Gustavo Caso Rosendi

mencionado por:

Norma Etcheverry.

menciona a:

Raúl Zeleniuk
Martín Raninqueo
Esteban Tómaz
María del Rosario Tabárez
Mariano Ojea
Alejandro Villanueva

Poética

Los poemas hablan por sí solos, pero si tuviera que explicar mi poesía, diría que ésta se alimenta de lo irrecuperable, de lo perdido.
El proceso creativo es como el reencuentro accidentado con una antigua novia: nos chocamos en alguna esquina y al principio nos estudiamos sin siquiera atrevernos a decir una sola palabra. Luego ella por fin me dice que estoy un poco más viejo y que nuestro amor se construyó más con tachaduras que con versos memorables. Entonces yo prendo un cigarrillo, como si encendiera al crepúsculo entre el montón de hojas secas en el cordón de la vereda, como si incendiara dos cuerpos que ya no pueden fregarse, como si con un palito frotara en la concavidad de una madera ya podrida, devuelta por un océano inconmensurable (quisiera decirle “adiós”, pero ni siquiera eso me sale).

Y uno escribe el silencio que habita entre dos palabras que se encuentran casi fortuitamente. Dos criaturas que se atraen y se repelen para conformar así un nuevo espacio, un lugar muy lejano, una falda que se va empequeñeciendo a medida que el taconear se apaga como un viejo fox-trot. Y uno parado ahí, en la esquina, a la orilla de la intemperie que no cesa, callando para poder en/callarse, para no hundirse en el naufragio de lo que no agrega nada.

Se escribe siempre despojado de uno mismo. Pero con el dolor, la perplejidad de haber sido. La escritura como sacrificio del ser para poder, paradójicamente, serse. No ser, para poder ser en el otro. La escritura como parasitosis. La escritura como proceso fantasmagórico: estar y no estar, decir sin decir, habitar una casa demolida hace ya mucho tiempo y sin embargo esperar tozudamente que alguien venga a ocuparla.

bio/biblio:

Gustavo Caso Rosendi nació en Esquel (Chubut) el 3 de agosto de 1962. Reside en la ciudad de La Plata.

Libros publicados: elegía común (La Plata, edición artesanal, 1987 )- bufón fúnebre (Buenos Aires, Ediciones Último Reino, 1995)- el viento también recuerda, antología de ex combatientes de Malvinas (La Plata, Ediciones Último Reino, 1996) - 8 Poetas Regionales, antología auspiciada por Edelap (Buenos Aires, Editorial Vinciguerra, 1997) - Poesía 36 autores, antología de poetas de la ciudad (La Plata, Ediciones de La Comuna, 1999) - Naranjos de fascinante música, antología de poesía contemporánea de amor en La Plata (La Plata, Libros de la talita dorada, 2003)..
En agosto del año 2000 graba, junto a Martín Raninqueo, el CD “Poemas”.

Faja de Honor 1985-1986 de la Sociedad de Escritores de la Provincia de Buenos Aires por su obra inédita elegía común. Resultó seleccionado por Joaquín Giannuzzi para la Bienal de Arte Joven Buenos Aires 1989. Primer Premio Concurso Edelap de Poesía 1997. Premio ACCESIT 1997 rubro literatura. Ha sido declarado Ciudadano Ilustre de la ciudad de La Plata por su participación como soldado en la guerra de Malvinas.

Libros aún inéditos: lo más lejano (Poesía, 1997) - caminata (Poesía, 2000) - etcétera (Poesía, 2001) - Soldados (Poesía, 2003-2004)

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Poemas:


farolera


como si hubiera crecido
las rondas se alejaron

está caída en el sueño
como una muñeca de trapo con la rodilla lastimada

juega que alguien le canta
tomó más pastillas que marilyn

era pequeña y feliz
ahora tiene un culo bendito y solo

(de bufón fúnebre, 1995)


Ese canto


Jamás hubiera imaginado que algo pudiera
emocionarme : tres mujeres entonaban en la borda
una canción de riscos y proas destruidas : viajes
inconclusos, muelles que esperarían para siempre,
dibujos en la arena borrados por las olas.
En sus colas de merluza la luna lustraba
un arco iris antiguo.

Pregunté por qué cantaban.
“ Somos las piernas perdidas del paisaje
abiertas para siempre : en nuestras cavernas naufraga
el que quiera eternizarse “.

No quise morderlas por temor a que la travesía
perdiera lo maravilloso :
el viento y las olas evocaban pensamientos de ahogados.


(de lo más lejano, 1997)


Valores


Una piedra cualquiera es una piedra preciosa.

Una piedra gris, una piedra negra, un guijarro
pateado en el camino, una piedra marrón
entre las piedras. O una piedra chata arrojada
en algún charco. Una piedra musgosa.
Una piedra escondida entre los yuyos.
Una conmovedora piedra.

Esto no quiere decir que la belleza sea el abandono
ni que la sensibilidad sea precisa,
pero sí que la perfección es cualquier piedra.

Un canto rodado cabe en una gomera
y lastima al pájaro, porque a nadie se le ocurriría
tirarle con un diamante. Una piedra injusta,
una piedra certera, una piedra rapaz,
una piedra fría que sobrevuela la mañana
manchada de rojo.

O tal vez una piedra que no pudo hacer impacto.
Una piedra cayendo del cielo.
Hasta que alguien la encuentra y se la mete en un bolsillo.

Una piedra que perdura en la campera.

(de caminata, 2000)