RICARDO H. HERRERA
mencionado por:
Mariana Docampo
Pablo Anadón
menciona a:
Rodolfo Godino
Horacio Castillo
Luis O. Tedesco
Rafael Felipe Oteriño
Javier Adúriz
Poemas:
Pasión de Pierre-Jean Jouve
Ni belleza de forma ni armonía:
la belleza de fuerza de la noche
y la impaciencia atroz. Sin fantasía
con que engañar la angustia, sin reproche
o desdén. Sólo Helena y la sombría
llamarada del sexo. A medianoche,
sólo nubes de sangre en la vacía
y sorda inmensidad. Con el derroche
de su ímpetu y su pánico, el instinto
quedó desnudo en su alma: sin medida
y, no obstante, buscando consentir
con Dios. Allá, en la sima del día extinto,
en donde sólo acrecientan la vida
aquéllos que también quieren morir.
[de Estudios de la soledad, Grupo Editor Latinoamericano, 1995]
Mide el reloj la tarde, tan vacía
Mide el reloj la tarde, tan vacía
como un árbol sin hojas. Sólo un vuelo
de ingrávidas gaviotas surca el cielo
que ya gira hacia el sur. Por la bahía,
rompe el mar. Y esa forma de sequía,
si engaña con su ritmo, da el consuelo
del apasionamiento, del desvelo
de perseguir un fin. Es atonía,
sin embargo, nacida del derroche
de la fuerza cautiva y sin salida:
tan bella, tan inútil en su empeño.
Pesa la soledad como la noche
que tarda. No hay un alma que no pida
súbita oscuridad, súbito sueño.
[de Estudios de la soledad, Grupo Editor Latinoamericano,1995]
El mar
¿Qué es lo real, la furia o la ternura?...
No hay presencia ni ausencia en esta hora,
somos fantasmas. Cambia, desfigura
nuestra leyenda, el mar. O nos ignora,
como antes de la dicha. No murmura
el mar, no gime el mar, no clama ahora.
Vuelto resentimiento es una oscura
forma de desamor. Y mi demora
al borde de esa nada, de la playa
en donde moribunda la ola ensaya
un torpe simulacro de poesía,
se parece a esta página. Vacía,
sin vida. El mar, el mar ya no presagia.
Irse, extinguirse, ésa es su última magia.
[de El descenso, Grupo Editor Latinoamericano, 2002]
Poética:
Cuando se escribe no se piensa en el lector. Todo estilo, sin embargo, apela a una determinada zona de la sensibilidad: se escribe, por ejemplo, para alimentar la indignación, para consolidar la confabulación, para prolongar la ensoñación. A partir de este dato básico podemos comenzar a imaginar el destinatario ideal del texto que estamos leyendo: un iluso, un nihilista, un retraído... Entre los que escriben, yo admiro sobre todo a quienes aspiran a ensimismar al lector. El ensimismamiento del lector acompaña la soledad de la poesía; expande hasta lo ilimitado la sugestión de la palabra; la vuelve verdaderamente soberana.
bio/biblio:
Ricardo H. Herrera (Bs. As., 1949) ha publicado los libros Estudios de la soledad (1995), De un día a otro (1997) Imágenes del silencio cotidiano (1999), El descenso (2002), Años de aprendizaje (2003). Sus ensayos están reunidos en La ilusión de las formas (1988), La hora epigonal (1991), Espera de la poesía (1996), Copia, imitación, manera (1998). Dirige la revista Hablar de poesía.
Mariana Docampo
Pablo Anadón
menciona a:
Rodolfo Godino
Horacio Castillo
Luis O. Tedesco
Rafael Felipe Oteriño
Javier Adúriz
Poemas:
Pasión de Pierre-Jean Jouve
Ni belleza de forma ni armonía:
la belleza de fuerza de la noche
y la impaciencia atroz. Sin fantasía
con que engañar la angustia, sin reproche
o desdén. Sólo Helena y la sombría
llamarada del sexo. A medianoche,
sólo nubes de sangre en la vacía
y sorda inmensidad. Con el derroche
de su ímpetu y su pánico, el instinto
quedó desnudo en su alma: sin medida
y, no obstante, buscando consentir
con Dios. Allá, en la sima del día extinto,
en donde sólo acrecientan la vida
aquéllos que también quieren morir.
[de Estudios de la soledad, Grupo Editor Latinoamericano, 1995]
Mide el reloj la tarde, tan vacía
Mide el reloj la tarde, tan vacía
como un árbol sin hojas. Sólo un vuelo
de ingrávidas gaviotas surca el cielo
que ya gira hacia el sur. Por la bahía,
rompe el mar. Y esa forma de sequía,
si engaña con su ritmo, da el consuelo
del apasionamiento, del desvelo
de perseguir un fin. Es atonía,
sin embargo, nacida del derroche
de la fuerza cautiva y sin salida:
tan bella, tan inútil en su empeño.
Pesa la soledad como la noche
que tarda. No hay un alma que no pida
súbita oscuridad, súbito sueño.
[de Estudios de la soledad, Grupo Editor Latinoamericano,1995]
El mar
¿Qué es lo real, la furia o la ternura?...
No hay presencia ni ausencia en esta hora,
somos fantasmas. Cambia, desfigura
nuestra leyenda, el mar. O nos ignora,
como antes de la dicha. No murmura
el mar, no gime el mar, no clama ahora.
Vuelto resentimiento es una oscura
forma de desamor. Y mi demora
al borde de esa nada, de la playa
en donde moribunda la ola ensaya
un torpe simulacro de poesía,
se parece a esta página. Vacía,
sin vida. El mar, el mar ya no presagia.
Irse, extinguirse, ésa es su última magia.
[de El descenso, Grupo Editor Latinoamericano, 2002]
Poética:
Cuando se escribe no se piensa en el lector. Todo estilo, sin embargo, apela a una determinada zona de la sensibilidad: se escribe, por ejemplo, para alimentar la indignación, para consolidar la confabulación, para prolongar la ensoñación. A partir de este dato básico podemos comenzar a imaginar el destinatario ideal del texto que estamos leyendo: un iluso, un nihilista, un retraído... Entre los que escriben, yo admiro sobre todo a quienes aspiran a ensimismar al lector. El ensimismamiento del lector acompaña la soledad de la poesía; expande hasta lo ilimitado la sugestión de la palabra; la vuelve verdaderamente soberana.
bio/biblio:
Ricardo H. Herrera (Bs. As., 1949) ha publicado los libros Estudios de la soledad (1995), De un día a otro (1997) Imágenes del silencio cotidiano (1999), El descenso (2002), Años de aprendizaje (2003). Sus ensayos están reunidos en La ilusión de las formas (1988), La hora epigonal (1991), Espera de la poesía (1996), Copia, imitación, manera (1998). Dirige la revista Hablar de poesía.
* * *
Mirá vos.
¡Los poemas de mi libro preferido! Me acuerdo de que lo leí la mitad en las Sierras de Córdoba... Querido Ricardo, brindo por tus poemas escritos desde la soledad, pero que nos acercaron, y nos acercan.
Miro, pero no veo
Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.
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Gracias Ricardo por tu austeridad y tu búsqueda. Un lector tuyo, de verdad. Un abrazo
Gracias Ricardo por tu austeridad, tu búsqueda y tus palabras precisas. Un lector tuyo, de verdad, que mira y ve en tu escritura.
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