PATRICIA JAWERBAUM

patricia
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mencionada por:

Ná Khar Elliff-ce
Juan Salzano


menciona a:

Reynaldo Jiménez
ná-Khar Elliff-ce
Gabriela Bejerman
Aníbal Cristobo
Romina Freschi


bio/biblio:

Patricia Jawerbaum, 1967.
Imprudentes Insensatas, 1990 Ed. Ultimo Reino (Poesía)
Luna Park, 2000 Ed.tsé tsé. (Poesía)
Colaboraciones en la Revista Tsé Tsé.
Co-productora de la Estación Alógena.


Poética:

La piel lo crudo del poema, el compás que los liga. Entrar, salir de
las superficies. Hacer trato con las palabras en el filo de sus elementos.



Poemas:

I.

Preciosas niñas sin perfume
Caminando sobre las flores.

Con los pies
Ejes de peces infinitos.

Se roban el pasto.

Reojo de los soles: Rojo
Estornudos sobre la nieve: blanco
Verde: La boca abriendo surcos en el pasto.

Entran los solteros en fila
Los casados en círculo
Los niños triangulan, las niñas singulan.

Vértice, vértice.
Recta.
el borde superior de la brisa
al cielo desierto
croma, macro, zoom
soplándole al cuello.

La flor se olería en cualquier parte.
autopista, carretera, pista de aterrizar y decolar
broche de velocidad, cinturón de inseguridad
castidad bestial en que se orean
las areolas con su pecho
la lente ocasiona la lumbre
un shsh liviano de pollerita al viento
la nubosidad tibia en escalera, la muerte.

Creccendo cómico de la carne al asador
la guerra en el plato del azahador
monda los dientes con huesitos de colibries
trata de ver y de no ver.
la novedad de las hormigas abriendo sus hormigueros.

A pasado tranquilo, guerra futura de
ventrilocuos sobre el pasto.

Respirar el instinto del agua
revolcarse en el barro
cazar puntos negros
al fin las veo pasar:
Obligadas a dar ternura
escuchan al sol por la ranura.

II.

Parezco adorable esta mañana
pero soy un monstruo, casi un niño
que la crema de la luz exagera.

Seria
mi persona frente a mí
como el mar frente a mí.

El filtro de luz da error
en este modo de instante
recostada en la arena
miro el horizonte
prendida su línea de espuma
a los rojos de aurora.

Escribir?.
Pero qué es lo que quiere
el cuerpo?.

Voy de cara al viento
la remera aplastada
contra el cuerpo expeliendo apenas un oxígeno tímido
mientras niños marinos
monstruos acuosos tiran sobre mí
sus salivas delicadas.

Vuelvo fingiendo un instinto
en que las cosas se unen
en preguntas fosforescentes
que sólo se aparecen
bajo la luz profunda del corazón
y se incrementan con el amperaje de los golpes azules.

III.

Las ostras ya se metieron
las almejas en sus vainillas de caucho
las merodeadoras lenguas cavan la marisma
alían sus volutas para convertirse en auriculares
que uno o dos niños llevarán de la boca
a la oreja para auscultar
la naturaleza que repite con tos
natural esa
como quien dice con eso
algo no mordido
y al reverberar
llega tarde el alarido
mientras el cuerpo asoma
labra su solo valiente
con pies envalentonados
que patean conchas vacías
irradia estelas que podrían casi cantar
si la luz fuese una boda en que enmaridar
el agua con la palabra nueva.
Pero es el civil quien transita con atrasado abrazo
quien vuelve y va
como las heridas que se abren y se cierran
de una dama de noche
al perezoso malva invitando a recostarse
en su capullo a la espera del atardecer
para escuchar las ultimas notas
con que el sol se extiende contra la playa vacía.

IV.

Los árboles generan un espacio circular
lo que pasa a su alrededor
tiene por fin sentido, dirección, instruye
a la piel para regresar
enseña a evitar
los falsos movimientos
a no ponerse siempre la ropa adecuada
para salir a andar en línea recta.

Los árboles conocen un espacio circular
y lo que pasa a su alrededor
obliga a dar vueltas
se llena de un precario equilibrio
de cosas que se acumulan
delante de las heridas.

Bajo la rotonda de cielo despejado
y con el tono de un giro
pincela el experimento, se recortan
las intenciones de la falda
en torno a la cual enrosca el niño
los balbuceos redondos de su hermosa trampa.