mañana,
cuando no estén húmedas
y vuelva a ponerse el abrigo
voy a quitárselas cuidadosamente,
como se manipulan,
desprenden,
¿olvidan?
las cosas delicadas,
las cosas celestes.

Del jardín.

Son cinco florcitas.

Húmedas.



4- Del nosode y el ánfora

De qué habla cuando habla,
huésped de suelo inestable
consagrado a la captura
de historias sin objeto.
De qué habla cuando oscila
entre enigmas
de flores multifónicas.
En tránsito de pertenencia
a la estirpe de lo impreciso
acuna un ejército de plomo
que sueña su fundición en cántaro.
Hipótesis sin asa
para barro inaferrable,
lleno de líquido proteico
que al derramarse en vaivén
adquiere la consistencia
de la dilución del merodeo
y de la bruma.




Los poemas 1, 2 y 4 pertenecen a “Lo que se nombra”. El 3 es inédito.
“Señales” o alusiones:

1- “La tierra devastada” de Thomas S. Eliot.
2- “Un hombre trepa por las paredes y sube al cielo” de Edgar Bayley.
3- “De la espalda de Mario nace una rosa...” de Marosa Di Giorgio.
4- “Preámbulo a una historia sin sujeto y con objeto” de Santiago Kovadloff.
* * *

ROLANDO REVAGLIATTI

rolando Posted by Picasa


mencionado por:

Yanina Magrini

menciona a:

Simón S. Esain
José Emilio Tallarico
Kato Molinari
Fernando Kofman
Darío Canton
Alejandra Pultrone
Gerardo David Curiá
Manrique Fernández Moreno
Alicia Grinbank
Alejandro Méndez Casariego
Horacio Félix Herrera
Daniel Rubén Mourelle
Marta Braier
Gerardo Lewin
José María Pallaoro
Daniel Battilana




bio/biblio:

Rolando Revagliatti nació en la ciudad de Buenos Aires en 1945. Además de
dos volúmenes con cuentos y relatos ("Historietas del amor", "Muestra en
prosa"), uno con su dramaturgia ("Las piezas de un teatro"), la antología
poética "El Revagliastés", publicó los poemarios "Obras completas en verso
hasta acá", "De mi mayor estigma (si mal no me equivoco):", "Trompifai",
"Fundido encadenado", "Tomavistas", "Picado contrapicado", "Ardua", "Leo y
escribo", "Pictórica", "Corona de calor", "Sopita", "Del franelero popular",
"Propaga", "Desecho e izquierdo", "Ripio". Diez libros suyos cuentan,
además, con ediciones electrónicas disponibles, por ejemplo, en
http://www.revagliatti.com.ar. Su dirección es rolandorevagliatti@gmail.com.



****************************************


Para pequeña declaración acerca de mi poética, improviso:



Acaso a una respuesta me acerque aquí asentando que:

"No tan sólo de un pan de jabón
de lavar la ropa extraigo un poema

No tan sólo sustraigo
un *verdadero* poema
de los pechos siliconados
de una grotesca pornostar

sino que, también, del depilado escroto
de Kiwi, el Ateo."




**********************************
Poemas:


Mil novecientas ochenta y cuatro


1



Una martingala deshaciéndose entre los dedos de nuez

/fosilizada

una martingala permitiéndose corroerse cuando no

/admita lo cavado de su desasimiento

una martingala distrayéndose, jugándose la cruz, la rosa

/y la sangre (y sus poco demoradas equivalencias)

una martingala, que no dos, que no cinco ascuas o

/catorce herreros apostando al refrán que les incumbe

una martingala que no varias veces mi corazón capitaneando la miel y la


/discordia (bugui-bugui echado sobre tus orejas ininteligibles)

una martingala que arracime en navidad flor y coliflor, col y caracol,

/prédica y predicamento, claro que sólo en navidad

una martingala en terrones crapulosos de semen del medioevo

una martingala con esparadrapo y una martingala con un talismán

una martingala absteniéndose de saludarme en los días de lluvia

una martingala como ella sola

una martingala para quien aprese al que dejó la estridencia en el rellano

una martingala con barbijo de hierbas

una martingala castellana en Indonesia

una martingala con estupro y cuernitos de grasa

una martingala que vocifere cuando las demás lloren

una martingala para mediocres cautos, brillos menores (clásicos
espolvoreados

/en mis retahilas)

una martingala con las naves abiertas cuando no las venas

una martingala que tuviera a bien el ombligo aceitoso de un querubín

una martingala "con mi hermana no te metás"

una martingala tanto es así, que atrabiliaria, sin cortapisas, consabida,

/tórpida, de chiripa y demodé

una martingala que cante al cerciorarme de tu cuerpo entretenido

una martingala crónica de pesares -digamosló (como Lacan) todo: colgajo

/para peces anfibios y otras enumeraciones

una martingala recia y núbil, que no se disipe al exponer la cópula que

/erosionaría al más pintado

una martingala para quien estime la contundencia de la traición libre

una martingala que el domingo ocho de abril y siendo apenas sí pasadas las

/veinte subsuma al alfabeto, arranque el ejercicio cadencioso de Breton
a

/Breton, de conspicuo a conspicuo, lo desmienta mañana disfrazado de

/lunes o luna, caratule este poemastro obstinado e inducido de
martingala

/y decuplicación, de reverencia surreal, vaciándome las glosas globosas,


/todo por una martingala...: yo recuerdo al conjuro de este examen

/perentorio, nominado, mil novecientas ochenta y cuatro martingalas!



*2*

* *

Una martingala para aherrojarse las monjas

una martingala para comer en público

una martingala cuya mamá la "asme"

una martingala espécimen fortuito de las uniones difusamente plausibles de


/codornices y emperatrices, sordos y sorbos, cabos y rabos, piedras y


/hiedras, emasculados y sobreañadidos, púberes e impúberes, capitales y


/trabajadores

una martingala para nunca decir nunca, siempre y jamás

una martingala que contemple los lindes entre basarse y besarse

una martingala que amarroque pendencia

una martingala pedestre, que no ecuestre, pero...

una martingala para cadáveres eternamente deliciosos

una martingala caliente como la tía de mis sueños

una martingala para no darse cuenta de lo que hace falta

una martingala que desbroze turgencias (las que imaginan)

una martingala para prosódicos en plan de lucha

una martingala que denuncie el índigo, las frambuesas, el pachuli,el
gemidito

/y la electricidad

una martingala para padrastros y padrillos

una martingala por la mitad o sin acotaciones

una martingala con tachas (sin embargo, donde reclinar la cabeza)

una martingala que se precie, que se justiprecie

una martingala "delito en la isla de las cabras" enfebrecidas

una martingala trago va, trago viene

una martingala fácil de repujar

una martingala huracanada que huracanee

una martingala que cede una martingala

una martingala que se dé

una martingala chiquita pero "de-grande-el-esternón"

una martingala que porfíe de balde

una martingala que se escriba al correr de la pluma de pato silvestre

una martingala que farfulle en jerigonza

una martingala madre de dios ahora y a deshora con dos gotitas de *cognac*

una martingala para cónyuges de cera o expresión ceruminosa

una martingala adorable, sucinta, mensual o de mantenimiento

una martingala atchís

una martingala ejém

una martingala que el más obsecuente mandaría al carajo

una martingala que bajo y a voces

una martingala para fregarse en los bien pensantes, en los bien hablantes y


/en los malvivientes

una martingala para Lacustre Narcilando

una martingala para la jauja

una martingala, cifra borrosa, tantas como mil novecientas ochenta y cuatro


/martingalas!



3



Una martingala crispada la grafía

una martingala para que en el calendario de santos, una viuda virgen y

/matrona, alterne con el abad beato Raimundo de Fitero

una martingala que se juegue a los dados sobre un paño de lágrimas

una martingala que declame: "Me voy con la lechuga para no volver,

/residente bárbara (acaso ubicua), observé que ustedes observaron, en

/éxtasis patibulario se nos recibe con la masticación"

una martingala de su propio peculio

una martingala que habría sangrado como flor obtusa

una martingala para misántropos encarecidos por sus madres

una martingala con botamangas y a barlovento

una martingala para la utilería -¿melancoliforme?- de la Otra Escena

una martingala rediviva de pura morible condición

una martingala inaudito cetáceo

una martingala, una miscelánea y una moraleja

una martingala por hipocorísticos preñada: Abel-Beli; Buenaventura-

/Ventura; Candelaria-Camucha; por orden, ordenando: Daniel-Dani;

/Eugenia-Geni; Francisca-Frasquita; de a tres siguiendo: Guido-Guy;

/Heliodoro-Doro; Irene-Renita; con ton, con son: Josefina-Fina;

/Lucía-Lucha; Modesta-Mota

una martingala para "cuando venga papi, no se lo digás"

una martingala especie de borbotón con la que atentar cuando

/decaigan los sobrevivientes

una martingala para breves cartilaginosos

una martingala en cuarto menguante y cocina kichinet

una martingala para bebés apócrifos "ámame mucho"

una martingala para egregios con consideraciones sobre la paja en el ojo

/ajeno

una martingala recta trayectoria por el laberinto

una martingala para benignos rastacueros

una martingala para bustos detrás de los que asoman, atisban, convocan...:

/Janet Leigh, Silvana Mangano, Magalí Noel, Thelma Stéfani, la Ekberg

/y -hay que nombrarla- María Schneider

una martingala equis como quien dice ene ene

una martingala para los fallecidos adjudicatarios de nuestra inquina
pulsional

una martingala oriflama que nos aleccione en impudicia, sevicia, codicia y

/estulticia

una martingala que berree sin frunces

una martingala para revisores de cuentas, con dibujitos y atrocidades

una martingala con el vestuario raído

una martingala multiorgásmica, multinupcial y múltiplo de las mil y una

/noches

una martingala que se confiese con dos monedas de rubor

una martingala con los repulgues espolvoreados con caolín

una martingala de sastre en sastre

una martingala que inspira, permite que el aire se aburra adentro, y muere

una martingala para la autografía: biojoda seria que atañe al autor

una martingala con damisela en un coche y perro de aguas

una martingala caótica caótica escrutada por un apóstol

una martingala a la que se le vean los huesos

una martingala con corazoncito en la corteza de un financista

una martingala pura, sin soda, sin fernet

una martingala desestimada en los grandes salones

una martingala que clitoréa

una martingala ráfaga salutífera de mil novecientas ochenta y cuatro

/martingalas!



4



Una martingala al denostado cielo si "va a nacer el testigo de mi muerte"

una martingala que aspire a escribir bien, sin mirar a quien

una martingala rea de día

una martingala para Gonzalo, quien siendo el amante de la amiga de la

/novia de Gonzáles, de pasada, es directamente el amante de la amiga de

/su amante

una martingala con decimales en la leche

una martingala venenosa y una martingala venerable

una martingala grandiosa del revés

una martingala que aquí se ponga a cantar que otro gallo cantaría

una martingala que habría tenido que enfrentar las tensiones que le causaba

/ la relación simbiótica de tintes narcisistas que le imponía su madre

una martingala con espuma en el sueño

una martingala con locuela omitida

una martingala que crepite su fatalidad

una martingala con frases robadas en los jardines de Quilmes

una martingala con epitalamio subido de tono

una martingala parodia de una martingala

una martingala pasible de ser esgrimida como recuerdo

una martingala vieja bisoña, ex neutra, a tanto la erre de ríspida y de

/recurrente, a tanto la erre

una martingala suprarremal con la que entrenarse en malabarismos

/suprarremales

una martingala con "acceso carnal a mujer de buena fama, mayor de doce

/años y menor de veintitrés, logrado con abuso de confianza o engaño"

una martingala que homenajee sin asco

una martingala para final de oda de mil novecientos ochenta y cuatro por
/mil novecientas ochenta y cuatro martingalas!





(de "Obras completas en verso hasta acá")




***




*A Nicolás Olivari*

**





A las Musas de Olivari

se les ha perdido el tiempo

y dicen que La Guadaña lo tiene



A las Musas de Olivari

se les han perdido las cariátides

y dicen que El Musicante Rengo las tiene



A las Musas de Olivari

se les han perdido la concatenación

la conclusión

y hasta la contracción

y dicen que La Anemia las tiene



A las Musas de Olivari

se les han desarrapado las rimas

y culpan a Lo Primigenio

y a Lo Precox



A las Musas de Olivari

como no les alcanzan las calles ni los cines

en las lecherías destartalan

las tres perfidias de sus madres

y polvos de sus padres

A las Musas de Olivari

no las calientan ya los tangos

ni los improperios de los psittacus erythacus

ni La Bondad

ya nada de nada las calienta



A las Musas de Olivari

las declamaciones gimoteadas

las inducen a menudeos bochornosos

cuanto más feos

más hermosos



A las Musas de Olivari

el folletín las priva

de unas opacidades hijas

de otras retóricas

primas dilectas del horizonte

sobrinas trascendentales del brillo de la luna

tías de otoñal avidez de elíptica prosapia



A las Musas de Olivari

el tranvía las entona en general

y las redime

o las apena en un declive muy

particular



A las Musas de Olivari

se les cansan las patas y los parentescos

y se les han perdido las confluencias

y dicen que Olivari las tiene



A las Musas de Olivari

se les ha perdido el Olivari y dicen

que La Socarronería

- a préstamo –

lo tiene



A las Musas de Olivari

las musas de otros bardos

les tiran, también ellas de duelo,

[desconsideradas

guirnaldas, canéforas, usadas coronas

insolentes búcaros y ramilleteros



Las musas egregias de otros bardos

fuera de sí apuntan a locas

dentro

del desmesurado hastío sucintamente civiloide

y cuerdo.



(de "Ripio")




***


*"Sense and sensibility"*

**





¿Qué es morir por amor?

¿Cómo es percibirse desesperada, exactamente?



¿Cómo es no negar la estima que por él siento

exactamente?

¿Cómo sería creerse estimada por quien tampoco

niega la estima que siente por mí?



¿Cómo es

saberse pobres como nosotras, exactamente?

¿Cómo es ser pobres, y además mujeres

como nosotras?



¿Cómo es esperar

y esperar

la confirmación del amor por una

de ese a quien se ama

exactamente?



¿Qué es ser

de las que se quedan esperando

a que ellos ordenen sus desórdenes

exactamente?

¿O de las que quedan bebiendo

absortas y a solas su té

improvisadamente en la escalera?



¿Cómo sería ser alguien

que ya no protagoniza

más que su desolación

exactamente?



¿Cómo es

ser sensata, exactamente?

Ser amada, pero no lo bastante

¿qué es? O, ¿cómo preguntarlo?



¿Qué es ser, ser

a lo largo y sentido de todo un soneto de Shakespeare?

¿Quién muere

y muere

de amor

y fiebre

exactamente?





*"Sense and sensibility"* ("Sensatez y sentimientos"), filme dirigido por
Ang Lee.




(de "Picado contrapicado")
* * *

LARA DOMINGUEZ

mencionada por

Luciana Lamothe
Pablo Roca

menciono a:

Pablo Roca
Julia Torquatti
Ceferino López
Aníbal Zaldívar
Roberta Iannamico
María Paz Levinson


bio/ biblio:

nací en Villa Gesell en 1981. ahora vivo en Boedo. me gusta leer y escribir poesía.

ars poética:

el hilo con el que coso todos los pedazos. luz en el espacio intermedio entre las cosas y yo.

Poemas:

fragmentario




Agua era la materia
agua salada
la materia de los pensamientos
cuando mi corazón era diminuto
un diminuto caracol ciego


Dulzura de sentarse sobre la vértebra de la ballena
a contemplar la caída del otoño sobre las cosas
todo pierde su agua
el cielo es una luz que se apaga
el gran líquido estéril se repliega sobre sí
la sal se enfría


Agua que no se puede beber
Agua de desierto
Universo bamboleante de los peces
Opacidad de la masa escurridiza
Reacia al sumergirse de los cuerpos


Playa sin piedras
Toda piedra pulida
Amarilla
Bofetada de arena
Que me da el viento:
No quiere que llegue a la orilla
Que tome un trago
De agua prohibida

* * *


alma de diamante


Arena de oro cae de los plátanos de 33
me baña en oro
miles de kilates en los ojos del gato de 33
muerto de calor-casi ciego de calor
se arroja a mis pies sobre la vereda ranurada reluciente de las vecinas
sobre el futón de frutos dorados desgajados
panza hirviente arriba dispuesto a recibir mi mano como un cofre abierto
* * *

ANA PORRÚA

ana


mencionada por:

Mario Arteca
Osvaldo Aguirre

menciona a:

Arturo Carrera
Juana Bignozzi
Silvana Franzetti
Irene Gruss
Osvaldo Aguirre
Mario Arteca
Carlos Ríos
Marcelo Díaz
Mario Ortiz
Matías Moscardi
Andrés Gallina
Luciana Caamaño
Fabián Iriarte



bio/biblio:

Ana Porrúa (Comodoro Rivadavia, 1962) es ensayista y escribe poesía. Ha publicado con trapos en la boca (1992), hormigas y samuráis (2001), el chenque (2005), dos antologías de poesía latinoamericana (Traficando palabras y ‘Alicia en el país de las pesadillas’ y otros poemas) y un libro de crítica sobre Leónidas Lamborghini, Variaciones vanguardistas. Vive en Mar del Plata.

Poética:

Escribir con lo mínimo la máxima intensidad.


Poemas:

De hormigas y samuráis, Buenos Aires, Melusina, 2001.


hormigas



I.
una vida alrededor
del alimento.




II.
eligen los muertos
en un campo de batalla ajeno.
la caparazón dura y brillante
del insecto medieval:
diminutos mosaicos luctuosos
bajo la presión de sus pinzas.





III.
el fragmento del ala de una libélula:
imposible tocado de novia
(tul imaginario)
sobre la cabeza
de la obrera.




IV.
una vida alrededor
de los huevos que la reina
deposita en tierra.




V.
las blancas pastillas
luego blancas larvas
que ellas lamen y cuidan:
el presente
como esquirla del futuro.




VI.

"En un hormiguero nadie se preocupa por las águilas"
Henri Michaux




hay universos que nunca se juntan
las hormigas son ciegas a la altura:
su única mística es la del trabajo.






VII.
lo diminuto
no ve la forma
del que captura.




VIII.
la hormiga reina no ve más allá
de su enorme vientre y sus bellas alas:
principio y fin del universo.




pedagogía del samurai



1.
maestro de samuráis:
sabe de garzas y dragones.




2.
que la garza no mate
el fuego
que quema.




3.
elegir las propias armas
(ballesta, lanza, arco)
y usarlas.



4.
el pincel y la espada:
dos caras
del papel plegado
de la experiencia.




5.
se enseña
la forma del ideograma
y sus sentidos.
nunca
el trazo.






6.
el conocimiento
como sucesión de pequeños actos
pero también
como caída en el abismo.





7.
no hay pedagogía del vacío/
la caída se ejecuta/






8.
solo
sobre la gran ola
de hokusai.




9.
solo
en el jardín
de arena y rocas.



10.
el maestro espera
y escucha
cuando el samurai
regresa
de la gran ola/ del jardín seco.



11.
el maestro
también usa las armas:
marca
los puntos ciegos.




12.
‘no dulces hijos/
guerreros que ensayen sus golpes
sobre mi columna’.




De el chenque, Mar del Plata, dársena3, colección “El pez de plata”, 2005.


(14)
acá no hay garzas. acá no hay línea rosada (salvo en la tarde
como incrustación del cielo). acá no hay flamencos. acá no hay,
ni hubo, ni habrá dragones. acá hay martinetas (negro y blanco,
una pluma y otra pluma en contraste camuflado). acá hay maras,
distorsión de la liebre que a su vez es desencanto del conejo. acá
hay piches, corazas. acá hay viento. acá hubo tehuelches. éramos
nosotros.



(19)
acá hay uñas de gato y dientes de león. se chupan el agua. se la
quedan, como los camellos y los dromedarios. hacen hojas
carnosas tubulares y con ángulos. las flores tienen rayos
finísimos, pétalos que parecieran elegir una lógica inadecuada.
esto hay: y la mancha rosa viejo de la mata que se extiende en la
arena de la costa. pero acá hubo una retama, resguardada por la
placa de hormigón. pocos, muy pocos colores rompen el
continuo. se necesita una mirada educada en lo liso. se necesita
un ojo que pueda descansar sin arabesco, que no pida lo que no
hay. que no pretenda.
* * *

JORGE CONSIGLIO

jorge


mencionado por:

Florencia Abbate

menciona a:

Alicia Genovese
María Rosa Mó
Marcos Herrera
Jimena Néspolo
Claudia López

Poética

Intento dar voz a ciertas instancias esenciales, vinculadas con lo celebratorio o con la arbitrariedad y la pérdida, cuya luz, por alguna misteriosa razón, resulta inusual; es decir, una manifestación de la ruptura en la visión cotidiana del orden del mundo. Para llevar a cabo esta tarea, que tiene que ver con una directa confrontación con lo inefable, me valgo de imágenes que brinden –desde lo semántico y desde lo puramente musical- un indicio de esa vasta otredad como si se tratara de un destello o de un sabor fugaz.

bio/biblio:

Jorge Consiglio nació en 1962. Es licenciado en Letras por la Universidad de Buenos Aires. Ha publicado cuatro libros de poesía: Indicio de lo otro (1986), Las frutas y los días (1992); La velocidad de la tierra (2004) e Intemperie (2006); un libro de relatos, Marrakech (1998) y la novela El Bien (2003), que recibió en España el Premio Ópera Prima Nuevos Narradores


Poemas:

Selección de poemas de Intemperie (2006)


La Rata

No entiende el sueño
como dejar de ser
lo que la realidad demanda.

Desconoce la vejez
como apariencia del tiempo,
la forma ovalada de su cráneo, las uñas,
el gusano eventual que mañana
arderá en su paladar.

Es metódico presente,
sombra acorralada.
Cuenta con el límite de su ánimo:
está cómoda en el íntimo teatro del miedo.

Ahora muerde un trozo de pan.
En la boca, puro holocausto,
trabaja su lengua y la secreta circunstancia
de la saliva.
Mastica, vale decir, con un aire ausente.
Está inmóvil en su cueva.
Tiene la mirada fundada
en la economía y el sigilo.

Vive corrida
por el desesperado índice de su deseo.
Al perpetuo abrigo de la huella que amenaza.





A cielo abierto

Trepa por una viga y se aleja.
La madera se ofrece
dócil al roce de su piel.

Si bien el cielo es duro y limpio
sabe que la intemperie
determina engaños: no existe lo que llaman soledad.

La memoria del hambre
determina su rumbo.
El bigote rígido y la leve tristeza
que le describe el cuerpo,
lo dicen.

Está andando sobre un techo y de pronto se detiene.
Levanta apenas la cabeza, yergue las orejas:
distingue el día.
Ve la brumosa claridad que se aprieta
contra el mundo.
Ni por un momento olvida
la piedra oscura que guarda en el vientre.


Lo imposible

La veo tan cerca que creo
aceptaría mis manos.
El engaño, como a todos, me vasta.

Mueve la cabeza,
intenta oler aquello que ocurre y no ve.
Parece que dijera pérdida o consuelo.

Parte su camino: un mamífero más que deambula a ciegas.
No hay manera de anticiparle el rumbo.
Cuenta con el mismo sentido
que el líquido que se derrama.

Tiene el paladar impregnado
con el almíbar de los desechos.

Ahora se sumerge en un silencio
que ella misma no tiene y
se aferra a sus entrañas.
Conoce, y no lo sabe,
el horror desde donde nadie lo mira.

Abre el oscuro cofre de su boca,
se relame, con la lengua
repasa el confín de sus labios.
Su aliento desestima
toda peregrina idea,
sea o no de eternidad.
* * *

MELINA PERLONGHER

melina



mencionada por:

Mauro Lo Coco

menciona a:

Veronica Garcia
Marcelo Cabot
Mauro Lo Coco
Santiago Castellano
Mariano Muente
Cecilia Eraso


Poemas:

Extraidos de: Botanica (2003, aun inedito)

1.

cala


el tiempo de una lila en florecer


orquídea bendecida en mercurio


envejece el rosal


explota el grano de maíz


camelia llena de ojos

todo sucumbe al milagro.



2

baobab

los gorriones se vuelven libélulas:


nieve,

lágrimas de azaleas.


5.

La princesa no cuenta pétalos:

siempre hay un rey en su destino.

8.


Elizabeth se cubre de baba y vuelve a nacer


espina reticulada de pitonisa


grita verdad mentira


y se pinta la lengua


la punta le fibrila


el veneno en el techo


cuántas horas faltan, pregunta

para la próxima cita.




poética

Me gustan los versos cortos, las poesias cortas, cuanto mas parecido al lenguaje publicitario mejor. Para mi el logro no es llegar a la biblioteca de la gente sino a la puerta de su heladera.


bio/biblio

Naci en Capital, vivi toda la vida en Banfield, y ahora en Palermo. Naci en 1975. Estudio publicidad. Soy redactora publicitaria e hice taller entre 2001 y 2004 con Santiago Castellano y Mauro Lo Coco.
* * *

TERESA ARIJÓN

Teresa


mencionada por:

Bárbara Belloc
Paula Jiménez
María Negroni
Eva Murari

menciona a:

Por agapé, por bellum: todos los poetas, y cada uno.


biobiblio

Teresa Arijón (Buenos Aires, 1960). La escrita (1988), Teoría del cielo (1992; con Arturo Carrera), Alibí (1995), El libro de las criaturas que duermen a nuestro lado (1997), El libro de la luna (1998), Orang-utans (2000; con Bárbara Belloc), Poemas y animales sueltos (2005). Fue integrante de la revista “18 whiskys” y coeditora de “La Rara Argentina”. Entre 2001 y 2002 realizó la edición de Puentes-Pontes, primera antología bilingüe de poesía argentina y brasileña contemporánea.

ars poetica

Un perro y su sombra.
De paso.



poemas

gary snyder

Rastro de conejos,
rastro de ciervos, ¿qué sabemos?
¿Qué sabemos en la noche helada,
........bajo los pinos,
recitando el poema de Leopardi
con memoria vaga, viendo
las estrellas limpísimas que acaso
anuncian la aurora boreal?
Rastro de osos,
rastro de linces, ¿qué sabemos?
¿Qué sabemos cuando la nieve quieta cubre los vidrios
y sólo se oye el sonido del cielo, afuera, lejos?
Rastro de alces,
rastro de nutrias, ¿qué sabemos?
¿Qué sabemos a la mañana siguiente, en cuclillas,
contemplando el lago donde el zorro se mojó la cola
sólo para demostrarnos que hay cierta verdad
en las palabras?

(de Poemas y animales sueltos. Buenos Aires, pato-en-la-cara, 2005)


B.B.

No cabía en sus manos, no cabía en sus pies, no cabía en su alma cuando vino. Como una cebra montaraz, pequeña, como el pelaje de una oveja descarriada. Como escribir un poema en la mañana fría; como no escribirlo y dejar que suceda.

Deshizo para siempre el emblema de la memoria e incendió las tierras alambradas; buscó el néctar pasado entre el humo, y no encontró nada. Antes de irse, rompió el cántaro y selló la fuente.

Vino y trajo el mundo nuevo, y hablamos de ciudades como cartas marcadas, de Praga y de Lisboa y del tren que nos llevaría a Cascais mientras leíamos, como si fuéramos un poeta cetrino y su fantasma. Como si fuéramos la piedra y la honda. La taza de plata de la que bebe el ogro y la medalla de oro que luce la ogresa. Lo que oculta y nombra. Lo que nombra y lleva.

Vino como el tumulto salvaje del corazón salvaje, y me hizo conocer el relámpago y la selva verdadera, y olimos el aire de una gruta donde duermen murciélagos centenarios.
Vino para hacerme tocar el río austero, enemigo y reflejo del cielo.
Vino para nombrar a Héspero, la mirada del vigía en la tormenta, el filo del cuchillo en la oscuridad de una casa ajena.
Vino para secar el mar amargo, para que la sagrada espesura del bosque vuelva a cerrarse, para que el lobo rompa su clausura
como quien congela el metal de un candado y lo parte en dos.

(de Poemas y animales sueltos. Buenos Aires, pato-en-la-cara, 2005)

***

En el fondo de un pozo
cuya boca ha sido tapada desde afuera
sin un resquicio que permita la entrada de la luz
un hombre, solo, con una botella de agua.
Debe meditar, si puede, sobre la impermanencia de las cosas
pero en cambio elige adivinarse las uñas de los pies.
Ha fracasado en todo: ni el amor,
ni la pura poesía en estado salvaje,
ni el ideal paupérrimo de una vida dedicada al arte.
Tiene cuarenta años y no puede mirar hacia adelante,
tampoco hacia atrás. (El pasado
es una cortina de humo sobre todas las cosas;
su sola noción opaca los usos del presente,
en cierto modo lo desanda.)
En el fondo del pozo, el hombre,
que es chino y está a punto de morir pero no (y él lo sabe),
imagina que enciende un fósforo;
siente en la yema de los dedos la aspereza
de la pólvora: el fulgor repentino que lo fascinó en su infancia
es ahora, en el pozo, un sueño sin dimensión.
(Un fantasma sin cara, él mismo sin su aspecto.)
En el fondo del pozo el hombre podría ser cualquiera,
sumirse en la historia colectiva como quien cava una fosa común.
Ser víctima o verdugo: ha perdido los límites. Desconoce
el peso permanente que arrastra sobre sí.
Él quisiera dejarse deslizar por la vía más fácil:
hacer de sus sentidos afilados un aquí y un ahora.
Pero sólo conoce aquello que lo espera: el hambre, la sed.
Como un monje suicida o destinado a la automomificación,
el hombre —que antes tuvo una esposa, a la que amaba—
querría tener ahora, en el pozo, una campana.
Una campana de tañido minúsculo para anunciar que todavía sigue vivo.
En sus horas de miedo dice palabras sueltas, destajos de un poema
que no sabe o no quiere recordar. Pasa la yema del pulgar por los labios resecos. Supone que sería más fácil dejar de respirar.
En el fondo del pozo el hombre quisiera ser juez de su propia vida
e inclinar el platillo hacia el lado de los inocentes,
los que sin más que su paciencia resignada esperan
las tramas infinitas.
Pero sabe que de algún modo es culpable
de estar allí sentado, solo,
en la extrema oscuridad.

(De La vida nueva, inédito)
* * *



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: Giselle Pablovsky
: Hugo Padeletti
: Martí­n Palacio
: José María Pallaoro
:
Hansel Panic
: Peter Pank
: Daniela Pasik
: Cecilia Pavón
: Carolina Pellejero
: Inés Pereira
: Matías Perla
: Marí­a Cecilia Perna
: Martí­n Pérez
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: Verónica Pérez Arango
: Matías Perla
: Melina Perlongher
: Laura Petrecca
: Mariano Peyrou
: Paula Peyseré
: Nicolás Pinkus
: Santiago Pintabona
: Ricardo Daniel Piña
: Cristina Piña
: Liliana Piñeiro
: Rocío Pochettino
: Not Poet
: Gael Policano Rossi
: Stella Ponce
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: Mori Ponsowy
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: Oscar Portela
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: Olga Ravelli
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: Jimena Repetto
: Valeria Resenite Alvarez
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: >Eduardo Rezzano
: Sergio Rigazio
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: Noelia Rivero
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: Ricardo Rojas Ayrala
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: Claudia Sastre
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