MARTIN RODRIGUEZ
martin
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mencionado por:
Silvio Mattoni
Fernanda Nicolini
Delfina Muschietti
Horacio Fiebelkorn
Victoria Yoguel
Juan Diego Incardona
Noelia Vera
menciona a:
Verónica Viola Fisher
Marina Mariasch
Martín Armada
Alejandro Rubio
Diego Sánchez "Gonzo"
Noelia Vera
Francisco Garamona
Sebastián Morfes
Miguel Ángel Petrecca
Guadalupe Muro
bio/biblio:
Martín Rodríguez nació el 8 de abril de 1978 en Buenos Aires. Publicó: agua negra (siesta, 1998), natatorio (siesta, 2001), el conejo (ediciones del diego, 2001), lampiño (siesta, 2004 - que obtuvo el 1er premio de poesía del fondo nacional de las artes 2003), maternidad sardá (editorial vox, 2005) y paniagua (gog y magog, 2005).
poemas:
Paraguay
¿Cuando empezó la guerra, Mariscal?
¿Corrientes no era Polonia?
El Mariscal quería pisar tierra, una vez.
Paraguay era una ciudad de agua, un pantano.
Mato Grosso-Corrientes, países de agua…
Las aguas como la piel de gallina:
llegó a Corrientes pisando las aguas,
en patas, tirando flores. Quería pisar tierra, una vez.
Con su vapor de la marina paraguaya, de una marina sin mar.
No te duermas sin haber cantado las nanas de la guerra. Decía.
Pintate con carbón no sólo los bigotes, el ceño fruncido, la bala hundida, el orificio: todo.
Después llegó la guerra, Mitre, Caxias, las batallas, una a una, en series:
Curupaytí: el flujo temporal de la batalla.
Curupaytí: 3ra columna, 4ta columna, columnas de humo hacia el fuego.
Pero fueron necesarios los niños. Los niños: la bala líquida.
”Esquema semiótico básico”: ataque-defensa, aliados-enemigos, derrota-victoria.
Pero los niños, como el agua, se escurrían en los dedos. Grababan sus figuras en el barro, temblaban con el racimo de sus dedos (la uva blanca), contra el agua dejaban caer el polvo de la pólvora como polvo dorado, se sacaban todo de encima. Incluso la guerra se la sacaban de encima: corrían como si tuviesen encima un hormiguero. Hormigas rojas corrían en ellos también.
Siguieron al Mariscal hasta la muerte, en manos de los negros-esclavos-libres.
Calcio
No me conocía hasta que vi mi camisa secándose
Calcio
No me conocía hasta que vi el árbol sin mi camisa, con su rama estirada
besando la tierra, como inclinada
ante el sol
desnudo de la tarde
en que todos los pelos se soltaron
de sus cabezas, y todas
las piedras soltaron sus pelos,
y todos los huevos soltaron sus pelos,
y la tierra ardió frente a mi camisa que ya tenía puesta,
blanca,
triunfal,
con su anillo de agua sofocada en los tembladerales del sol:
a la velocidad de la luz
el blanco de las cosas, Calcio, tomó
su lugar: no los dientes, ni la leche,
ni las tetillas, ni los huesos, ni el cristal, ni el carbón,
ni el semen, simplemente
el calcio fue un aura en la pequeña cabeza de Niño,
en su alma inclinada ante la rama que sostuvo su camisa
primera, de hombre, en el atardecer del río.
Fósforo
En la entraña o la borra
a la que nos asomamos a leer
la suerte: la leche ya está echada...
Crepita el fósforo aturdido de su imagen:
vela a su madre
junto a un río,
y mientras junta más flores
que se le pegan al talón,
el burro de la campana se echa un guascazo
contra el tronco y gime
para darle un rayo de leche último,
al final. Como un puro dios manantial, dios de la fuerza, dios del tendón.
Una última campana de bronce pega contra el árbol.
Son tan duras las comunicaciones.
Los elementos se repelen.
No hay nada que haga estallar definitivamente nada.
Poética:
tradición, poesía argentina, la política y la infancia.
* * *
Nice colors. Keep up the good work. thnx!
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martín, sos el mejor poeta joven contemporáneo, de lejos...soy tu fan.
martin eres un excente poeta..saludos
victor lopez
"El" Poeta.Me pliego al anónimo, dde siempre.
Martín: admiro la fuerza y la sangre que ponés en tus poemas, y envidio lo prolífico que sos. Saludos.
¿o al reves?
No, al revés no. ¿Por qué, Anónimo, tenés algo para decir?
¡Admirable!
Aunque menos prolífico me prgunto ¿cómo publicar en este blog?
Hola, donde puedo conseguir alguno de sus libros, gracias
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