OSVALDO AGUIRRE
osvaldo
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foto: César Arféliz
mencionado por
Andrés Cursaro
menciona a:
Néstor Groppa
Darío Canton
Héctor Piccoli
Mario Arteca
Sandro Barrella
Pablo Makovsky
Ana Porrúa
Carlos Battilana
Estela Figueroa
Eduardo Nico
Reynaldo Castro
Poética:
Poesía es lo que se está viendo, dijo Giannuzzi. Y/o alucinando. Y/o escuchando.
bio/biblio:
Osvaldo Aguirre (1964) publicó los libros de poesía Las vueltas del camino (1992), Al fuego (1994) y El General (2000) y las plaquetas Narraciones extraordinarias (1999) y Ningún nombre (2005). Editó las obras poéticas de Arturo Fruttero y Felipe Aldana. Vive en Rosario.
Poemas:
Un poema del libro Campo Albornoz (inédito)
La persecución
El gran error del Negro
fue pasar la noche
en el pueblo. No dijo
una palabra, nada,
pero lo afligido.
...............................¿Cómo?
Los galgos lo siguieron
y aunque extrañaban
dejaron sin guardia
la casa. A la mañana
esperaba una desgracia:
alguna gallina menos,
la comadreja adentro
con pichones, el almácigo
dañado, pero jamás
de los jamases el padrillo
perdido ni las chanchas
en un charco de sangre.
Los perros que crecían
salvajes en las taperas
las habían liquidado
-las crías se salvaron
porque los maíces
y Dios es grande.
Furioso por la carnicería
que hacían de las hembras
el padrillo destrozó
a uno de los cimarrones
-y el Negro encontró
la cabeza por un lado
y las patas y el resto-
pero estaba herido
y lo superaban en número.
Los vecinos vieron
que salía como escupida
por el campo: nada
del otro mundo, ojo,
porque era costumbre
que los animales del Negro
buscaran la comida
sueltos en el camino.
Ese padrillo era,
decían, más malo
que la peste: una bestia
de 200 kilos, y para peor
enardecida por el chillido
de las chanchas, su sangre,
y para peor que desconocía
más allá de la chacra.
La voz de alarma corrió
con el Negro, que quería
seguir el rastro y de paso,
con la escopeta y los galgos,
barrer con los perros salvajes
que se le pusieran delante.
Así andaba del camino
del Consejo a la escuela
de Campo Albornoz
y en ese radio no pasaba
un día sin noticias
del padrillo: hacía
un desquicio en la soja,
llegaba medio muerto
al molino de una casa,
una señora lo topaba
cuando colgaba la ropa.
Pero siempre tenía
la forma de escapar
antes que el Negro
y la gente que ayudaba,
porque a esa altura,
después de una semana
de martes 13, desastres
y sustos, esa bestia
suelta era un peligro
para cualquiera.
Había que ver: iban
y venían con una jaula,
maíces para invitarlo,
palos y perros de todo
tamaño. Al final
lo rodearon en una laguna,
tan rendido de cansancio
que se dejó llevar
de lo más manso.
* * *
Que lástima, Aguirre, que no publicaste ese poema sobre los torturadores y asesinos de la última Dictadura Militar, el mismo que leiste en el festival salida al mar, le hubieras dado "otra oportunidad" al mismo. Me encantaba, cuando mencionabas al tigre Acosta y a otros miserables tristemente célebres. Fue todo un hallazgo auditivo escucharte leer eso poema. Me dejaste pasmada, a mí, que tenía por un poeta rural. A veces a temas como el que trataste en ese poema de forma tan poco acertada, es mejor dejarlos para el periodismo puro y duro, es decir, "tu oficio".
saludos
Marta Perales
¿Vos decís que por algo será? Bueno, no, en ningún poema menciono al Tigre Acosta. Tal vez haya una confusión con Menéndez. Aunque en realidad tampoco lo menciono sino que aludo a la expresión “Menéndez Benz”, que usaban los detenidos-desaparecidos en La Perla para referirse al camión que se utilizaba para llevar a las víctimas de los fusilamientos. Esto lo vi en un libro de Gustavo y Patricia Contemponi, “Sobrevivientes de La Perla”, que salió en 1984, apenas después de la dictadura. Es uno de los mejores testimonios, de los testimonios más terribles y a la vez más pormenorizados y significativos sobre la represión. También, creo, en “La Perla”, de Roberto Reyna. Por otra parte, como se ve, sigo escribiendo sobre historias rurales. Hace poco, en el encuentro de pensamiento urbano, John Berger planteó una oposición entre el campo y la ciudad que contiene, me parece, muchas posibilidades de desarrollo: a diferencia de la ciudad, dijo, en el campo el pasado no se preserva en edificios o en museos sino en el habla, en la conversación de la gente. Por último, el mensaje de Marta me hizo pensar en algo que me dijo en una entrevista Aníbal Ford. Hablábamos del trabajo de Gelman como periodista, de la experiencia del diario Noticias, y Ford decía que ser periodista no impide ser poeta. No es algo tan obvio, me parece. Que un oficio no excluye al otro, digo. Como decía Aníbal: “A pesar de lo que piensa la gilada”.
Saludos,
Osvaldo
coincido con vos no creo que ser periodista impida ser poeta, respecto a tu texto creo que la tensión no es poética sino narrativa ¿por qué el formato es una poesía? bien podría ser un microcuento como los de Monterroso, Galeano y tantos otros. Como poesía no posee síntesis, ni adjetivación ni recursos propios del género, creo, definitivamente que debería ser un relato.
Hola Osvaldo, soy Fernando Callero, te perdí la pista hace años y ahora, recientemente, un encuentro con Beatríz Vignoli te recordó. Le regalé tu novela La deriva, que vos me regalaste una vez junto al El general y Al fuego, poemarios (perdón por la palabra) que me encantaron, por lo cercanos de la tierra adentro. Una alegría encontrarte este domingo en este blog. Espero que subas más poemas. Un abrazo
no es por nada que se sigue discutiendo si son compatibles los oficios de poeta y periodista; habrá algo que ver allí, no creo que lo único incompatible con el oficio de poeta sea el de corrupto, conozco buenos poetas corruptos y excelentes corruptos que merecerían ser poetas, demostración por absurdo de que también se puede ser poeta y periodista, aunque aquí lo que crea "tensiones" como se dice ahora es que ambos usan el lenguaje como materia prima
además quiero decir a los cuatro vientos que el poema de aguirre es un poema que no queda invalidado por ninguna cuestión, ni siquiera formal como la que aquí se propuso, y sobre todo que NO HAY POETA RURAL QUE NO SEA URBANO Y NO HAY POETA URBANO QUE NO SEA RURAL
Poeta y periodista, ambas, herramientas de la comunicación... y tu misión, Osvlado, está siendo cumplida (iba a decir está cumplida pero nunca más lejos del final - entiendo que tenés mucho más por decir) En estos días tuve el placer de compartir una comida con Juan Carlos Moisés, y fiel a su generosidad, habló de mucha poesía y muchos poetas admirados por él, entre ellos vos. Casualmente yo tenía este blog en vista y pude comprobar de qué hablaba. Aunque haya leído poco, sólo estos poemas. Por supuesto quedo con la firme intención de conseguir aunque sea uno de tus libros, tengo la recomendación de todos ellos en especial. un abrazo desde la Patagonia. Iris Giménez
Gracias, Chinchibira y Anónimo por los mensajes y por lo que me dan para pensar. También gracias a Iris: sí, Juan Carlos Moisés es uno de los grandes de la poesía argentina. Voy a tratar de contactarte para enviarte mis libros. Fernando Callero: una alegria reencontrarte. Conservo tu extraño y notable libro de poemas y los no menos extraños cuentos que publicaste en Bajo la luna. Te mando un abrazo y ojalá nos veamos por ahí.
Estamos en el año 2006? Y seguimos en la dicotomía forma/contenido?
Al poeta: muy bella tu poesía. Si hubieses dicho que era un relato, te hubiera dicho: muy bello tu relato.
Basta de comentarios que atrasan del tipo "No entiendo por qué le diste forma de poesía..."
Mis respetos.
Agustina
No puedo imaginar este poema inédito, ni tus poemas en general, escritos en prosa. En todo caso, cuentan una historia que se apropia excelentemente de la forma.
Gracias por tu poesía y por tu belleza. Y muy apropiada la cita de Gianuzzi, más aún que en la poética de Gianuzzi:
"no invente"
es lo que está viendo.
Tu belleza continúa en "Lengua Natal". Gracias, Osvaldo. Te escribe, claro, alguien que te admira.
...y yo digo, Campo Albornoz se puede visitar? podemos ir? se puede vivir en otra lengua?
Relatividad
De la distancia
entre la semilla
y el sol
comprendo
que todo es posible.
Yo trato de ir para Campo Albornoz cuando escribo. Podría decir: se puede vivir en otra lengua en tanto se habla/se escribe en esa lengua. Es como hablar en una lengua extranjera, ¿no?: si no hay una práctica no hay, en realidad, una lengua. A propósito, recuerdo que una vez fui a visitar a Mario Levrero, cuando vivía en Colonia. El día anterior había terminado de escribir una novela. Entonces me contó que le había pedido a la mujer que hiciera algo para traerlo de vuelta, porque durante un mes, o dos meses, en fin, durante el tiempo que le llevó la escritura se había ido a vivir a la novela.
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Osvaldo, cómo andas, soy Fernando Callero. Me pediste que te anuncie la salida de mi novela, bueno, parece que ya está, este invierno sale, en un mes o algo así. Me gustaría que leas un poema narrativo medio gauchesco que se llama Romance de Mario y Rosa, transcurre en las inmediaciones de Rosario. Mi correo es fernandocallero@hotmail.com, si querés escribime así te lo paso. Me gustan mucho los poemas que subiste. Un abrazo.
Hola Osvaldo, suerte que existen las afinidades afectivas... tuve problemas con mi correo y perdí tu preciada dirección, si vos me tenés agendada, ¿me la enviarías otra vez? Quería agradecerte por el tremendo honor de nombrar mi libro en Diario de Poesía. REalmente fue una gran sorpresa. un abrazo. Iris, desde la Patagonia más fría que nunca...
El final es impresionante, capo. Un gusto haberlo leìdo.
Un abrazo
Adrián
lo q yo queria era comunicarme con osvaldo
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