Tomás Watkins

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Cristian Carrasco
Sebastián González.

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María Eugenia Cavallín

Bio/Biblio:

Tomás Watkins nació en la ciudad de Neuquén en 1978. Integra el grupo de poetas Celebriedades, con el cual ha desarrollado una vasta difusión poética en las Patagonias argentina y chilena mediante el espectáculo poético—musical que los caracteriza.
En 2004 Celebriedades emprende un proyecto editorial denominado El barco ebrio con el cual Watkins edita su primer libro, intitulado 26. En 2007 se publica la versión definitiva en la editorial El Suri Porfiado, de Buenos Aires.
Ha publicado textos en medios gráficos y en internet. Ha formado parte de proyectos culturales. Premios, becas. Etcétera.
Actualmente conduce un segmento radial de literatura, música y vinos que se puede escuchar por internet los martes de 20 a 21 en www.la105fm.com.ar

(negación) poética
al 16/10/01—y continúa


no puedo escribir como hablo
no puedo escribir tan rápido


Poemas (inéditos)


Primero

Algo,
no digo todo ni lo mejor del mundo,
lo que espera a la vuelta de occidente
con un poco bastante de lo otro,
el amor como remedio,
la carta y la siesta, algo,
dos o tres kilos
de lo que se lleva, el vértigo de eso
que tiene un no sé qué, algo
para tu dama y tu cartera,
la boca en lo que quema, algo
en la cima del socorro,
en tu gesto inolvidable

*

Luz

Un perro ladra
cuando entiende ver: nosotros perdemos
trabajo y balance. No es el sábado
ni el cementerio, esta hora blanca,
acaso efímero, lo que dura es Justicia
para decirlo bien, no hay pose
ni artimaña vana o plástica, es necesario,
el ladrido y no el perro es necesario
para imprimirle razón a esta mudanza,
no hay ilusión, pobre de aquél
que rasca donde no pica,
pobre del que espera
de la noche comprensión


*


Dientes

Al fondo del abismo, al fondo
de la nada indiferente, entremedio
de la nada y eso todo anestesia,
eso todo trampa gratis
y adolora, cuando va
de zozobra existencial
o corporal o ensimismado
como loco a lo tormenta
en negro mar,

usted clava los dientes en lo blando
del garrón primero que se atreva.

Usted muerde porque sabe que ya es tiempo
del amor, celeste amor,
hasta inmolarse

*


Manos


Una historia en salvia, rojo esplendor,

un talle brusco. La palabra

Secreto dice

todo. Me ofrecen



lo que hay mediante risas

y bailan sin compás

la tradición. Me hacen nido

entre colores de atardecer

y trinos y no hay tiempo,



es frutal el estar

a solas con tus manos