CRISTINA PIÑA
cristina
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mencionada por:
Pablo Anadón
menciona a:
Rodolfo Godino
Horacio Castillo
Luis Tedesco
Mercedes Araujo
Carolina Esses
BIO-BIBLIO
Nacida en Buenos Aires, es poeta, profesora universitaria, crítica y traductora. Publicó siete libros de poemas: Oficio de máscaras (1979, Primer Premio Isidoro R. Steimberg), Para que el ojo cante (1983), En desmedida sombra (1987), Pie de guerra (l990, Tercer Premio Concurso de Poesía Diario La Nación, 1988), Puesta en escena (1993), Taller de la memoria (1998) y Pasajera en tránsito (2006), así como ocho de crítica literaria.
TRES POEMAS
TALLER DE LA MEMORIA
1
No para recuperar
ni para hacer de ti
........de la memoria
un espacio habitable;
apenas ejercicio de la mano
que vuelve a hacer
........a deshacer
la trama del deseo:
lo perdido y traicionado,
el tiempo sin fruto.
2
Un tejido hacia atrás,
un intervalo
.........-lúcido no cabe,
.........tal vez penosamente
.........sentimental-
donde zurcir agujeros,
pasos a destiempo:
la fantasía,
lo puro imaginario,
que no sólo a Macedonio
consolaba.
3
Negar la historia,
la sucesión de gestos,
fechas, circunstancias
que afirman una identidad:
ser padre, madre, hijo
-como quería Artaud-
desde la protesta,
el gusto amargo
de la edad mediana.
4
¿Amores?
En las novelas del siglo XIX
en los cuentos de hadas.
¿Amigos?
Aquiles y Patroclo,
Hamlet y Horacio.
Scherezade y el lenguaje.
¿Familia?
La mano deja de escribir:
en el patio de atrás
la historia sangra.
5
¿No era que historia no,
nada de fechas que matan
como flechas ni patios
de identidad en el puro
ejercicio literario?
La mano, culpable
de ingenuidad,
pierde los dedos
en los dientes del oficio.
De Taller de la memoria. Córdoba, Ediciones del Copista, Colección Fénix, 1998
La lengua de las islas
I
Se introduce en el lenguaje ajeno
como un cuerpo que se arroja al mar:
agua sin remanso ni piedad para el ahogado
que, con gesto de impotencia,
lucha en la garganta del deseo.
II
Se prueba las palabras nuevas
como sortijas, pendientes
o cuentas de cristal:
alhajas de la voz,
adornos de un agua extranjera
en la que nunca
se podrá nadar.
IV
Caen las palabras
como cuentas de un collar:
corales las vocales,
oro batido o plata sin pulir
las consonantes.
En el fondo de la voz,
metales bajos,
materia radiactiva
para sellar la boca del ajeno
que se atreve a hablar.
VII
Busca el extranjero
el sonido nasal de las vocales,
las consonantes cayendo
como guijarros al sol,
la voz y su grano irremplazable.
Vano cortejo,
todo suena mal:
donde quiso decir “mano”
se quiebra una flor
en la cresta de la lengua herida.
IX
Hablar el lenguaje de las islas
es nadar hacia atrás,
pegar el salto a un futuro anterior:
colgarse pendientes de la boca,
collares de la palma de la voz,
incendiarse en un fuego
incesante.
* * *
Memorial de la batalla
III
BAJO LA METRALLA
CAEN BOMBAS SOBRE LA CIUDAD, la metralla enemiga ha convertido las plazas en agujeros de noche, los pájaros del balcón, en siluetas oscuras que atraviesan el aire como signos del desastre.
CAEN BOMBAS SOBRE LA CIUDAD y el rumor de pies en desbandada carcome los costados del silencio, ni siquiera un instante se ha escuchado una débil voz humana en el fragor de la batalla.
CAEN BOMBAS SOBRE LA CIUDAD y desde las alcantarillas -que hasta ayer transportaban el pesado cargamento de los sueños- granadas ocultas, minas traicioneras han hecho saltar en pedazos el mundo familiar.
CAEN BOMBAS SOBRE LA CIUDAD y ella, en medio del derrumbe, ha tomado su maleta, la jaula del gato y un par de plantas para unirse a la caravana que parte en desorden de la tierra devastada.
Pero al llegar a la glorieta donde nació el amor, a los árboles gemelos que las balas enemigas perdonaron, ha levantado -con la maleta y el gato y las dos plantas- una tienda de campaña donde lo espera, invencible, con una rosa entre los labios y la canción que cantaba y cantará en sus brazos.
De Pasajera en tránsito. Córdoba, Ediciones del Copista, Colección Fénix, 2006
UN ESBOZO DE POÉTICA
En mí la poesía surge como una urgencia de escribir impuesta a partir de un ritmo que suena adentro de mí y al que sigo, sin saber exactamente de qué voy a hablar ni qué palabras usaré. En ese sentido, es la mano y no la cabeza la que escribe: escribo lo que no sé, dejándome sorprender por lo que se va convirtiendo en palabra a partir del ritmo. A medida que el poema se va formando, comienza a funcionar una dimensión crítica –no intelectual sino poética- que me lleva a cambiar palabras, aun en esa primera escritura, para adecuarlas más a lo que percibo que “se quiere decir” –para mí el poema es radicalmente impersonal, por aparentemente atado a la propia experiencia que esté- y al ritmo interno del poema. Cuando lo termino, comienza el proceso de corrección, que puede seguir durante mucho tiempo: semanas o meses hasta que encuentro la solución a algo que me parece que traiciona la forma interna y única del poema.
* * *
tu esbozo de poética me parece maravilloso, cuando suba mis poemas voy a escribir: arte poética:ver cristina piña.
gracias
lara.
Cristina, qué lindos los poemas, sobre todo los de La lengua de las islas. Quiero leer todo el libro!
Un saludo, Carolina Esses
Cristina, soy tu alumna y no sabia lo bien q escribis, la verdad se nota q sos toda una profesional en lo q haces, me enorgullece aprender de una persona como vos.
Paula D.
Cristina:
- Celebro haber estado ahí cuando presentaste tu libro "Pasajera en tránsito". Se percibía a una mujer y poeta lúcida, gozosa, receptiva.
- Celebro tu acierto para elegir a quienes lo presentaron, que recorrieron e indagaron en el libro con pasión, hurgando en su hondura.
- Y celebro tener, por supuesto, en mi casa, su universo extenso y sorprendente.
Sigo releyendo poemas que me fascinaron como "Preguntas para damas prolijas" y "Primer contacto con Atenas", y los que tanto me conmovieron de "Memorial de la batalla": su crónica precisa, ajustada y desolada de la devastación. Esos poemas que como dijo Tedesco "litigan contra el daño". La memoria en hilachas, la ausencia de espacio y de palabras, la renuncia a la mirada en el retorno al territorio y sin embargo la poesía que dice del horror, de lo visible y lo íntimo del daño. Son poemas azorados e imposibles, como los ojos del gato en la tienda de campaña.
Ojalá te tengamos en Fedro leyendo poemas de tu libro inédito y quizás alguno de estos, como un regalo. Me encantaría escucharlos.
Un abrazo fuerte y agradecido!
Ana
cristina,
te conocí por alejandra p. y ya era más que bastante. pero aquí hay más, gracias,
marta rojzman
cristina:
me pasó lo mismo que a Marta, te conocí por la bella Alejandra. ¡Qué placer conocer tu belleza también! ¡Cierta vergüencita de compartir el espacio con gente tan bella...! pero bué...se hace lo que se puede...
Un placer
Carla Olivera
Profesora, fui alumna suya hace tanto...andaba buscando "Corte y confecciön" y de paso pedirle permiso para usarlo en un taller de escritura, ya que lo hacía sin su permiso.
Usted fue en Lomas una profesora de lujo, no sé si se lo dijeron
Un abrazo
patricia Muscia
Profe, tener un referente como usted, un ejemplo a seguir, es lo valioso que se puede encontrar al comenzar una carrera. Muchas gracias por ser la maestra que es, un honor estar en sus clases.
Profe, tener un referente como usted, un ejemplo a seguir, es lo valioso que se puede encontrar al comenzar una carrera. Muchas gracias por ser la maestra que es, un honor estar en sus clases.
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