FERNANDO CALLERO
fernando
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D.J. Buenmozo
Menciona a:
Beatriz Vignoli
Francisco Bitar
Daniel Durand
Javier Guipponi
D.A. Fleischer
Poética:
sobre la base de ráfagas musicales imaginarias identifico algunas articulaciones discretas y veo qué tanto pueden comunicar y qué otro tanto mover al baile. Trato de que pasen las dos cosas.
bio/biblio:
Nacido en Concordia Entre ríos en 1971, desde 1990 radicado en Santa Fe y desde hace 13 años en Santo Tomé, ciudad que ama. Publicó el libro de cuentos “El ojo de Víctor”, Ediciones bajo la luna, 2000, “Ramufo di Bihorp”, poesía, Premio Provincial de Santa Fe, José Pedroni 2000. Por su cuenta: “Aniversario”, libro de poesía con cd de canciones del autor (escuchar en www.purevolume.com/yasnaia ) “El Amor”, “La cotilla de la lengua” y recientemente “Romance de Mario y Rosa” y “Poesía castellana”, ediciones artesanales al alcance de los que los soliciten. En www.purevolume.com/salvadorbachiller hay una audición de radio con canciones suyas y en www.elarbolencantado.blogspot.com una novelita de 1998 y cuentos nuevos. En octubre de 2006, Ediciones bajo la luna publicará “El espíritu del joven Borja”, novela marina.
Poemas:
El olor de las toallas
El olor de la toalla con arena
Ese regusto a fierro del aire, en la playa,
cuando se viene la tormenta
El olor del telgopor mojado de la conservadora
que al mediodía chillaba cuando le sacabas la tapa,
porque el hielo nuevo conservaba el frió seco,
pero a la tarde, cuando todos empezaban a aburrirse
y a revolver lo que quedaba, boyaban desprendidas
las etiquetas de las botellas en el agua sucia
Mi viejo acarreaba al auto las cañas,
me hacía una seña para que yo juntara el termo del jugo
antes de que la crecida se lo lleve, como al otro,
robándolo, distraída, del pedregullo de esa islita que
cuando quisiste acordar, no estaba más,
ni la islita ni el termo anaranjado
El olor de los pescados moribundos en el balde
El olor de la malla de lycra de tu prima
El vapor que salió cuando cagaste atrás del árbol
espiando entre las ramas cómo los otros jugaban
carreras del tronco a la isla,
sin tocar el barro del fondo,
porque ahí a Cecilia la picó una raya.
Volver buceando a la orilla por abajo del sillón
donde mamá toma sol.
Cazar una rama.
Trepar agarrado a las escobaduras la barranca.
Si te cruzás con una de las chicas la tenés que empujar,
pero te aburrís y te vas a revisar las botellas hundidas
con el culo roto y adentro pan, para que entren las mojarras.
El olor a nailon de la carpa
El suspiro del cierre cuando abren de afuera
y adentro resuena seco, como una campana de tela.
En esta carpa nadie duerme
Se escucha cómo afuera alguien prende un pucho
y mea, otro que en la hamaca toca la guitarra
Y rasguña las cuerdas
Y rasguña las cuerdas
Y rasguña las cuerdas.
(de “Joya”, Colección Chapita, Bs As, 2009)
El pezón de sidra
Uy, primero todos los bancos del parque
pegoteados por los gallos fríos de las tipas
La laja patinada me hacía crujir la goma de los espores
Semejante batería de ángeles gallardos
precipitándose como gotones de un palito helado derretido
Yo después me tomaba un coche motor a La Plata
con el encargo de cortar cañas para hacer collares
En la estación de Plátanos
la siesta era un surtidor caliente desde el pecho combado
que es la única tapa del mundo que intuimos
Un pecho gigante con un pezón que surte sidra tibia ay, es dorada
Venía leyendo una novela rusa sin tapas sin autor
hasta que la novia del muchacho se moría
congelada debajo de un puente del Volga
Yo era feliz, tenía 17 y un amigo me esperaba en Plaza Francia
por el asunto de las cañas para hacer collares
Todo lo que me dijeron las cosas es mi historia
Ellas se fueron apropiando de mí según mis juicios
Pero también yo había heredado una cabeza
y miles de palabras viejas que después cambié por otras.
(de “Joya”, Colección Chapita, Bs As, 2009)
Hace mucho
La vía
Para allá queda Buernos Aires
Para el otro lado Chajarí y Brasil
Por abajo del puente cruza el arrollo
arrastrando agua lechosa de desagües
del mismo lado,
ahora que son las cuatro
empieza a venir el olor ácido y dulce del pino
y con las rachas calientes de viento
también el ruido de las sierras
del aserradero de Blasco
todos los ranchos desaparecen
al rayo del sol
el río no se ve
Dice el chico del Nébel
que sabe mucho de pájaros
“el hornero sabe caminar como nosotros,
levantando una pata por vez,
el gorrión va como esquiando
con las dos fijas para adelante
pero igual maneja bien
debe ser una cosa nerviosa
yo qué sé”.
Sentados en la chapa marrón del techo
de un galpón que dice
Vote Busti – Cresto
y uno con un ladrillo va y se pone a escribir
“Coger”
* * *
Frenando: simplemente maravilloso. Mencionas por lo menos tres veces la palabra esvástica, y haces que me guste, a pesar de todo lo que este símbolo trae a nuestra memoria, después de haber sido adoptado por “ese señor”.
Por otro lado, tu poesía parece estar acompañada con una leve música de fondo. Un especie de rock, para ser más preciso.
Fernando: no te entiendo, pero igual te quiero... ¿sabés quien soy?
ojala fueras la que pienso, sí fuera así cicatrizaría. sos L S (D)?
Para el usuario anónimo que hizo el primer comentario. Primero muchas gracias. Segundo, síiiiiiii, totalmente, hay que sacar ese bello signo del pozo negro donde lo confinaron los asesinos. La rueda solar cruzada. Te paso el link de una página sobre la svástica que encontré. http://jesusagrario.iespana.es/svastica/svastica.htm
una esvástica puesta en movimiento: el logro del gran poeta de convertir el cuadrado en círculo, lo pesado y anguloso en ágil y hasta aquí llega.
no puedo escribir alabanzas
solo gratitud
al gran maestro
rememos
rememos
el mar esta cerca fer
un abrazo gigante
D.J. Buenmozo
como dice el anónimo que te quiere, tampoco te comprendo... pero no te conozco. Pasa que soy de Viedma y de Patagones (comarca dividida apenas por un río, para quienes no conocen estas geografías. De un lado BsAs del otro Río Negro) Son muy livianas tus palabras. Y tu esvástica sólo habla de vos. firmaría, para no quedar como una anónima. Alcanza con que sepas que soy una mamá que además gusta de la poesía ¿la tuya? no sé si podré separar la liviandad, tal vez cuando se me pase el efecto de este poco feliz ¿poema?
A ver, me rectifico porque no sé entiende (dale con el entiendo, no entiendo)
Fer, sabes muy bien que mi comentario no quiere decir lo que en realidad dice.
Y a la otra anónima que plagio parte de mi comentario, le quiero aclarar las cosas.
¿Cómo qué no se entiende? Mi comentario fue por pura camaradería y un común de tratarnos con Fernando, pero no me parece para nada que la poesía del señor Callero pueda ser tildada de incomprensible.
(Es cierto que nadie tiene por que saberlo, ¿pero cómo iba yo a imaginar que alguien podría llegar a adherir a mi comentario?)
Si su observación tiene orientaciones geográficas, o llegan a tocarla de una manera más cercana, también usted tendría que aclarar ese punto.
Pido mil disculpas y vuelvo a recordarle a Fernando que sus poemas me parecen hermosos.
Ferchu seguí así. Te quiero mucho
todo bien, Callero, no me metí con tu poética sino con la temática... Y a la señora/señorita que se suma, que no se sienta en el medio, no fue más que un comentario, un pie, para iniciar el comentario. Angélica.
Gracias Angelica por aparecer. A mí me dolió mucho eso de palabras livianas porque esa serie de poemas de niños en el abismo está inspirada en el suicidio de mi primito Leo, hace dos años en concordia y jamás pensé que estos poemas que a mi me cuesta incluso releer le hayan parecido livianos a un lector. Pero bueno, la dinamica de escritura lectura por suerte nunca es simétrica. Un saludo. Fernando.
Fernando, mi comentario fue exclusivamente porque nombraste a Junior y el caso ocurrido en Patagones, de una manera tal vez muy amarilla para alguien que padeció de cerca los hechos que fueron de público conocimiento. Hay mucha habladuría suelta, mucha opinión poco calificada dando vueltas. Al chico se lo juzga, se lo ataca, se lo interpreta se lo analiza... nadie sabe qué fue de él ni de su cabeza. Bien. Mató gente, mató a otros chicos, lo calculó, se dice, lo pensó, quiso hacerlo y lo hizo, se dice. La decisión de matar - supongo que así como la decisión de morir- a cierta edad, a mi entender no es más que una falta de auxilio, tal vez ni siquiera sea un pedido. No hablo ahora como mamá, estoy muy lejos de comprender, y mucho menos hablar por los papás de los chicos que murieron en ese ataque. Como dije en el comentario, pasado el efecto que ahora no llamaré de "tu liviandad", sino de "mi impulso", sumado a este diálogo que me has permitido, creo que podemos pasar a otra cosa.
te dejo un saludo y gracias también por tus palabras. Angélica.
qué interesante charla, yo también soy de la comarca. no llegué a sentirme "mal" como Angélica. Es más, volví a leer los trabajos después de encontrarme con los comentarios.
1º lectura, agudeza crítica al mirar, para abajo, a los ojos
2º lectura, agudeza crítica al mirar, para adentro, a los ojos. Me gusta tu estilo, tu escritura, Fernando; y sobre el resto, me parece de lo más maduro todo lo dicho por ambos.
Saludos al autor, que no es dueño de la verdad sino de su verdad, y a Angélica (¿te conozco?) que aparentemente sabe redistribuir culpas y cargos. iris
Iris y Angélica de la Comarca, les quiero agradecer sus lecturas y el compromiso de la charla. Jamás había tenido una experiencia así, con lectores que interpelan seriemente, y con respeto, y esto es algo que hace posible este blog, que es buenísimo. Un saludo y vuelta a agradecer. Ya subiré otros poemas. Fernando.
Hola Fernando, gracias por el mensaje que me dejaste. Como los de Ramufo (el único libro tuyo que leí), muy buenos. Particularmente el de Junior. Salió la novela que anunciás? Un abrazo, Osvaldo Aguirre
Te digo la verdad no leí nada de lo que escribiste.. pero me parece fantastico. Mas fantastica aún me parecen las discusiones, los malentendidos, y las resoluciones diplomaticas que nos prestan "Las Anónimas" Tene cuidado porque pueden dejar toda tu poesia de lado y de golpe y porrazo te copan los medios! ja.. Ah.. y gracias a ella que hicieron posible que este comentario dure mas que tres renglones. Mañana paso otra vez a ver si de una vez por todas puedo empezar a leer tus cuentitos. Nos Queremos.
Hola Fernando, siempre que "ando por acá" te "visito". Qué bueno que esto continuara.
¿Leíste "Pendejos" de Sietecase? Tiene un relato dedicado a Junior. Después lo comentamos si querés. Un abrazo. Iris (sigo en la Comarca...)
Hola Iris, cómo andas, sí leí el libro de Sietecase, me gustó bastante, salvo algunas imposturas como las de incluir mucho a gordas y travestis como escenografía típica del hampa. Un abrazo. pronto andaré visitando General Roca.
Como adujeras, orientás fluidamente las palabras, discreto, preciso. comunicás en compases concisos bailables, ahorrás, mas dándote lugar a fugas emocionales, si bien discretas.
Dejando de ser redundante, mi humilde respeto.
Como aporte al hilo que se vino tejiendo en torno a algún motivo aparente de tus poemas, dejo una voz ineluctable.
I have tried to write Paradise
Do not move
Let the wind speak
that is paradise.
Let the Gods forgive what I
have made
Let those I love try to forgive
what I have made.
F: si volviéramos a ese banco del boulevard, ahora que mendigo menos furor que antes, quisiera que me leas cualquier cosa, como si la escribieras, como si bailaras
entretanto, podrías comentarme el ahora del mundo y de qué se la da, o cómo es de roja socialista esta ciudad que me retiene, o si se destiñe qué podríamos hacer entre nosotros
abrazón
s | p
Gracias anónimo por tu comentario y por el poema de Pound.
Pobresía: nos conocemos o es un poema lo que pusiste?
Abrazo. Fer
Sobre la hoja absurda alguien narra,
aun más absurdo el que narra que la hoja...
No sabe que el blanco papel su alma deshoja, no sabe que se vuelve lo que narra...
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