PABLO KEYES
Mencionado por:
Florencia Minici
Karina Maccio
Menciona a:
Osvaldo Bossi
Walter Cassara
Florencia Minici
Nadia Gimenez
Bio:
Nací en Buenos Aires, en 1978. “El Escribiente” (2006) es mi primer libro.
Junto a Florencia Minici, coordino el sello editorial “Flora y Fauno", concebido a partir del ciclo de lecturas homónima.
También escribo un blog (www.elkapullo.blogspot.com) a modo de archivo de ideas para futuras poesías y como espacio de “libre expresión” (es decir, porque tengo tiempo libre.)
Contacto: polniuman@gmail.com
Poemas:
(extraídos de “El Escribiente”, 2006. Flora y Fauno Ediciones.)
2.
me dan ganas de mentir
de ser inventor a veces
Pero a mí no me hicieron para eso.
A mí me nombraron
penitente
escribiente.
Así, en las asambleas de la noche
me asignan los trabajos de vigía
-anotar, fichar, tener en cuenta-
Son tareas lunares
y como en las horas del juzgado
mi desempeño es invisible
pero alguien tiene que…
y por eso, ocupo el puesto
me uno al ectoplasma obrero
y aunque años atrás las fábricas hayan cesado
repongo el sonido
para que otros oigan
la mecánica del trueno.
Enseguida me deslizo hasta los dormitorios
sin un murmullo
con paso de ángel
cucaracha
y tomo audiencia a los que sueñan
cambio de posición sus ojos y sus cráneos.
Cada visita me da otro panorama
yo nunca trato de saber
cuál es el verdadero.
Pero en las noches donde algo terrible acecha
y los chicos en la calle exponen
su canción larga de resaca
mi pensamiento sujeta al barrio
le pone orden y lo parcela.
Con paños húmedos limpio las heridas
limpio y desinfecto
los pies sangrantes de San Justo.
¿Podré resucitarlo?
no lo sé, o lo sé
veo a San Justo el niño mártir
envuelto en bolsita negra de basura
decapitado
¿o es que la cabeza aún no le crece?
yo solo digo lo que veo
digo solamente una palabra
“capullo”
una palabra
que nadie entiende.
***
yo soy el bicho
¿se dan cuenta?
4.
esparcieron el rumor
como un incendio
“algo le pasa.... es muy callado”
“lee mucho”
algo pasó conmigo (no me acuerdo qué)
dejé la casa en silencio
(cuando abandono un lugar -creo-
siempre una parte mía
se queda muriendo.)
Y pensé: “Mi territorio es de noche”
No ésta, ni aquella noche
sino la otra orilla
la de los gatos en celo.
¿y el niño?
tiritaba bajo cartones en la vereda
¿y la mujer?
había enterrado la cabeza en su propio sexo.
Y sin embargo, sólo digo la anécdota.
Soy la periferia del secreto
el silencio filoso que merodea el centro.
***
7.
Es dormir el objeto más extraño.
Lo traerá el viento de la madrugada
hacia terreno infecundo
del otro hemisferio.
Antes de tocar mi frente
sus dedos tibios hacen la lluvia
pequeña y musical.
Podría darle caza en una caja de zapatos.
Y todos los animales de la liturgia
se pasean inquietos por mis subsuelos.
- ¡Empujá toda esa abstinencia bajo la lengua!
dice papá.
Y no parece justo
interrumpir la vida de ese modo.
Pero hay noches que él me alcanza,
apoya sobre mi pecho su Biblia
esperando sienta el peso de La Palabra.
Yo sueño un caldo espeso:
gusanos, sapos, elfos.
Y bajo a las cuevas.
Las colmo de porcelanas y de cristales,
de juguetes
espejos, tapices, incontables bienes.
Sin embargo, nunca creo la propiedad privada.
Alguien me indaga ahí dentro
¿una mano intrusa?
¿algún vecino?
¿alguien que con tijeras irrumpe a mutilar?
***
Poética:
Comparte, con la de Florencia Minici, un proyecto: la exploración de una zona, alejada de los brillos de la fiesta y la ensoñación de la siesta. Entiendo a la poesía como laboratorio, como búsqueda de realidad. En continua transformación –o metamorfosis-, los poemas que componen “El escribiente” fueron piezas buscadas y encontradas, que bajo un orden pautado -de archivo- me dan pistas para entender el mundo, tal como hoy se me presenta.
“El Escribiente” queda ante una encrucijada respecto de su poética: la escritura como mecanismo de salida del mundo sentimental, la publicidad como regreso.
Sin embargo, el miedo al futuro ya no puede ocurrir: “las víctimas, las “pobres” víctimas de la periferia, ya no recorren Buenos Aires como fantasmas. Buenos Aires no existe. La zona está ahí, pero Buenos Aires no existe.” (Florencia Minici)
Florencia Minici
Karina Maccio
Menciona a:
Osvaldo Bossi
Walter Cassara
Florencia Minici
Nadia Gimenez
Bio:
Nací en Buenos Aires, en 1978. “El Escribiente” (2006) es mi primer libro.
Junto a Florencia Minici, coordino el sello editorial “Flora y Fauno", concebido a partir del ciclo de lecturas homónima.
También escribo un blog (www.elkapullo.blogspot.com) a modo de archivo de ideas para futuras poesías y como espacio de “libre expresión” (es decir, porque tengo tiempo libre.)
Contacto: polniuman@gmail.com
Poemas:
(extraídos de “El Escribiente”, 2006. Flora y Fauno Ediciones.)
2.
me dan ganas de mentir
de ser inventor a veces
Pero a mí no me hicieron para eso.
A mí me nombraron
penitente
escribiente.
Así, en las asambleas de la noche
me asignan los trabajos de vigía
-anotar, fichar, tener en cuenta-
Son tareas lunares
y como en las horas del juzgado
mi desempeño es invisible
pero alguien tiene que…
y por eso, ocupo el puesto
me uno al ectoplasma obrero
y aunque años atrás las fábricas hayan cesado
repongo el sonido
para que otros oigan
la mecánica del trueno.
Enseguida me deslizo hasta los dormitorios
sin un murmullo
con paso de ángel
cucaracha
y tomo audiencia a los que sueñan
cambio de posición sus ojos y sus cráneos.
Cada visita me da otro panorama
yo nunca trato de saber
cuál es el verdadero.
Pero en las noches donde algo terrible acecha
y los chicos en la calle exponen
su canción larga de resaca
mi pensamiento sujeta al barrio
le pone orden y lo parcela.
Con paños húmedos limpio las heridas
limpio y desinfecto
los pies sangrantes de San Justo.
¿Podré resucitarlo?
no lo sé, o lo sé
veo a San Justo el niño mártir
envuelto en bolsita negra de basura
decapitado
¿o es que la cabeza aún no le crece?
yo solo digo lo que veo
digo solamente una palabra
“capullo”
una palabra
que nadie entiende.
***
yo soy el bicho
¿se dan cuenta?
4.
esparcieron el rumor
como un incendio
“algo le pasa.... es muy callado”
“lee mucho”
algo pasó conmigo (no me acuerdo qué)
dejé la casa en silencio
(cuando abandono un lugar -creo-
siempre una parte mía
se queda muriendo.)
Y pensé: “Mi territorio es de noche”
No ésta, ni aquella noche
sino la otra orilla
la de los gatos en celo.
¿y el niño?
tiritaba bajo cartones en la vereda
¿y la mujer?
había enterrado la cabeza en su propio sexo.
Y sin embargo, sólo digo la anécdota.
Soy la periferia del secreto
el silencio filoso que merodea el centro.
***
7.
Es dormir el objeto más extraño.
Lo traerá el viento de la madrugada
hacia terreno infecundo
del otro hemisferio.
Antes de tocar mi frente
sus dedos tibios hacen la lluvia
pequeña y musical.
Podría darle caza en una caja de zapatos.
Y todos los animales de la liturgia
se pasean inquietos por mis subsuelos.
- ¡Empujá toda esa abstinencia bajo la lengua!
dice papá.
Y no parece justo
interrumpir la vida de ese modo.
Pero hay noches que él me alcanza,
apoya sobre mi pecho su Biblia
esperando sienta el peso de La Palabra.
Yo sueño un caldo espeso:
gusanos, sapos, elfos.
Y bajo a las cuevas.
Las colmo de porcelanas y de cristales,
de juguetes
espejos, tapices, incontables bienes.
Sin embargo, nunca creo la propiedad privada.
Alguien me indaga ahí dentro
¿una mano intrusa?
¿algún vecino?
¿alguien que con tijeras irrumpe a mutilar?
***
Poética:
Comparte, con la de Florencia Minici, un proyecto: la exploración de una zona, alejada de los brillos de la fiesta y la ensoñación de la siesta. Entiendo a la poesía como laboratorio, como búsqueda de realidad. En continua transformación –o metamorfosis-, los poemas que componen “El escribiente” fueron piezas buscadas y encontradas, que bajo un orden pautado -de archivo- me dan pistas para entender el mundo, tal como hoy se me presenta.
“El Escribiente” queda ante una encrucijada respecto de su poética: la escritura como mecanismo de salida del mundo sentimental, la publicidad como regreso.
Sin embargo, el miedo al futuro ya no puede ocurrir: “las víctimas, las “pobres” víctimas de la periferia, ya no recorren Buenos Aires como fantasmas. Buenos Aires no existe. La zona está ahí, pero Buenos Aires no existe.” (Florencia Minici)
* * *
podría decir que los poemas son grandes y deslumbrantes. pero solamente mirando la superficie algo ya decanta. van a perdurar.
Keyes: me da un placer inmenso leer tus poemas. Sin comprender del todo tu poética, tus poemas son excelentes. Un saludo, J.
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