CAROLINA MASSOLA
carolina
mencionada por:
Mauro Lo Coco
menciona a:
Horacio Castillo
Aimé Olguin
Santiago Pintabona
Julieta Sánchez
Silvia Dabul
Poética
No logro el deseo de conceptualizar en palabras lo que sucede allí, entre los materiales y su proceso hasta llegar al poema. Siendo que lo más maravilloso es librarse un momento creyendo que algo es azaroso. Comprendo diferentes contextos de producción, llámeselos objetos, modos o medios, que pretendo utilizar para llegar a este fin, que ejercen desde ya, influencias que desconoce el poeta en el preciso instante de trabajar con ellos. Concibiendo podríamos decir, cierta técnica, no sé si la llamaría método. No. Pero juzgo, inútil inventarme y aferrarme a una poética propia. Principalmente, porque aguardo explorar lo inexplorable. Sí pretendo una búsqueda desde ese lugar.. Un intento. Y eso es lo único que deseo germine. Entonces, la búsqueda:
El sentido fugitivo. Tentativa por desarmar lo ante dicho, antes de la palabra, que resuena constante, extirpada desde el océano donde carece la piedra del agua. Un hechizo bebido a lenguetazos. El refugio callado de sucumbir sin piel. Sin recreaciones. Arrastrar algo puro. Invocación del don. La palabra. La palabra. La palabra.
Poemas:
En el río
Batiendo los remos al son de las voces que llevan el ritmo, cuando enhebro mi mirada al cielo, y sentir como si las aguas, que nos llevan hacia allí cantaran, un pueblo tras el río.
Y en el pueblo, otras vidas pasajeras, otras voces llorando despedidas, cuando no algunas esperando estos remos. Y volver a partir donde canten las aguas, donde vibren los ríos contra la madera que arrastra. Otras penas flotaran para abandonar los cuerpos.
El espacio perdido para atravesarlo. Todos cantan diferentes melodías. Historias mojadas arrojadas al estrellato. Allí vamos. Y cuando un silencio nos sorprende, el río nos canta de su vida. De sus costas enamoradas que no podrán unirse sino por él…como nosotros sobre la barca. Uniéndonos al pueblo de su mano. Alguien ha dicho que las aguas todo lo limpian y entonces dejamos que golpee nuestros rostros y más levantamos las voces, desde donde vuelan por los aires ajenos de truenos, enarbolando vocales libres sin sentido alguno y cada una toma su rumbo y abraza diferentes costas. Sorprendidos por no llegar nunca, pero conocer el buen camino, entre miradas húmedas, vidriosas. Ahogados los dolores en el río, que nos mece infatigable.
Que nos besa las manos llagadas. Ah! Y sorber la lluvia del cielo!
Apenas un trayecto y tan sagrado el encuentro. Y haber dejado el resto. Algunos divisan los cuerpos, otros sólo la noche y hay quienes miran el cielo. Que será el mismo, mas sobre la tierra. Y no querer soltar el remo. Apenas sostengo las piernas para dejar mi rincón mojado y observar lo frágil de los ojos que encuentro en las costas.
¿Será mejor en aquella otra? Pero el río no contesta. Y muchos suben a la barca y toman nuevamente los remos y yo lo retengo. Lo retengo y me siento.
Para remar el río. Para buscar otra costa,
Donde mi remo quiera descansar.
Luciérnagas
Claro que alimentaré las luciérnagas abandonadas,
merodearé cada titubeo de sus alas,
recolectando tardíos rumores nocturnos,
me sorprenderé ante el florecimiento de sus patas,
sostendré el espacio que cabe en mi mirada,
habitados por cuerpos encendidos, en plenitud de buscarse
tras el rastro guardado, las candelas alumbrando sus vientres.
Me encenderé inhalando cada rocío inesperado,
glorioso, desvastado,
luminiscencias suspendidas,
estremeciendo cielos,
dinamitado en albores.
Alimentaré silenciosamente su morada.
Magnolia
Inventar lo invisible a la boca
como el tallo que no vive la próxima primavera,
el centello enceguece pupilas en ruinas.
Cuando suden magnolias las ramas de ayer
y relamas el polen,
Tú
escarabajo antiguo,
brillante sobre lo blanco que te es ajeno,
el salto a tierra firme espera,
no olvides reproducir la flor.
Celebración
Celebramos el néctar espumante, silbido agudo al roce del tímpano. Rodando estrepitosamente sobre el viento. Sin sacudir las alas, el cuerpo. Caída libre al presenciar el sentimiento, el atisbo de un encuentro. Resbalando, obsecuentemente, al pasadizo transvaginal. Paseo taciturno, se descalza la memoria sin instrumentos. Sonando con el cuerpo.
Procurar
el brillo de la piedra,
la boca agraciada al cántaro seco.
Procurar
el rostro del pantano,
sediento por beber cientos de centellas
en el fondo, sin suspiros,
esperas, el agudo intento por la clausura.
Debajo,
la sonrisa percudida.
Decías palabras eternas.
Abajo,
extirparon al ave sus vuelos.
Abajo,
encallaron los cuerpos.
Bio/Bibliografía
Nací un 10 de Julio hace 31 años ya. Estudié y perfeccioné mi francés en Francia. Estudié letras en la UBA, escribo narrativa –novela, cuento- y poesía. Soy inédita. Tuve algunas publicaciones en blogs, alguna revista también. Actualmente estoy dirigiendo desde Baires en conjunto con Julieta Sánchez (desde San Martín de los Andes), la Revista “Eripio, poesía circulante”, de distribución gratuita. La revista es bimestral y se distribuye entre las provincias de Neuquén y Río Negro su 70% y el resto en Buenos Aires. Los poemas que presento aquí son muy nuevos y por supuesto, inéditos.
mencionada por:
Mauro Lo Coco
menciona a:
Horacio Castillo
Aimé Olguin
Santiago Pintabona
Julieta Sánchez
Silvia Dabul
Poética
No logro el deseo de conceptualizar en palabras lo que sucede allí, entre los materiales y su proceso hasta llegar al poema. Siendo que lo más maravilloso es librarse un momento creyendo que algo es azaroso. Comprendo diferentes contextos de producción, llámeselos objetos, modos o medios, que pretendo utilizar para llegar a este fin, que ejercen desde ya, influencias que desconoce el poeta en el preciso instante de trabajar con ellos. Concibiendo podríamos decir, cierta técnica, no sé si la llamaría método. No. Pero juzgo, inútil inventarme y aferrarme a una poética propia. Principalmente, porque aguardo explorar lo inexplorable. Sí pretendo una búsqueda desde ese lugar.. Un intento. Y eso es lo único que deseo germine. Entonces, la búsqueda:
El sentido fugitivo. Tentativa por desarmar lo ante dicho, antes de la palabra, que resuena constante, extirpada desde el océano donde carece la piedra del agua. Un hechizo bebido a lenguetazos. El refugio callado de sucumbir sin piel. Sin recreaciones. Arrastrar algo puro. Invocación del don. La palabra. La palabra. La palabra.
Poemas:
En el río
Batiendo los remos al son de las voces que llevan el ritmo, cuando enhebro mi mirada al cielo, y sentir como si las aguas, que nos llevan hacia allí cantaran, un pueblo tras el río.
Y en el pueblo, otras vidas pasajeras, otras voces llorando despedidas, cuando no algunas esperando estos remos. Y volver a partir donde canten las aguas, donde vibren los ríos contra la madera que arrastra. Otras penas flotaran para abandonar los cuerpos.
El espacio perdido para atravesarlo. Todos cantan diferentes melodías. Historias mojadas arrojadas al estrellato. Allí vamos. Y cuando un silencio nos sorprende, el río nos canta de su vida. De sus costas enamoradas que no podrán unirse sino por él…como nosotros sobre la barca. Uniéndonos al pueblo de su mano. Alguien ha dicho que las aguas todo lo limpian y entonces dejamos que golpee nuestros rostros y más levantamos las voces, desde donde vuelan por los aires ajenos de truenos, enarbolando vocales libres sin sentido alguno y cada una toma su rumbo y abraza diferentes costas. Sorprendidos por no llegar nunca, pero conocer el buen camino, entre miradas húmedas, vidriosas. Ahogados los dolores en el río, que nos mece infatigable.
Que nos besa las manos llagadas. Ah! Y sorber la lluvia del cielo!
Apenas un trayecto y tan sagrado el encuentro. Y haber dejado el resto. Algunos divisan los cuerpos, otros sólo la noche y hay quienes miran el cielo. Que será el mismo, mas sobre la tierra. Y no querer soltar el remo. Apenas sostengo las piernas para dejar mi rincón mojado y observar lo frágil de los ojos que encuentro en las costas.
¿Será mejor en aquella otra? Pero el río no contesta. Y muchos suben a la barca y toman nuevamente los remos y yo lo retengo. Lo retengo y me siento.
Para remar el río. Para buscar otra costa,
Donde mi remo quiera descansar.
Luciérnagas
Claro que alimentaré las luciérnagas abandonadas,
merodearé cada titubeo de sus alas,
recolectando tardíos rumores nocturnos,
me sorprenderé ante el florecimiento de sus patas,
sostendré el espacio que cabe en mi mirada,
habitados por cuerpos encendidos, en plenitud de buscarse
tras el rastro guardado, las candelas alumbrando sus vientres.
Me encenderé inhalando cada rocío inesperado,
glorioso, desvastado,
luminiscencias suspendidas,
estremeciendo cielos,
dinamitado en albores.
Alimentaré silenciosamente su morada.
Magnolia
Inventar lo invisible a la boca
como el tallo que no vive la próxima primavera,
el centello enceguece pupilas en ruinas.
Cuando suden magnolias las ramas de ayer
y relamas el polen,
Tú
escarabajo antiguo,
brillante sobre lo blanco que te es ajeno,
el salto a tierra firme espera,
no olvides reproducir la flor.
Celebración
Celebramos el néctar espumante, silbido agudo al roce del tímpano. Rodando estrepitosamente sobre el viento. Sin sacudir las alas, el cuerpo. Caída libre al presenciar el sentimiento, el atisbo de un encuentro. Resbalando, obsecuentemente, al pasadizo transvaginal. Paseo taciturno, se descalza la memoria sin instrumentos. Sonando con el cuerpo.
Procurar
el brillo de la piedra,
la boca agraciada al cántaro seco.
Procurar
el rostro del pantano,
sediento por beber cientos de centellas
en el fondo, sin suspiros,
esperas, el agudo intento por la clausura.
Debajo,
la sonrisa percudida.
Decías palabras eternas.
Abajo,
extirparon al ave sus vuelos.
Abajo,
encallaron los cuerpos.
Bio/Bibliografía
Nací un 10 de Julio hace 31 años ya. Estudié y perfeccioné mi francés en Francia. Estudié letras en la UBA, escribo narrativa –novela, cuento- y poesía. Soy inédita. Tuve algunas publicaciones en blogs, alguna revista también. Actualmente estoy dirigiendo desde Baires en conjunto con Julieta Sánchez (desde San Martín de los Andes), la Revista “Eripio, poesía circulante”, de distribución gratuita. La revista es bimestral y se distribuye entre las provincias de Neuquén y Río Negro su 70% y el resto en Buenos Aires. Los poemas que presento aquí son muy nuevos y por supuesto, inéditos.
* * *
tus palabras se enriedan y germinan redes. gracias!! alipez
me alegran mucho tus palabras, gracias por eso.
Carolina
Flaqui, que dulzura para los oidos.. Me encantó ..
Caro, qué manera de hacer fluir las imágenes, las sensaciones, duras y románticas a la vez. Desde "aquellos" poemas, te sigo y te admiro. Iris
caro me encantaron tus palabras y deseo contactarnme contigo por las afinidades d apellido: me llamo SERGIO MAZZOLA, tambien escribo poemas y mi padre fue un muy reconoxçcido poeta en nuestra provincia de Córdoba
sermazzola52@yahoo.com.ar
"Un hechizo bebido a lengüetazos"...maravilloso brebaje el de tus letras. Quiero vivir embriagada de tiempo
Besos!
Ya me había olvidado de ese "hechizo..." gracias Esperanza por recordármelo. Besos
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