ALEJANDRO CROTTO
Mencionado por:
Pedro Mairal
Ezequiel Zaidenwerg
Dolores Gil
Menciona a:
Pedro Mairal
Ezequiel Zaidenwerg
Hernán Bravo Varela
Mirta Rosenberg
Daniel Freidemberg
Dolores Gil
Jaime Arrambide
Enriqueta Racedo
Gabriel Caldirola
Biografía:
Nací en la Ciudad de Buenos Aires en 1978. Soy abogado y licenciado en letras. Los siguientes poemas pertenecen al libro "Abejas"
Nací en la Ciudad de Buenos Aires en 1978. Soy abogado y licenciado en letras. Los siguientes poemas pertenecen al libro "Abejas"
Poética:
Amor, poliritmia, sentido eufónico e imaginación verbal.
poemas:
Pido mi puesto
Frotá en mis ojos menta y nieve, y con las uñas
que hace un rato rayaron de naranja las nubes
desprendeme las costras, rascá el óxido;
teneme de los hombros, restregame
en el limón de pulpas ácidas, y con tu limpio
soplo aliviá el ardor mientras me das de nuevo.
Porque pido mi puesto, despertar.
Le hablo a su cuerpo que duerme
Ahí estás: un animal desparramado que respira
en la luz verdadera de la siesta,
y hace un rato tu ritmo trotó rápido, cuerpo
largo y sembrado y tibio.
Huelo tu olor; huelo tu olor revuelto, fértil.
Entierro de Guillermo Martínez
Se activa el óvulo sembrado, alarga manos, piernas,
forma sus órganos, aumenta, afina rasgos,
y abre a la madre, nace, asoma su ojo de varón al ruido,
se hace de dientes y palabras guaraníes,
alcanza rápido su máxima estatura, engendra
en otra dos que no prosperan y se va,
es veintiún años en la sierra cordobesa hachero,
crecen sus manos, célibe se encoge un poco y endurece
los ojos contra el sol, todo fajado por las hernias,
la cara más enorme cada vez con menos dientes, y recala
de cuidador del campo familiar de veraneo
en la casa ermitaña del arroyo entre espinillos,
y en verano porteños de cambiantes estaturas
lo buscan fascinados, y él se ríe, les traduce
un poco el guaraní, les da del guiso de cotorras
que come tras cazarlas con gomera y piedrecitas
-el índice doblado y el pulgar hacen la horqueta-
puesto con naturalidad tan fácil en el mundo,
con toda la verdad de su gastado cuerpo, y cede
ayer, queda sentado bajo el sauce con los ojos
opacos que ven lejos, y no hay nadie
a quien avisar nada, y ahora le damos tierra,
acostado y envuelto en arpillera hasta los hombros
entre el zumbido azul del sol al mediodía,
sembrado a su creciente eternidad.
* * *
Romántico! qué bueno encontrar algo de ésto, felicitaciones Crotto.
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