DOMITILA BEDEL
domitila
mencionada por:
Florencia Abbate
menciona a:
Arturo Carrera
María del Carril
Esteban Feune De Colombi
bio/biblio:
Domitila Bedel nació en Buenos Aires, el 19 de Diciembre de 1981. Estudió cine en la Universidad del Cine y hace más de tres años que asiste al taller de poesía dictado por Arturo Carrera.
“Los Lobos” es su primer publicación.
poetica:
Lo que no sé que me pertenece que esta aca conmigo y de repente toma forma.
Cada palabra escrita es magia: meter la mano en una galera y sacar conejos,
decir abracadabra pata de cabra y que algo quede develado. Hechizos, velas
prendidas, soplar panaderos de algodón,sana sana colita de rana si no sana
hoy sanara mañana.
Es un territorio ganado.
Poemas:
Trabalho #10
Me pesa la garganta como si estuviese llena de pompones de plomo, estoy
minada de palabras que se estiran desgarradas y no llegan…
Me fijo en el silencio esperando que se transforme en algo más que un
malabrigo. Ahora en este momento de tanto frío, te dejo caer, de la misma
forma en la que se está cayendo mi cuerpo. Cedió al tironeo de fuerzas más
brutas, más viles, cayó. Guerrero cayó y lo tapó el polvo que supo levantar.
En la caída recordó que una vez hubo un lugar.
Una luz mezclada con arena mojada. La presencia de Dios en todas partes, en
el brillo de tus ojos después de una tormenta, en el palpitar mismo en el
que oí el ruido de tu alma mientras dormías.
Y en ese lugar, el cuerpo se abrazaba a la esperanza. Con todo lo
desesperado que hay en la necesidad de tener fe en querer orar con una
plegaria resignada. La misma sensación de infancia, cuando abrazaba las
estatuas de mármol del jardín creyendo de verdad que las iba a despertar.
Que podía mover y transformar la quietud perfecta de su belleza congelada en
un beso que se devuelve.
En ese lugar también creí saber de hechizos, de mínimos gestos conjurados,
de polvitos sin color soplados en las palabras, siempre dadas como luz.
En papayas al medio,
en damajuanas de vidrio vestidas con redes de marineros perdidos,
en manojos de flores bordadas por una mano que sangraba,
en collares de piedras torcidas
y tazas calientes a la hora del té.
Pero el tiempo apareció, delatando lo que no nació, lo que se voló. El paso
del tiempo fue lo único que pudo cansar la fe de mi cuerpo.
Hay que cortar el suministro, no hay nadie bebiendo lo que se da, se están
formando charcos abajo mío y todos tienen el reflejo de la boca ausente. Los
charcos y el polvo levantado pueden convertirse en pantano. Las semillas se
pierden en pantanos. Hay que dejarse caer para evitarlo.
Mi energía se acabó. Necesito que seriamente nos enfrentemos a perdernos.
Necesito perderte pero tus palabras siempre me encuentran, tiritando en el
desierto de no saberme todavía, de no estar serena, de dudar, de creerte, de
tener fe.
Igual agradezco haberte amado desde el suelo, desde la tierra, desde la
mujer arcaica que siento cuando te hago el amor con lo entero de mi cuerpo.
Te amé con instinto, con olfato y con ese mismo olfato me doy cuenta de que
no puedo ser feliz con este momento, con tu falta de responsabilidad.
Necesito que me amen con responsabilidad. Frágil, tratar con cuidado.
Pequeñita y única como una tetera china.
Te suelto, pero nunca me voy a olvidar de tu forma en la mía, de su encastre
imperfecto, de la vida que había.
mencionada por:
Florencia Abbate
menciona a:
Arturo Carrera
María del Carril
Esteban Feune De Colombi
bio/biblio:
Domitila Bedel nació en Buenos Aires, el 19 de Diciembre de 1981. Estudió cine en la Universidad del Cine y hace más de tres años que asiste al taller de poesía dictado por Arturo Carrera.
“Los Lobos” es su primer publicación.
poetica:
Lo que no sé que me pertenece que esta aca conmigo y de repente toma forma.
Cada palabra escrita es magia: meter la mano en una galera y sacar conejos,
decir abracadabra pata de cabra y que algo quede develado. Hechizos, velas
prendidas, soplar panaderos de algodón,sana sana colita de rana si no sana
hoy sanara mañana.
Es un territorio ganado.
Poemas:
Trabalho #10
Me pesa la garganta como si estuviese llena de pompones de plomo, estoy
minada de palabras que se estiran desgarradas y no llegan…
Me fijo en el silencio esperando que se transforme en algo más que un
malabrigo. Ahora en este momento de tanto frío, te dejo caer, de la misma
forma en la que se está cayendo mi cuerpo. Cedió al tironeo de fuerzas más
brutas, más viles, cayó. Guerrero cayó y lo tapó el polvo que supo levantar.
En la caída recordó que una vez hubo un lugar.
Una luz mezclada con arena mojada. La presencia de Dios en todas partes, en
el brillo de tus ojos después de una tormenta, en el palpitar mismo en el
que oí el ruido de tu alma mientras dormías.
Y en ese lugar, el cuerpo se abrazaba a la esperanza. Con todo lo
desesperado que hay en la necesidad de tener fe en querer orar con una
plegaria resignada. La misma sensación de infancia, cuando abrazaba las
estatuas de mármol del jardín creyendo de verdad que las iba a despertar.
Que podía mover y transformar la quietud perfecta de su belleza congelada en
un beso que se devuelve.
En ese lugar también creí saber de hechizos, de mínimos gestos conjurados,
de polvitos sin color soplados en las palabras, siempre dadas como luz.
En papayas al medio,
en damajuanas de vidrio vestidas con redes de marineros perdidos,
en manojos de flores bordadas por una mano que sangraba,
en collares de piedras torcidas
y tazas calientes a la hora del té.
Pero el tiempo apareció, delatando lo que no nació, lo que se voló. El paso
del tiempo fue lo único que pudo cansar la fe de mi cuerpo.
Hay que cortar el suministro, no hay nadie bebiendo lo que se da, se están
formando charcos abajo mío y todos tienen el reflejo de la boca ausente. Los
charcos y el polvo levantado pueden convertirse en pantano. Las semillas se
pierden en pantanos. Hay que dejarse caer para evitarlo.
Mi energía se acabó. Necesito que seriamente nos enfrentemos a perdernos.
Necesito perderte pero tus palabras siempre me encuentran, tiritando en el
desierto de no saberme todavía, de no estar serena, de dudar, de creerte, de
tener fe.
Igual agradezco haberte amado desde el suelo, desde la tierra, desde la
mujer arcaica que siento cuando te hago el amor con lo entero de mi cuerpo.
Te amé con instinto, con olfato y con ese mismo olfato me doy cuenta de que
no puedo ser feliz con este momento, con tu falta de responsabilidad.
Necesito que me amen con responsabilidad. Frágil, tratar con cuidado.
Pequeñita y única como una tetera china.
Te suelto, pero nunca me voy a olvidar de tu forma en la mía, de su encastre
imperfecto, de la vida que había.
* * *
Hola Domitila, me gustan tus poemas. Hay intensidad, búsqueda y creatividad. Y también la definición de tu poética: nada nos pertenece, pero en tanto poetas, y mediado por palabras, puede pertenecernos todo!
Me gustaría que participes del proyecto que estoy armando. Después, le pido tu mail a Ale, sino escribime a selvadelaluna@yahoo.com.ar
Saludos. Selva Dipasquale
www.lainfanciadelprocedimiento.blogspot.com
la verdad cada vez me gsuta mas como escribis!!
saludos
"Lo que no sé que me pertenece que esta aca conmigo y de repente toma forma", decís.
Tus palabras me hicieron recordar cosas que están conmigo, calladas. Un hálito tuyo, encantado, sobre lugares buenos míos, y olvidados. Gracias
Se percibe que aparte de belleza, hay talento para las letras.
Saludos...
hermosísimo! sensación de soledad
Domi te vi por primera vez en la inauguración de la retrospectiva de tu papá en el CCRecoleta. Pocos días después escribí un poema pensando en ti, en esa noche, que me gustaría compartir contigo. Mi email es: terranova_ma@yahoo.com.ar
Por favor escribime para que asi pueda enviártelo. Como fuiste mi musa el poema te pertenece, es tuyo.
sibylle claude de haiti. me excellente trabajo!!!! bendiciones
Great job!!!!!! my friend and Congradulation on your book and your movie. Back in 1992 when we where in school together I did not know that you had a GIFT to write.
e-mail at clau1440@bellsouth.net
Uno beso!!! sibylle claude de la embajada de Haiti y "Lycee Franco Jean Mermoz"
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