MARTÍN PUCHETA
mencionado por:
Cecila Perna
Menciona a:
Luis Luján
Carla Olivera
Hugo Mujica
Juan Pablo Fernández
Nicolás Cambón
Cinthia Gómez
Consuelo Fraga
Susana Lizzi
Orlando Van Bredam
Miguel Angel Federik
Poética
Los poemas pertenecen a Superjardìn y, en una de esas, se concentran cítricamente en estas entidades metafìsicas: el Chancho Armónico y el Chupetín Eterno. El amor es el sentido del humor.
Biografìa
Martín Pucheta nació en Gualeguaychú, 1981. Tuvo una infancia de mucho fútbol y campito. También de olor a nafta en el taller de su padre: dínamos, arranques, alternadores, grasa y aceite de animales mecánicos. Jugaba de 4 en el Club Juventud Unida y aprendió a soldar cables con estaño.
Desde el Jardín de Infantes hasta el final de la Secundaria fue al colegio católico Villa Malvina. Estudió Ingeniería Civil 2 años y abandonó, salvo ese lapso en Concepción del Uruguay, siempre vivió en Gualeguaychú.
Participa de la antología "Felicidades También (18 poetas)", (2005), fruto de un taller dirigido por Diana Bellessi en la Ciudad de Bs. As. Prologó "Partición de Voces", libro de poemas de Carla Olivera. Integró el grupo literario Vigilia: hojear la "Primera antología de los talleres literarios de Gualeguaychú" (2007). Formará parte de "Última poesía argentina", libro que prepara Ediciones En danza.
Está terminando un profesorado en Letras. Coordina con Carla Olivera, el taller de poesía CUMPLIR CON LA PALABRA. Integra el grupo cultural SACAR LA LENGUA.
Blog: www.superjardin.blogspot.com
Correo: elastiquin@hotmail.com
Poemas:
A DIOS ¡YO LE VOY A DAR!
Yo le voy a rezar al Universo
para que Dios esté más arriba,
para que salga de ese espacio
del ángel apagado y la virgen dormida,
para que suba a la tierra
y vuelva a dar la cara.
Yo le voy a rezar al Universo
para que Dios cuando suba
se defienda.
Que saquen todas las cruces que lo atraen
a morir de antemano,
que alejen todo el vino que lo emborrache.
Yo le voy a rezar al Universo
porque quiero agarrarme a las trompadas con Dios,
sin mandamiento de nadie
o por el ruido de la sangre,
de pura valentía cósmica,
de pura camorra celestial.
A Dios ¡Yo le voy a dar!
Sin rayos poderosos
ni milagros
ni Papas alentadores,
solos, yo y Él,
y que el Diablo
también se quede afuera.
Una pelea
sin perjuicio para nadie,
sin mágicas hostias
ni santas trinidades,
yo y Él,
a puño limpio,
de Hombre a hombre
con los pies sobre la tierra.
Quiero dejarle los ojos de mora,
el pie mocho,
la nariz estrangulada,
morderlo si hace falta
y por último arrancarle el corazón.
Y si muere por fin, si lo mato,
podré calmar la sed
y el hambre que me sobre.
Yo le voy a rezar al Universo
porque Dios está sordo
o se hace, pero está.
A Dios ¡Yo le voy a dar!
(En “Felicidades también (18 poetas)”)
AL AIRE CORAZÓN
La primera vez que te vi,
allá en el noventa y tres más o menos,
un cupido haragán
me cubrió de colibríes el corazón.
El amor es una cosquilla sombría,
toda agujereada,
un mosquito sonando en las venas,
un colador.
Los gatos me miran el latido electrizante
y se ponen a ronronear al compás de mi amor.
Los animales perciben
mi corazón al aire libre,
se sobrecogen
como al predecir una tormenta
o el terremoto.
Si alguien tocara mi corazón
se quedaría pegado;
hoy murieron cuatro ángeles por ejemplo,
por eso hizo chispitas
al sacarme el buzo.
Se me parte el corazón en pétalos,
se me vuela la sangre en alas.
El amor,
qué sé yo…
Dios se rasca el corazón de Jesús y llueve
y la lluvia se emborracha de luz
mientras cae
se peina de viento
para hacerse la linda
para entrar en la tierra besando
una tierra
que la espera con las flores abiertas.
QUE ME MUERDAN, TOTAL
Ahora que me gusta una chica
no me duelen
las hormigas coloradas,
son como chichoncitos de risa
para mi piel las ronchas,
como airecitos de sol,
pancita de empanada,
como flores que se acurrucan,
se apimpollan de frío,
como tortugas
debajo de la servilleta
o escondidas en el trapo de piso.
Que me ataquen
todos los mosquitos,
que me muerda un perro
y una víbora a la vez.
Ahora que me gusta una
si me llego a morir
ni cuenta me voy a dar.
QUE BIEN QUE BESA NIETZSCHE
Nietzsche se dejó el bigote
para peinar el beso,
para hecerle cosquillas
como cepillo,
para hacerle vientito
y mantener el equilibrio
entre el calor y la dulzura,
para rascarlo
si le pica alguna idea.
Nietzsche se dejó el bigote un montón.
Qué bien que besa Nietzsche.
* * *
Orgullosamente interesante encontrar a Pucheta por aca...
Muy bien hecho un joven pujante ..inteligente con un humor agudo--
bueno... esta todo dicho en tus poemas, todo lo demás que pueda decirse, es mentira.
talento poetico q corta lo clasico, rompe el hielo con su humor.es buen escritor...lo demas se lo dejamos al que lo conoce
creo que conversamos en un encuentro en gualeguaychú en el 2001, andabas con unos discos de soundgarden! fanático, decías que el que más te gustaba era el superunknown, será por eso "superjardin"? seguro que sí, en 2006 cayó en mis manos una revista en la que estabas con tu poesía, tan buena como siempre. Martín Pucheta!! un grande desde chiquito.
saludos de ernesto viñals desde montevideo.
recién veo este comentario.
cómo te acordás! qué grande!
un abrazo de spoonman, che
Qué bien que besa Nietzsche, sí
pero no sabés lo bien que besa
Aníbal Fernández
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