Daniela Pasik
Mencionada por:
Horacio Fiebelkorn
Menciona a:
Horacio Fiebelkorn
Irene Gruss
Alejandro López
Mercedes Halfon
Sebastián Morfes
Poética:
La Revolución química que deja la alquimia atrás y los átomos que hacen mierda los bytes.
Nota bio/bibliográfica:
Soy porteña y trabajo como periodista. Desde 2003 escribo al rándom en www.nadapersonal.blogspot.com. Mi primer libro no tiene género exacto y se llama Historia de una chica que se enamoró de un pez, de Editorial Funesiana (2009). En 2010 Sudamericana me publicó Hacerse (crónica, investigación) y formé parte del lanzamiento de Ediciones Tiramisú con átomos (poesía). Pronto me sumo a la Colección Temporal con una novela breve, Inicio.
Poemas:
La rotación
Una vuelta completa dura veintitrés horas
-cincuenta y seis minutos-cuatro segundos-
si las estrellas son la referencia. Pero el giro
es redondo si se mide desde el sol son
veinticuatro horas que es un día sin
la diferencia inexacta de
tres minutos-cincuenta y seis segundos- que nos lleva
avanzar en nuestra órbita.
Lo importante es mantenerse en movimiento
de rotación
de traslación
de precesión
de nutación.
No se puede estar en reposo, los cuerpos
celestes se sabe que nunca están quietos.
La rotación de la tierra es un proceso natural.
Las personas. Tantas vueltas nos podrían marear.
--
T-800: cyborg
Acá al lado hubo un terremoto de ocho
coma ocho grados en la escala de Richter
mientras yo dormía. Yo dormía con la tele
prendida y soñaba intrascendencias importantes
como algo muy de amor con alguien en particular
y no sé bien qué pasaba pero era bastante hermoso
y la tierra acá al lado se movía; se sacudía
a todos de encima mientras yo hacía cosas
que implican amor
y aunque no sé bien qué eran
nos sacudían.
Estamos ahora somos ese futuro
del mundo en ruinas con llantas quemadas
en calles vacías. A veces es difícil dormir
aunque sea de noche todo el tiempo.
A veces es difícil dormir. A veces es difícil.
Dormir de noche todo el tiempo.
Estamos en el futuro ese, el que se imaginó
James Cameron calculo que en 1983
cuando hizo Terminator,
la uno.
El terremoto destruyó medio millón de viviendas
y después hubo un tsunami. Veo las ruinas por la tele
y también leo el nombre del océano.
Los desastres naturales
son de suceder mientras duermo.
Me voy a la cama
y todavía hay réplicas.
--
El benceno es un líquido incoloro de aroma dulce
y sabor ligeramente amargo. El sabor del benceno
es similar al de la hiel. Igual que la excitación por una fiesta,
el benceno se evapora en el tiempo que dura una canción pop.
O dos.
En el estado federado de Hesse, Alemania,
un lugar solía llamarse Darmundestat. Ahora no.
Cuando los chicos y chicas de Darmstadt van a bailar
son capaces de ver -sin gasolina para beber-
las imágenes especulares que forman
las moléculas de hidrocarburos.
(Bajo la bola de espejos, allá,
August le dice a Stéphanie:
“¿Sabías que el benceno
es sumamente inflamable
y está presente en el humo
del cigarrillo que fumás?”)
El benceno era difícil de determinar
pero Kekulé soñó su estructura cíclica.
Yo, acá, con este insomnio,
sólo puedo pensar en el número atómico 110
de la tabla periódica de elementos
que dejé olvidada una vez
en el laboratorio de química del colegio en el que
hicimos con mi curso un poco de nylon y también
olor artificial a banana.
(Despreocupada, Stéphanie, allá,
le comenta a August:
“Me resulta realmente asombrosa
la maravillosa capacidad
que tienen los átomos de carbono
para enlazarse tan fácil entre sí”)
Ahora me gustaría encontrar mi tabla periódica y también
quisiera bailar con vos y los bencenos en una rave
eurotrash en los Balcanes. Los átomos ya están danzando
se enroscan como si fueran serpientes y de pronto
una agarra su propia cola, se retuerce burlonamente ante tus ojos.
Herido como por un rayo, te despertás.
Y descubrís la estructura.
--
(los últimos dos son de átomos, Ediciones Tiramisú)
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