PAULA PEYSERÉ
paula
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mencionada por:
Santiago Llach
Fernanda Nicolini
menciona a:
Graciana Méndez
Francisco Garamona
Martin Gambarotta
Santiago Llach
Natali Tentori
Daniel Buschi
Alejandro Beron Diaz
Malena Rey
Margarita Roncarolo
Lucas Tejerina
Pablo Boido
Inés Acevedo
Poética:
Política de la obsesión.
Poesia como fidelidad ultima.
Poemas:
21 de mayo. Una inmovilidad incompetente
Son las siete. Tiro dos bolsas
de basura desde el balcón.
No puedo volver a llamarlo.
Enciendo el horno para la comida árabe,
cierro el libro del Fin de la noche:
el amigo ha muerto a manos de una loca
y nadie tiene ganas de bajarle los párpados.
22 de mayo. Cuatro vinos abiertos en la alacena
La heladera desde siempre trae encima
las pasiones del horario rebalsadas.
No concuerda con mi estómago la lista,
prácticamente supone Un problema por tarro:
la leche para la noche,
el queso para la almohada,
la soja para el martirio de
el domingo se inaugura en invierno
y mañana es feriado:
manera con que sufro la especie, una merienda
frustrada una evidencia, la soledad
del Espíritu
tiene ideas hipotónicas
se suma a la queja como arengando
al jurado y al sobrino
acomodado del reino de la Pavada.
(fragmentos de La Vara, inéditos)
Revista, sàbado
-de 13 a 14pm - Al parque de sábado gris lo corro, los pulmones me dicen Te ayudo y en un rato, la poesia autocrática de RJ y el Alemán me confirma:
esta puerta tiene llave de incandescencia; el inocente entra, y el imbécil espera adornos que nunca llegan, favores secuaces de un trono
-de 15 a 16pm- Final y homeopática, hay que acompañar a la lámina
La lámina crece, incide, la lámina nos pone a un lado y nos va a congelar.. su angustia no me prende como en tiempos de La racha pero pongo cara de preocupadaLalectora y me llevo. Me dejo llevar y sé dónde, por abajo del tiempo cada vez, más adentro de la Vara
-19 a 21pm- Sentado a la mesa con las manos ue dicen, Reynaldo se distrae con cualquier cosa. Es su fuerte y su mártir. Pierde el norte como si perdiera las llaves y en algun sentido triunfa en su desidia. Toda una manera de perder
(fragmento, de Revistas, inèdito)
ENERO
De tanto poncho durante el día de setiembre
Sara decidió necesario
pegarse una ducha, abandonar la tranquera
y el escritorio, dejarse
influir una siesta
.La Señora Mercedes hacía un té,
porque la Alcira no estaba, hacía de dueña,
con un té y con su amigo párroco
quien se refería a la eficacia del diablo
sobre los úteros, como si recordara
anécdotas de cabra, con sorna de la muchachada
que da rienda suelta al buitre
en una rivera, un descuido, un yuyo
después de una misa,
típico cojedero..
El cura –si de él hubiera dependido
la administración de justicia- quería aplicar
el método de la cruz
de cristo por excelencia.
No digería la hermosura de perdonar,
entender o apoyar al sexo
adolescente, la libertad
de vientre, la papa
y la liebre que corre
.La señora Mercedes servía cucharas
con la esperanza pobre
en su aristocracia del calor
de dar amistad, una desmesura, un pico
de glucosa. Y el padre,
en su salsa retribuía
la invitación con autoridad de monólogo,
arrebatado, predicaba subido
a la mesa ratona sudando
el ritmo y el dedo erecto
Mientras, Sara retozaba su estado de metáfora
irreverente, preñez del Verso, exageración
por solemne, por hermosa, y en lugar de estirar la pata,
una horita aunque sea para aliviar
el peso de la criatura, tenía que torturarse
el oído con los gritos hósticos del padre
venido a menos en su papelón
Se levantó Sara como quien recibe
una llamada del destino, del sistema,
medio zombie aunque dentro
de sus cabales narrativos.
Y con mano firme de macho madre
decidió por la apertura angosta
del placard agarrar la Charlesville;
mecanismo de chispa, modelo 1898.
No previno la catástrofe porque estaba en Juego,
de hijos se trataba,
y la travesía del mito llega tarde
que es como mejor se aprovechan
los francos laborales o estéticos.
Una tacita tembló y la mesa
crujió bajo el peso del gordo en su sotana.
La señora Mercedes tomó carta en el asunto
porque intuyó el vilo histriónico, honesto
que era el sueño ligero, frágil de Sara:
sugirió al padre que baje,
que baje del volumen de su voz y del mueble.
Pero el hombre tumulto se rascó la barbilla
sprendido en que la dama
cuestionara su porte y ¡Orgullo:
negro, cruel ! Sara Gallardo entró como yegua
sudada en Palermo, y mejor, en el monte;
apuntando la fuerza de Santa Bárbara en su rayo,
masticó entre dientes un proverbio de campo
acerca de la sabiduría
en la cosecha y los modales
y en el trabajo, hizo Fuego:
contra el rosario del cura
que perdió la voz y el pecho
la virilidad de conducir Enero
bio/biblio:
Paula Peyseré nació en Buenos Aires el 21 de abril de 1981. Publicó 2 libros de poesia y uno de prosa por Guacha Editora.
* * *
liiinda, peyseré-
Gusta muchísimo
MUCHO
Hola Paula!, me gusta tantísimo como escribís.
No pude ir al botánico.
Quiero otra oportunidad!.
Un beso grande.
Clara.
Hola Paula:
Te saluda y te felicita un compañero de Literatura Eslava de la Facultad. Es un gusto leer tus poemas.
un beso
Mariano Shifman
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