OSÍAS STUTMAN
Mencionado por:
Lucas Soares
Menciona a:
Mario Arteca
Walter Cassara
Edgardo Dobry
Daniel Freidemberg
Daniel García Helder
Carmen Iriondo
Mercedes Roffé
Lucas Soares
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Mario Arteca
Walter Cassara
Edgardo Dobry
Daniel Freidemberg
Daniel García Helder
Carmen Iriondo
Mercedes Roffé
Bio/Vita:
Nací en Buenos Aires (4 de junio de 1933) donde estudié medicina (médico en 1957). Emigré en 1966 y trabajé en Mineapolis (1966-71) y en Nueva York (1971-99). Me jubilé como profesor de la Universidad de Cornell en 1999. Trabajé en inmunología básica y publiqué 235 trabajos científicos en inglés, el último en 2000.
Vivo en Barcelona desde 1999 hasta la fecha.
En los años 60 empecé a escribir poesía en Buenos Aires y fui incluido con 22 poemas en la Antología de Poesía Nueva en la República Argentina (J.C.Martelli, editor, 1961) junto a poetas como Pizarnik y Gelman. Unos treinta años después retomé la poesía. Mi primer nuevo poema se publica en 1992 (RevistaAtlantica, Cádiz), luego Los Sonetos (de Gombrowicz) plaquette (Café Central, Barcelona 1997) y mi primer libro Los Fragmentos Personales (Olifante, Zaragoza, 1998, 146 páginas). Los Fragmentos ganó el premio Anthropos de 1995. Diario de Poesía (Buenos Aires, Nº 52, 2000) me “re-descubre” con una “antología” de 35 poemas. Publiqué otra plaquette en 2006 (Ver y Oír, Café Central). Entre 1992 y 2009 aparecen 160 poemas sueltos en revistas españolas, argentinas, norteamericanas, mexicanas y en Internet, especialmente en Barcelona Review y el blog argentino La Infancia del Procedimiento. En 2008 aparece 44 Cuartetas (Emboscall,Vic, 2008, 62 páginas) con prólogo de Carlos Edmundo de Ory y La Vida Galante y otros poemas (Huesos de Jibia, Buenos Aires, 2008, 230 páginas) presentado en Buenos Aires en mayo de 2009. Otro libro, El Mar de Bohemia espera publicación. También traduje y edité en inglés la poesía de Djuna Barnes (Poesía Reunida, Igitur, Montblanc, 2004, 208 páginas y Collected Poems, University of Wisconsin Press, 2005, 286 páginas).
Vivo en Barcelona desde 1999 hasta la fecha.
En los años 60 empecé a escribir poesía en Buenos Aires y fui incluido con 22 poemas en la Antología de Poesía Nueva en la República Argentina (J.C.Martelli, editor, 1961) junto a poetas como Pizarnik y Gelman. Unos treinta años después retomé la poesía. Mi primer nuevo poema se publica en 1992 (RevistaAtlantica, Cádiz), luego Los Sonetos (de Gombrowicz) plaquette (Café Central, Barcelona 1997) y mi primer libro Los Fragmentos Personales (Olifante, Zaragoza, 1998, 146 páginas). Los Fragmentos ganó el premio Anthropos de 1995. Diario de Poesía (Buenos Aires, Nº 52, 2000) me “re-descubre” con una “antología” de 35 poemas. Publiqué otra plaquette en 2006 (Ver y Oír, Café Central). Entre 1992 y 2009 aparecen 160 poemas sueltos en revistas españolas, argentinas, norteamericanas, mexicanas y en Internet, especialmente en Barcelona Review y el blog argentino La Infancia del Procedimiento. En 2008 aparece 44 Cuartetas (Emboscall,Vic, 2008, 62 páginas) con prólogo de Carlos Edmundo de Ory y La Vida Galante y otros poemas (Huesos de Jibia, Buenos Aires, 2008, 230 páginas) presentado en Buenos Aires en mayo de 2009. Otro libro, El Mar de Bohemia espera publicación. También traduje y edité en inglés la poesía de Djuna Barnes (Poesía Reunida, Igitur, Montblanc, 2004, 208 páginas y Collected Poems, University of Wisconsin Press, 2005, 286 páginas).
Poética:
“Poética” es “arte de componer obras de poesía” (Real Academia Española). La poesía es mejor hacerla y no explicarla tanto. Es como nadar, si piensas cada movimiento que haces te ahogas. No me gustan las poéticas porque predisponen a hacer lo que se enuncia. Yo escribo sobre lo que se me da la gana. Escribo lo mejor que puedo sobre todo lo que se me pasa por la cabeza. Mi métrica es mi respiración
Poemas:
LOS ÁNGELES
Ángeles femeninos vuelan raudos,
un espejo en la mano, algunos con cola
de sirena, otros con piernas y negros
triángulos, los cabellos al viento,
empapados de sudor, desplegados.
Los senos colgando, aéreos pechos
temblorosos, que entibian mi frente
y miro desde el suelo su alta forma.
Asombra la fuerza de su yunque
formidable volando sobre mi cabeza,
el rostro vuelto hacia esos jinetes
angélicos montados en hierro volante.
En LOS FRAGMENTOS PERSONALES, (A WROK IN PROGRESS, INOLVIDABLE), Olifante, Zaragoza, 1998, p. 39). Corregido en enero 2010.
EL ESCRITOR EN EL SIGLO XX
¿Qué soy cuando escribo (poesía)?
¿Un espejo? ¿Un soñador? ¿Gogol
en Petesburgo? ¿La amistad
desgarrada en la noche? ¿El amigo
que me doblaba la edad? Eso pregunto,
yo que tendría que saberlo ahora,
a esta edad. Tan viejo como Dante
si hubiera vivido sus dos mitades del camino.
Ser Dante o Virgilio es difícil
decisión y nadie nos permite ya
ser los dos. Y no nos creen
ni nos escuchan. “Fui Dante
y Virgilio” digo y nada pasa. Es
como el único ladrido que oí en
el desierto, de noche, hace años
en un lugar que ya no se puede visitar,
sembrado de minas explosivas.
Sonido sorprendente, inusitado. Sonido
que quita el sueño y produce ese hormigueo
que hace el escribir urgente. Pero todo esto
es irrepetible Y por lo tanto no hay nada
que comprender. Es olor de cebolla
bajo las uñas y dura días. Memoria que
es enredo conceptual molesto,
interminable y que sólo desfallece
sin mejorar ni empeorar.
Es la sofisticación literaria de pensar
como hablar, funciones tan distintas,
que es imposible saber cómo podemos
leer lo escrito y pensar en escribirlo.
Lo de “Dante y Virgilio” proviene del “Yo no soy Dante ni Virgilio eres” de Carlos Edmundo de Ory (Noches Dantescas, El Toro de Barro, Cuenca, 2000, p.21). Publicado en LA POESÍA, SEÑOR HIDALGO ( Nº 9, Barcelona, 2005, pp. 51-53). Corregido en enero 2010.
ÉCRITURE (II)
El lenguaje ya usado no puede ser
inocente. El uso previo lo engarza
en la memoria misteriosa que siempre
reaparece, nunca se pierde. Navega
en mar nuevo de significados pero esa
memoria implícita no se va, sigue
aferrada a esa y esa palabra,
vampiro que roba y ensalza
como medusa quemando la carne
en el mar. Miro esa roja mancha
en mi brazo al sol, la quemadura
y la mirada y mis recuerdos ya no son
nuevos ni inocentes. El lenguaje es niebla
decorativa que fascina al lector.
VERSO LIBRE
Escribir un verso
y encadenarlo con otro
siguiendo el pensar
como el reflejo brillante
en el ojo del venado
pastando entre terneros,
punto de plata en la cabeza
color de la avellana.
Es la mirada que da vida,
que sacude el cuerpo antes
del salto de la muerte.
El animal herido muere
respirando versos encadenados,
que su respiración dicta.
“LOS SONETOS (DE GOMBROWICZ) Plaquette Nº 98 de CAFÈ CENTRAL (Barcelona) 1997.. Incluidos en La Vida Galante (Huesos de Jibia, Buenos Aires 2008)
UNA CONJETURA
Viajo inmóvil. Soy el viajero
en su sillón, en el banco de plaza,
en el almohadón oriental o cercano. Cuando
miro y veo la encía rosa del jaguar
en la gran boca o el gris reborde elegante
del zorro de las nieves o el diente agudo
y limpio del lince oloroso. ¡Cómo cambian
los tiempos! Hay pudor y elegancia
exigiendo despedidas sin pañuelo
ni lágrimas en tiempos de zapatos
a medida. Son tiempos de bifurcación
y masculino mármol con el brazo levantado,
tiempos de mujer medio gallo y medio
gallina, amazona madre amante.
Publicado en Lateral, Nº 100, Barcelona, Diciembre 2003.
LA NUEVA VISIÓN
Treinta años sin escribir
me dictan palabras de recién nacido
y “grande es la culpa del recién
nacido” cuando se sueña
con flores frescas, frías, atónitas
que envuelven la frente que
separa el agua fresca. Ahora
son tiempos en que separar
el agua es maravilla y asombro,
parece imposibilidad, impedimento,
pero es el verdadero secreto
de la cabeza sumergida,
respirando agua.
La cita en el 3º y 4º verso proviene del “Gross ist die Schuld des Geborenon” del poema “Anif” de Georg Trakl. Publicado en Lateral, Nº 96, Barcelona, Diciembre 2002.
LA INTRANQUILIDAD
El aire huele raro y hay ahora presagio
de invasiones. El jardín cambia
de forma, su puerta se achica. Ahora
veo otra vez a Durero en Florencia
con un cardo entre los dedos
y ya no me tranquiliza su mirada
y el cardo morado, violeta, es salón
irrespirable donde el poema no se dice.
Este texto me traiciona, huye hoy
de mi amor y se retira. Alejado, retorna
ejemplar sin cercanía. Crea el desorden,
las mas calientes discordancias ante mis ojos,
en la casa familiar o fuera, cerca y lejos.
Sirviendo a todos los dioses y a sus siervos.
*
MIRANDO UN RIO (HOMENAJE A J.L.ORTIZ)
Un sentimiento, pues, soñado por el no, el no, sin límites?
O un crecimiento, allá, en un modo de existencia y no de vida? (Juan L. Ortiz)
O un crecimiento, allá, en un modo de existencia y no de vida? (Juan L. Ortiz)
I
Me olvido de mis preguntas
mirando un río ancho
y luego olvido el recuerdo.
Crece el sentimiento con vida.
II
La ligereza del pensar
en el propio idioma
es lo opuesto al peso
del mundo que veo.
III
En la poesía poética
el agua es aceite,
el mar es su orilla
y la nube un humo inmóvil.
Pero el agua es tierra
y el mar es su ausencia
y el aceite humo de nube
en la escritura libre.
IV
La claridad o la oscuridad
no me interesan. Significan
poco o nada y el lenguaje
vacuo sigue como agua de ducha.
V
Cuando abra los ojos habrá una imagen
pero ya no seré yo, porque yo seré
la imagen del no, seré la imagen del río
hecho de visión ajena, reflejado en el agua,
soñado por la pasión sin límite, o por
el no, ese no regalado, ese no que es
palabra y su ausencia y que, por fin,
me envuelve como el aire que respiro.
El epígrafe proviene del “Oh, allá mirarías…” del libro “La orilla que se abisma” (Juan L. Ortíz, Obra Completa, Centro de Publicaciones de la Universidad del Litoral, Santa Fe, Argentina, 1996, p.859).
*
EL CASTIGO
La poesía es mi castigo,
es personaje diario
de espuela y fusta leve.
Hoy y ayer su recuerdo
no me dejó respirar. Toco
sin retener en la mano
y las cosas se rompen
al contacto. Hoy me rodea
un mundo agitado, mundo
enemigo que se aleja
cada vez más de mi casa.
Miro perplejo ese cambio
y los agudos sonidos que produce
en el habla común.
“La Intranquilidad” y “El Castigo” en el libro inédito “El Mar de Bohemia”.
44
Digo “tres” o “siete” y eso sí
se entiende. Tendría que haber
escrito todos los poemas así. Tan
simples. Pero ya no es posible.
En “44 CUARTETAS” (Emboscall, Vic, 2008, p.56)
© Osías Stutman
* * *
Querido Osías: estos poemas (algunos ya los conocía) me encantaron. Para muchos serás un grato descubrimiento; para otros, la inefable pregunta de hasta dónde puede llegar tu literatura? Ese verdad, amigo, aquello de "miro perplejo ese cambio / y los agudos sonidos que produce /
en el habla común." En esa densidad del cambio de lengua está parte de tu propuesta. Un abrazo. Mario.
Bellísimos poemas que se mantienen largo rato en la memoria.
Nuevamente gracias Osías por participar en este blog
Un gran abrazo
Alejandro
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