CLAUDIA MASIN
Claudia
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Paula Jimenez
Laura Yasan
menciona a:
Mariana Docampo
Susana Villalba
Mercedes Roffé
Diana Bellessi
María Negroni
María del Carmen Colombo
María Mascheroni
Andi Nachon
Juan García
Claudia Prado
Verónica Viola Fisher
Guadalupe Wernicke
Victoria Schcolnick
Paula Aramburu
Cintia Torino
bio/biblio:
Claudia Masin nació en 1972, es escritora y psicoanalista. Publicó “Bizarría” (Nusud, Buenos Aires, 1997) “Geología” (Nusud, Buenos Aires, 2001) y “la vista” (Premio Casa de América, Visor, Madrid, 2002). Ha creado y coordinado, junto a un grupo de artistas, los ciclos de poesía “La mirada”, “Poligrafías”, “El pez que habla”, “La musik” y “El gallo y la luna”.
poemas:
Mi mundo privado
(La vista, Visor, Madrid, 2002)
(basado en el film de Gus Van Sant)
Yo ansié tener un cuerpo que practicara,
como un arte, la ignorancia de sí.
Que cayera rendido con la levedad con que caen
las hojas de los árboles. Cuando fuera inevitable,
nunca antes. Pero de tu cuerpo no deseaba
sino lo que había en él de frágil, de imperfecto:
la cicatriz que te cruzaba el pómulo, las pequeñas
arrugas en la frente. La herida
que te asemejaba a mí. Dos ramitas secas
ante la embestida de la menor brisa,
se quiebran. El camino es interminable, te decía,
da vueltas y vueltas alrededor del mundo
y en alguna de esas vueltas los que estaban
destinados a perderse, se encuentran.
Se dice que a la vera
de cierta ruta que atraviesa el desierto,
es posible hundir una vara en la tierra reseca
y en algún momento brotará el petróleo como un géiser.
Anoche tuve un sueño en el que viajábamos por días
y días para encontrar el yacimiento, a la manera
de los scouts o los cazadores de fortuna
del oeste. Al llegar era de noche,
no había una sola estrella, el pozo
estaba seco. Yo me dormía y te quedabas
al lado mío, cuidando mi sueño. No estabas allí
a la mañana siguiente.
En el sueño, alguien decía:
donde tengas tu tesoro tendrás
tu corazón. Y yo me preguntaba qué pasaría
si tu tesoro se perdiera,
qué pasaría en un juego de cajas chinas
si al llegar a la última,
la que debería contener el objeto precioso,
esa, como todas las otras,
estuviera vacía.
París, Texas
(La vista, Visor, Madrid, 2002)
(Basado en el film de Wim Wenders)
Me gustaría contarte lo que veo, hablarte
de los hoteles abandonados apareciendo de la nada
en el medio de la carretera como castillos solitarios
cuyos puentes levadizos hubieran sido
dinamitados hace tiempo. Me gustaría
contarte lo que veo pero es imposible
hallar un dolor que condescienda
a ser narrado. ¿Vale la pena entonces,
emprender tan largo viaje para ir de un extremo
a otro del silencio? También es imposible
callar por completo: sé que terminaré por llamarte,
como se llama a alguien cuando se está a oscuras,
sin el auxilio de la voz, un estremecimiento
semejante al de esas luciérnagas
que al chocar contra un parabrisas en la ruta,
se deshacen esparciendo una nube pequeña
de polvo y luz, y ésa -quizás- es su idea
de un encuentro.
La raíz (1995, inédito)
¿En serio dije eso?, preguntás, recién despierta del efecto
de los químicos. A veces la voz recuerda sola y dice
lo que la memoria silencia, pero esta vez no. Parecías una viajera
del tiempo que, venida de un cabaret de los años veinte, aterrizara
en una habitación casi vacía, blanca y quieta. Te brillaban a la luz
del velador -flacos- los pómulos. Tuve que contarte,
como a un recién llegado, las vicisitudes de la casa en tu ausencia.
Sólo que en este caso, la casa que habías
abandonado era tu cuerpo. Resulta que algo te dolía anoche, dije,
de una forma que no era posible, que simplemente
no lo era, y decidió el dolor por vos administrarse algún calmante,
de ésos que parecen hechos para suspender,
junto con el dolor, toda posible noción de ser
una persona, y te calman a la vez que te colman de un sueño vacío:
campo recién arado en primavera, ni el tallito
de una flor asomando queda, todo cortado al ras,
un paisaje dormido al que el viento
empuja suavemente a un precipicio donde va a desaparecer
sin resistencia, sin aferrarse a insectos ni raíces,
a esa vida ansiosa y tímida que no quiere morir pero no puede
valerse por sí misma. Sí, eso dijiste, contesté,
y repetí tus frases como si te estuviera devolviendo
un manojo de perlas caídas de un collar que la noche anterior
se desprendió de tu cuello.
No haber estado nunca allí quisiste,
nunca en tu cuerpo, como si de una pócima mágica
vaciada en tu sangre pudiera caer la fórmula
para que aquéllos que alguna vez crecieron a la luz del sol
ahora crezcan a la inversa, abrigados en la oscuridad
que de todo protege, menos
de las palabras que se dicen mientras soñamos
de las frases que se filtran mansamente,
involuntarias y certeras, y explotan como burbujas
cuando el aire del día las toca, a la mañana siguiente.
* * *
qué lindos poemas!
estuve el otro día en la biblioteca, en la presentación de galerna. disfruté mucho de tu poesía y tu cine, ¡salud!
Julián, me alegro de que hayas disfrutado la lectura del otro día. Muchas gracias!
Me gustaron, sobre todo Paris-Texas.
Qué bueno volver a leerte! Como te dije en una oportunidad, tu escritura, la fuerza de las imágenes, la profundidad que transmitís en cada frase, me conmueven profundamente... y pensar que descubrí tu libro "la vista" una tarde de tormenta rabiosa en la que no pude irme del Ateneo por un par de horas! Y acá estamos! Muchas gracias!!
Claudia, me gusta tu poesía mucho. El ritmo, las imágenes, y también la exploración temática que hacés, cómo la percepción, o la escritura, parece meterse en los resquicios de algo impensado para sacar a la luz el poema. Compartimos publicación allá por el 2002, Alguien llama. Me gustaría que estuviéramos en contacto. Un abrazo
María del Carmen Marengo
le estaba escribiendo a alguien que conocí una vez: "también recuerdo que me hablaste del estilo pompeyano de las casas cordobesas, que conocías a rodrigo quijano, a quien habías conocido en un evento en chile junto a martín gambarotta, creo, y también hiciste una crítica a la estructura narrativa de los poemas de Claudia Masín, que tenían una estructura siempre semejante sus poemas. Un punto de desmericimiento. Cosa que me deprimió profundamente, porque yo amo esa poesía, que leía una y otra vez en las madrugadas de Buenos Aires, a veces las mismas 5 líneas, al principio del poema, o al medio, o las 5 finales, podía leerlas una y otra vez desde las 2 de la mañana que despertaba en el departamento, hasta las 7 y media que podía empezar a despuntar la mañana. Podía ser La Infancia de Iván, París Texas o Cría Cuervos el poema, cualquiera en realidad. Me dormía varias veces entre tanto, porque la radio estaba prendida, poniendo una birome como antena en una radio de coche en mi habitación, en la que eventualmente sonaba la música de la 2 por 4, y sabía que "la vista" no había sido editada en la Argentina, era un premio de Visor en España, pero el libro no había sido editado en la Argentina porque la propia Claudia me lo había dicho. Y curioso, descubrí que yo no era el único, cuando conocí a Jose, en un café de Cuzco-Perú, un café que sólo tenía 2 pequeñas mesas, y habitualmente no entraba nadie porque estaba un poco fuera del circuito turístico, es decir, con una cierta condición extrema del azar, Jose me contó que en una librería de Alicante él de entre los estantes recogió "la vista" y se lo llevó. Y tenía el mismo hábito de leer esos poemas una y otra vez".
Claudia: Si alguna curiosidad se despierta, si la tarde cae como plomo en el verano de Buenos Aires, caminando a comprar agua mineral en Paraguay...ahí en Palermo, tal vez no estaría del todo mal visitar www.desiertoeneldesierto.blogspot.com , tal vez el rato de esa lectura no sea del todo desagradable.
gracias, delfina y marìa del carmen por la generosidad de su lectura y de sus opiniones. un abrazo
Hola, me gustaron tus poemas. Mi nombre es Sara. Estoy estudiando Filología Hispánica y me estoy especializando en Literatura Hispanoamericana. Nos han pedido que elaboremos un trabajo, como si fuera una antología, con poetas del siglo XXI. Me han gustado tus poemas y tengo intención de incluirte. ¿Podrías ayudarme? Me gustaría incluir una visión sobre la poesía actual hispanoamericana desde dentro, es decir, vista por alguien que la viva.
Si pudieses contestarme te lo agradecería. Mi email: xsarae@terra.es
Muchas gracias!!
Hola Claudia,
me gustaron mucho tus poemas, especialmente uno que está en la audioteca: Resistencia. Quisiera saber si es que puedo conseguir uun libro tuyo, dónde hacerlo.
Saludos
Hola Claudia
Quizás nunca vea este mensaje, por la acostumbrada razón de llegar yo tarde a muchas cosas. Su poesía me interesa sobremanera. Soy de Cuba, también escribo poesía. Supe hubo un cubano en el jurado que premió el libro, no sé si él consiguió ver lo que yo, pero creo que es un libro definitivo, brillante, hermoso y lánguido (deseé haberlo escrito). Quisiera hallar un modo de contactarle en afán de alguna colaboración futura, o simplemente para agradecerle dar a luz poemas semejantes.
email: askmikelis@gmail.com
Saludos
Michel
Gracias Claudia por responder a mi pregunta. Ya tengo uno de tus libros en mi poder, Geología, y ahí ando, en la lectura atenta de cada una de tus palabras.
No anduve por las Heras, pero felizmente descubrí una librería acá en San Telmo, mi barrio, que cuenta con una enorme oferta de autores de poesía.
Te mando saludos
después de tantos años, volver a encontrarte acá. las ganas de verte siguen intactas. y los miles de recuerdos también.te voy a escribir. te doy tantos besos.
venite al norte, clau! te espero
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