PAULA JIMENEZ
Paula
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mencionada por:
Leonor Silvestri
Osvaldo Bossi
menciona a:
Cristina García Acevedo
Mariano Peyrou
Soraya Rizzardini
Gabriela Cabezón
Mariana Docampo
Claudia Masin
Verónica Viola Fisher
Estela Sagredo
Yaki Setton
Selene García
Juan Pablo Fernandez
Eugenia Segura
Bárbara Belloc
Teresa Arijón
Consuelo Fraga
Osvaldo Bossi
Claudia Prado
Leonor Silvestri
poemas:
“Aquella que era un sueño
mejor que la falopa”
Julián Centella
No era Bardot, Briggite
estaba lejos
de ser la chica del sueño de cualquiera, era
una chica que en las noches en vela
venía cada tanto de visita.
Conocí su casa sin embargo y me hubiera
gustado que me cante en su francés
mal pronunciado aquella madrugada
cuando mostró la foto con sus nenes
tomada antes de que se los sacaran. Un sábado
entró al baño de un bar y al salir
su gesto ya era otro, vociferando
como si nadie la escuchara. Yo fui después,
en la pileta estaba la jeringa
que envolví en una bolsa de nylon
y arrojé con disimulo al cesto. Dando tumbos
entre las mesas se fue esa vez y nunca
más la vi. A veces creo
encontrarla de noche por los bares
y me equivoco siempre cuando digo
aquella chica, me parece que es Briggitte.
I
Rosa o Carmen eran sus apodos,
como decir fiable, una mujer
que va al mercado o al asentamiento
con la misma frescura. Te ponía
más dura que una tabla la merca
que vendía Rosa o Carmen, adentro
de una bolsa de compra la traía entre verdura
de hoja y Coca Cola.
A veces llamaba preguntando: ¿esta noche
querrás que te cuide a los chicos? Si decías
que sí, contestaba ¿cuántos? Para hablarle
en secreto a su clientela había inventando
esa suerte de morse por el cual
un hijo y un papel
daban lo mismo. La equivalencia te dejaba atónita
y las respuestas nunca se adecuaban
a la pregunta inocente que hacía
entonces le pedimos : Rosa o Carmen,
esta noche cuidame a dos de veinte.
II
Y no podías dejar el arbitrario
paralelo entre bebé y pala.
Una leyenda antibolita cuenta
que una vez una mujer llegó a Retiro
con un niño en brazos.
No era una guagua, no, no estaba vivo,
era un cadáver chiquito
embalsamado y lleno de cocaína.
Por eso, cuando veías en la vidriera
un muñeco blanco y pelado de Jolly Bell,
se te venía esa chola a la cabeza.
En el lugar del espinazo habría puesto
al nene un cierre de la médula hasta el cóccix,
se habría pasado largos días rellenando
por el bolsillo de la espalda cada hueco:
falanges, huesos, órganos.
La que te hizo recordar esa monstruosa
forma de homologar niño y droga, fue Rosa
o Carmen, nuestra vecina, natural de Lima.
* * *
Ay Paulita, qué buena poeta que sos, cómo me gustan tus poemas, cuánto he disfrutado "La casa en la avenida"..
Un abrazo y brindis por tu poesía
Estoy bién impresionado. Bién sensibilizado. Quedé medio enloquecido...
RDP
Paula, te escuche hace poco tiempo leer un poema donde se cuenta una historia de la infancia, con una hermana, no lo recuerdo bien, pero me parecio una hermosa manera de retomar ese tema, que ya lo habias tratado, cierto, pero ha algo más crudo y más dulce a la vez alli. esperamos nueva publicacion... coyotesazules@yahoo.com.ar
Marcos
Muchísimas gracias a los tres!!
Paula
paula me gusta mucho.
me gusta mucho el de ¨cuidame 2 de 20¨! el 2do
podemos conseguir libro tuyo?
Yo te escribí un poema muy malo después de leer La mala vida, y después... después lo tiré al corazón tibio de la salamandra y le puse Poemas malos a un puñadito de textos que estaba preparando.
Gracias!
vaya mezcla de originalidad y musicalidad poetica!! te felicito y te invito a que veas mis poemas en las afinidades. un saludo juliano ortiz
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