ALFONSINA BRIÓN
mencionada por:
Selva Sepúlveda
menciona a:
carolina pellejero
pierino bevilacqua
julieta gómez
lucia bianco
bio/biblio:
Nací en 1984 en un pueblo que se llama Mayor Buratovich en donde no vivo más pero siempre vuelvo. Ahí mismo participo en la edición de una pequeña revista http://minipoesia.blogspot.com
Poemas:
Corte y confesión
las moscas que andan
por el vidrio
como escaladores
la casa en penumbras
el ruidito
determinando
la artesana de la siesta
y su máquina giardini
solo hay luz en el cuarto de costura
…
El abuelo repite
que la vieja para la costura
se da maña,
hace de todo,
es media
ramos generales
…
2 secretos hilvanados:
un solo dedal
termina con la magia
del tatuaje sin tinta
adrede el silencio
escondido
bajo la alforza
…
La hija de la costurera
para emparejar el largo
de la pollera campana plato
la costurera sube a la mesa
a la pequeña modelo.
Con una chinche
adhiere el centímetro
al hule de flores
y le pide a Anita
que vaya girando
muy
despacito
como minutero
para poder marcar
con tiza blanca
donde se chingó la pollera
campana plato.
La hija de la costurera
gira suavemente.
abre los brazos
por su cuenta,
cierra los ojos
para no ver
el viaje sutil
del estampado
en su cintura,
y el seño fruncido
para ver bien
de la costurera
el género
El cuarto es chico
el calor está arriba
la nena toca el techo de a ratitos
quieta Anita
la reta
la costurera.
Ya terminó la pose
pero ella
no es que se aburra,
está pensando
(entre otras magias)
que la pollera
campana plato
es para que ella
la lleve puesta al baile
ahora Anita es grande
y le dice
mamá no te esfuerces
te lleva tiempo
te cansa la vista
la costurera
asiente
con convencimiento
pareciera
pero a la hora
de la siesta
lo compartimos:
ella me escucha
revolver su placard
buscando
sus viejas costuras
y yo escucho la pedalina
de la Giardini
sin que quede solo
en cuestiones de bulla.
Coser a esa hora implica muchas cosas: el silencio del pueblo, la cortina abierta para enhebrar rápido, el perro del turco Estaye que torea dos o tres veces, la emisión por radio de la quiniela matutina a las 2 de la tarde.
La abuela y la máquina, la máquina y la abuela también, la mano acostumbrada a darle vueltas al volante, los pies juntos en el vaivén del pedal, el ruido del pedal, seco, constante por unos minutos, y después: la nada, más silencio. Ahí, esos segundos en que la siesta se hace toda porque ni el perro torea, la quiniela ya pasó y la luz suavemente penetra el vidrio, se frena la Giardini, se cansa la abuela, ahí, justo ahí, ambas respiran, se callan, Sarita estira los brazos, se ajusta los lentes de ver al tabique y cuando todo parece siesta, sin dar tregua, las productoras vuelven al ruedo.
Selva Sepúlveda
menciona a:
carolina pellejero
pierino bevilacqua
julieta gómez
lucia bianco
bio/biblio:
Nací en 1984 en un pueblo que se llama Mayor Buratovich en donde no vivo más pero siempre vuelvo. Ahí mismo participo en la edición de una pequeña revista http://minipoesia.blogspot.com
Poemas:
Corte y confesión
las moscas que andan
por el vidrio
como escaladores
la casa en penumbras
el ruidito
determinando
la artesana de la siesta
y su máquina giardini
solo hay luz en el cuarto de costura
…
El abuelo repite
que la vieja para la costura
se da maña,
hace de todo,
es media
ramos generales
…
2 secretos hilvanados:
un solo dedal
termina con la magia
del tatuaje sin tinta
adrede el silencio
escondido
bajo la alforza
…
La hija de la costurera
para emparejar el largo
de la pollera campana plato
la costurera sube a la mesa
a la pequeña modelo.
Con una chinche
adhiere el centímetro
al hule de flores
y le pide a Anita
que vaya girando
muy
despacito
como minutero
para poder marcar
con tiza blanca
donde se chingó la pollera
campana plato.
La hija de la costurera
gira suavemente.
abre los brazos
por su cuenta,
cierra los ojos
para no ver
el viaje sutil
del estampado
en su cintura,
y el seño fruncido
para ver bien
de la costurera
el género
El cuarto es chico
el calor está arriba
la nena toca el techo de a ratitos
quieta Anita
la reta
la costurera.
Ya terminó la pose
pero ella
no es que se aburra,
está pensando
(entre otras magias)
que la pollera
campana plato
es para que ella
la lleve puesta al baile
ahora Anita es grande
y le dice
mamá no te esfuerces
te lleva tiempo
te cansa la vista
la costurera
asiente
con convencimiento
pareciera
pero a la hora
de la siesta
lo compartimos:
ella me escucha
revolver su placard
buscando
sus viejas costuras
y yo escucho la pedalina
de la Giardini
sin que quede solo
en cuestiones de bulla.
Coser a esa hora implica muchas cosas: el silencio del pueblo, la cortina abierta para enhebrar rápido, el perro del turco Estaye que torea dos o tres veces, la emisión por radio de la quiniela matutina a las 2 de la tarde.
La abuela y la máquina, la máquina y la abuela también, la mano acostumbrada a darle vueltas al volante, los pies juntos en el vaivén del pedal, el ruido del pedal, seco, constante por unos minutos, y después: la nada, más silencio. Ahí, esos segundos en que la siesta se hace toda porque ni el perro torea, la quiniela ya pasó y la luz suavemente penetra el vidrio, se frena la Giardini, se cansa la abuela, ahí, justo ahí, ambas respiran, se callan, Sarita estira los brazos, se ajusta los lentes de ver al tabique y cuando todo parece siesta, sin dar tregua, las productoras vuelven al ruedo.
* * *
hoal alfonsina, qué bueno que volvieron tus poemas,
una siesta perfecta, se escucha.
e.
Muy bueno¡¡
hola fon,
que sorpresa entrar de casualidad aca y encontrarte a vos...
me gustan muchos tus poemas, tienen ese sabor a pueblo que yo también conozco, y esa cosa de pertenecer y no
beso
Qué lindos!
llegar aqui por googlear tu nombre
besos querida
gustan
Y.-
quiero de esa abuela un traje a rayas
de quien la escribe más poesía
gracias!
s · p
www.pobresiavergonzante.blogspot.com
me encantan los poemas, alfonsina. te mando un beso. matías m.
mati! gracias
fonsi
estoy empapado del aura que deja la belleza despues de leerte
Me encantaron tus poemas, tienen una intimidad y una calidez que se ve poco en estas épocas de poetas ególatras. ¡Felicitaciones!
“solo hay luz en el cuarto de costura” sin duda así es; una luz que nos hace ver otra escena llena de amor. Me encanta toda la magia que se va desplegando en torno a Anita y su madre. Una cotidianidad que adquiere un tono cálido y humano. Últimamente el ritual de la costura o el bordado me ha sorprendido, tú, con esto, confirmas aún más el silencio que hay detrás de esa actividad. Un silencio que dice mucho. Hay una artista maravillosa que debes conocer y que también trabaja con el silencio del bordado: Nilda Rosemberg. Saludos.
Sencillamente genial tu poesía, hay una cosa de intimidad y belleza. me llamo juliano ortiz y estoy en las afinidades. te invito a que leas mis poemas y a mi blog cuidadopoesiasuelta.blogspot.com . un saludo grande.
Sencillamente genial tu poesía, hay una cosa de intimidad y belleza. me llamo juliano ortiz y estoy en las afinidades. te invito a que leas mis poemas y a mi blog cuidadopoesiasuelta.blogspot.com . un saludo grande.
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