MARA PÉREZ

Mencionada por:

Giselle Pablovsky
Facundo Fontela

Menciona a:
Franco De los Santos
Griselda García
Ezequiel Zaidenwerg
Giselle Pablovsky
Pablo Seguí.

Nota bio bibliográfica:
Nací en una ciudad de la costa bonaerense de cuyo nombre no quiero acordarme el mismo día que Luisana Lopilato: 18 de mayo de 1987. Como soy asmática de nacimiento, me acostumbré a vivir recluida largas temporadas, y mi lugar preferido para encerrarme siempre fue la biblioteca. Pasaba tar-des enteras muda y abstraída en un gran sillón marrón en el que hasta el día de hoy ninguna otra persona puede sentarse, debido al proverbial mal ge-nio de mi gran danés Paul. Así que escribir no ha sido ni siquiera una voca-ción para mí, una elección de vida, sino algo que empecé a hacer natural y regularmente desde los diez años (diarios y otras niñerías).
No tengo libros publicados, aunque ahora estoy seleccionando poemas para un volumen que quizá intente publicar pronto y que quizá se titule “Solilo-quios del páramo”. Tengo un par de novelas en permanente reescritura (La edad de los suicidas; Azimut), y miles de poemas, textos breves y ensayos en el sentido más pedestre del término.
Quizá el quiebre en mi vida como escritora fue cuando empecé a publicar blogs (a mediados de 2006), porque coincidió con cierta fructificación de todo lo que había ido escribiendo durante muchos años. Así que me crié como escritora en blogs y me siento cómoda trabajando en ese género dis-cursivo: el posteo. Mis dos blogs son http://elmarablog.blogspot.com (humor y miscelánea) y http://diariodemaraperez.blogspot.com (poesía, textos líricos y notas al voleo).


Poética:
Nada hay para decir, salvo esta sed misma que me compele a hablar para mitigarla.


Poemas:

Ética
hay que raspar con la hoja del cuchillo
hasta el fondo del mar
rascar las oquedades del silencio
las parquedades de lo dicho
la penumbra desde la cual oteamos

sólo entonces podremos
comprender que no hay fondo
que todo es hueco y parco y aparente
que la luz destella sólo a veces
que hay que empezar siempre de nuevo

Ella

muerdo tu vientre
blandamente muerdo tu vientre
muerdo tus pechos atormentados
sorbo tu pulpa virginal
tu pulpa de pronto dura y húmeda
endurecida hasta el dolor
hasta el sopor altivo que se adueña de todo

dueña de vos
muerdo tus nalgas
me pedís por favor que no
que ya no
que no podés
muerdo tus nalgas y tus muslos
sorbo tu sombra atormentada
vos me llenás de vos
como un minuto te obligo a llenarme de vos

cuando el tormento acaba
subo y sorbo tus labios
muerdo tu rostro
bebo tus lágrimas
me bebo tu sudor
te huelo
no me canso de olerte
te sojuzgo aún

al final desfallezco de tanta inminencia
y abandono tus dedos a mis cabellos
a mi nuca
al relieve raquítico de mis vértebras

vos quedamente me decís "sos mala
mirá que sos mala"
con verdadera pena
exhausta
mientras juntás fuerzas para vengarte

La suicida

voy a dejar que vuelvas a la casa
voy a dejar que te pintes los labios mirándote al espejo
que te rayes los labios
que te rayes la cara con tus lágrimas

voy a dejar que mientas
que te susurres la verdad (esa mentira ad hoc)
que te consientas el vacío
que te des cuenta de hasta dónde lo sos
lo fuiste siempre

voy a dejar que te arañes la cara hasta que no te veas
hasta que en el espejo no esté la niña turbia
que enloda el mundo con palabras

te dejaré vacía
sólo silencio quedará
los ojos secos
la mirada seca
el universo seco

entonces ya estás lista:
la gillette carroñea tus venas
y un frío súbito te invade
un perentorio bienestar hacia el que te esfumás

en tu cabeza todo es humo luminoso
y se derrama el mundo allí
tal como vos te derramás desde tus venas
(ya no mirás afuera
el espejo está ciego
el velador no alumbra nada)

en esa confluencia
en ese vértigo siniestro
te encontrás
pero es tarde