TOMÁS AIELLO
tomas
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mencionado por:
Pablo Anadón
menciona a:
Rodolfo Godino
Horacio Castillo
Luis Tedesco
Ricardo Herrera
Sandro Barrella
Matías Ducart
Bio/biblio:
Nació en Bs. As. en 1975. Publicó:
Gota de sangre sobre fondo negro ( 2002 ), Campo materno ( 2004 ).
Tiene en prensa el libro: La zona primitiva.
poemas:
La marea del tiempo
Aquí no llega el sol.
El sol es redención en las terrazas,
en plazas y jardines, en las piletas públicas.
La moneda de luz no descansa en las palmas
de tus manos. Recibe
este óbolo de sombra, humildemente.
Se ha filtrado en tus ojos la marea
del tiempo, pero el cielo no responde.
Ni siquiera esta franja, este costado herido.
Quedémonos aquí que no hace frío:
la noche está despierta y ha rasgado
la seda de la niebla con álgidas espinas.
Es demasiado tarde
para horadar la tierra en busca de raíces:
aquí no llega el sol,
no reconocerás tu rostro en este polvo.
Mejor sentémonos, miremos juntos
los últimos reflejos del incendio.
No pidas otra luz, nos han sido vedadas.
Aquí no llega el sol, ya no lo busques.
La sombra se retuerce en tus pupilas.
Volvamos a beber. No digas nada.
El vino de esta tierra sabe a sangre.
Brindemos en silencio.
Fondo blanco
Traspasa el frío las cortinas. Aire
o agua. Cualquier jarrón puede quebrarse
en las primeras horas de la tarde:
tanto la línea de la lejanía
como esta pieza sin calefacción
no se acostumbran a palpar el hielo.
Las maderas del techo crujen bajo
el peso de una nube cenicienta.
Del sur llegan los vientos y los pájaros
desgarbados que escapan del azote
de la nieve. Y hacerse un café acaso
es más sensato que mirar la nada.
Los caminos terminan contra el mar
que arroja en las arenas sus historias
inciertas de naufragios. Toda hierba
seca aprende a vivir rendida al sesgo
de las necesidades. Siempre faltan
puntos de referencia en la distancia.
La soledad se mide, aquí en la estepa,
con los pasos del tiempo acumulados
en la puerta. Es inútil abrigar
esperanzas en torno a las palabras:
se agolpan al principio entre las manos
y luego, al ver el fondo blanco, callan.
Palabras de Lot
¿ Por qué giraste el cuello?
¿ no te bastó la sangre de los cielos
y el lamento del fuego a tus espaldas?.
Las piedras puntiagudas del camino
rompieron tus sandalias. La luz cegó tus ojos,
te volviste; tu rostro buscó el cuerpo
de las llamas. El grito de la noche
dejó restos de sal en tu garganta.
Cuando quebró las nubes el último relámpago
quise tomar tu mano,
sentir tu cuerpo trémulo a mi lado,
pero ya estabas lejos,
inmóvil – me dijeron
aquellos que venían retrasados.
Inmóvil, en silencio,
con un abismo abierto en la mirada.
* * *
Decía un poeta platense: "tendré que ser más leve para que me comprendas". No sé por qué se me viene a la cabeza, pero en la levedad, justamente, está tu riqueza más grande.
Me alegro de tener tu libro y amistad.
Tus poemas tienen una belleza clásica muy atractiva. Sin pretensiones, se recortan en su limpidez.
He comentado que me gustan.
Iré por más...
me gusto lot.
abrazos
consistente, siempre con un paisaje de fondo y una esperansa instantanea despues de tu palabra.
me gustaron tus trabajos,
saludos desde Neuquén CON NIEVE!!
Me encantó leerte, tenés una poética muy frágil muy blanca muy jardín. Voy a volver, te invito a mi blog, celestialbrizuela.blogspot.com, un abrazo grande.
Hermosos poemas , Tomás. Me gustaría saber en qué otro sitio puedo leer más textos tuyos. Saludos. Marisa
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