EDUARDO MILEO
eduardo
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mencionado por:
Javier Cófreces
Fernando Caniza
Ana Lafferranderie
menciona a:
Jorge Leonidas Escudero
Beatriz Vallejos
Alberto Muñoz
Javier Cófreces
Gabriela Franco
Diana Bellessi
María del Carmen Colombo
Irene Gruss
Reynaldo Jiménez
Susana Villalba
Daniel Muxica
Bio/biblio:
Eduardo Mileo nació en Buenos Aires el 4 de julio de 1953. Editó los libros Quítame estas cruces (1982), Tiendas de campaña (1985), Dos épicas (junto a Alberto Muñoz, 1987), Puerto depuesto (1987), Mujeres (1990; 2ª edición, 2005), Misa negra (1992), Poema del amor triste (2001), Poemas sin libro (Primer Premio de Poesía del Fondo Nacional de las Artes, 2002) y Muro con lagartos (2004) –los tres últimos en Ediciones en Danza, sello que codirige junto a Javier Cófreces y Alberto Muñoz–. Junto a Alberto Muñoz es autor de la obra de teatro Misa negra. Junto al compositor Raúl Mileo, ha editado el CD de canciones A boca de jarro. Integra la Comisión Directiva de la Sociedad de Escritoras y Escritores de la Argentina (SEA).
Poemas
La raya muerta
A Raúl Mileo
En su ademán inmóvil suspendida,
aparición en el alud de espuma,
esperando ya no,
................................desesperada,
la raya muerta.
Encadenada a su espejo de arena
como los astros a su elipse, quieta,
cielo de bocas entreabiertas,
la raya muerta.
Muerta sin fin, sin alas, ciega.
Pájaro de tierra.
El mar la cubre y la descubre. Juega
con esa niña sin muñecas.
Para la luz del sol.
Para una catedral de luz desierta.
Para la vida sin la vida. Huella.
Vuelo de hondura de la raya muerta.
Raya no de diálogo.
.....................................De fin.
Página suelta.
Rumor de mar.
Amores en América
desaparecen de su puerta.
Brilla el frío solar y apaga el cielo.
Abre los ojos la raya muerta.
No raya de pasión.
No de quimera.
Ni de alegría ni de esperma.
Virtud del agua que en el agua queda.
A su salud postrera,
el ojo del crepúsculo se incendia.
Raya sin alas.
..........................Pájaro de guerra.
Murió de un pescador que vive en pena.
En el fondo del mar
....................................la vida late.
Pero es del aire lo que vuela.
De Poemas sin libro (Ediciones en Danza, 2002)
XI
La media res se balancea
como una hamaca de plaza.
Azul
se desliza en el silencio.
Se hamaca la mitad
de una res porque toda
es demasiado para el vértigo.
Hoy es carnicero y revive
el íntimo degüello.
Han pasado siglos de todo
lo que vale la pena recordar.
Se seca el sudor con una punta
del delantal anochecido por la sangre.
Chilla la chaira cuando afila y
chispas deja escapar.
Como el mármol blanca
la coyuntura.
Azul
sellada en el abdomen
errada en el color de su costumbre.
Se hamaca como un niño.
Como la noche cae
sin enemigo.
XXXIX
Es un día de fuego.
Estalla en los ojos
el sol de la cúpula
y es un incendio de odio la campana.
Cantan los fieles una fe que se apaga.
San Cayetano tiene la espiga marchita.
Pero bailan como alambres
las filas de fidedignos,
las columnas encendidas de la grey.
Es un día de fuego
porque hay fuego en los ojos
porque es de fuego el rostro que confía.
Es de fuego y tiene hambre.
La sombra no se come.
Ya no se bendice el agua.
Dios no tiene perdón.
El que está sin amor
o el que está sin trabajo
abandona la fila de creyentes
y camina junto a las paredes
escritas por los herejes.
De Extracción del agua de la niebla (inédito)
Hacia una poética
La poesía une mis fragmentos, me establece en la categoría de lo humano, de lo que es capaz de amar. Ante la poesía quedo perplejo: me obliga a mirarla de frente, me impide mentir; soy los que soy sin ambages. Me une y, por tanto, me libera: me pone dentro de mí. Al volverme humano, me desaliena, me corta la retirada, me ubica en la tierra, me da realidad. Por eso también me eleva en un único cuerpo con los que luchan, me solidariza con los trabajadores, porque soy uno de ellos, me da el coraje de sentir que soy muchos, y de combatir con todos ellos por otro mundo que –no tengo dudas– está en éste.
Íntima religión, la poesía es cosmos revelado; anatomía del instinto, es una ética que se hace al andar. Con la poesía desaliento el olvido, diluyo el silencio, habito el universo, invento el amor.
* * *
Me gustó eso de: (la poesía) "me corta la retirada".
Y sobre todo me gustó y agradezco tu "Muro con lagartos", un universo que habité durante muchos días, entre brotes de plantas hogareñas, terrazas desiertas donde "sólo se escucha el viento" y océanos insondables como silencios. Entre lo verde y lo blanco. Entre la mujer que "sonríe y aparece en la superficie" y el niño con afán de gloria al que " aplasta el cielo perfecto de su madre"...
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