Estela Figueroa
Mencionada por:
Osvaldo Aguirre
Carlos Battilana
Roberto Aguirre Molina
Menciona a:
KIWI, por su alejamiento de lo mundano
JORGE FREIDENBERG, por su generosidad en divulgar a otros poetas
IRENE GRUS, camarada
HUGO PADELETTI, una flor de jazmín flotando en una taza de té
Nacida en 1946 en Santa Fe, ciudad donde reside, Estela Figueroa ha publicado los libros de poemas “Máscaras sueltas” (1986, traducido al italiano) y “A capella” (1991). “La forastera” fue editado en la ciudad de Córdoba, con el sello de Ediciones Recovecos y el apoyo de la Secretaría de Cultura de la provincia de Santa Fe. Figueroa trabajó en talleres literarios con menores alojados en la cárcel de Las Flores —experiencia que volcó en la revista “Sin alas”— y publicó también “El libro rojo de Tito”, sobre un personaje popular de Santa Fe, y “Un libro sobre Bioy Casares”, donde compiló una serie de estudios. Actualmente dirige la revista La Ventana, que publica la Dirección de Cultura de la Universidad Nacional del Litoral
UN MUERTO NO ES UN MUERTO ES LA MUERTE
Es una visita que ya no vendrá
como no sea en sueños.
Es una casa a la que nunca más iremos
como no sea con la imaginación.
De aquel domingo del invierno pasado
en que tres amigos comimos torta "con saber a infancia"
-como dijimos-
y tomamos té con canela
soy la única sobreviviente.
Hace unos días
después de la lluvia
-pensando en estas cosas-
planté un gajo de enredadera
que había echado raíces
dentro de una botella.
parece que prendió.
Quisiera que
-trepando por la pared-
cubriera el patio
donde da tanto sol.
Es probable que así sea.
Pero hoy me pregunto
si llegaré a verlo.
Es una visita que ya no vendrá
como no sea en sueños.
Es una casa a la que nunca más iremos
como no sea con la imaginación.
De aquel domingo del invierno pasado
en que tres amigos comimos torta "con saber a infancia"
-como dijimos-
y tomamos té con canela
soy la única sobreviviente.
Hace unos días
después de la lluvia
-pensando en estas cosas-
planté un gajo de enredadera
que había echado raíces
dentro de una botella.
parece que prendió.
Quisiera que
-trepando por la pared-
cubriera el patio
donde da tanto sol.
Es probable que así sea.
Pero hoy me pregunto
si llegaré a verlo.
LA FORASTERA
Durante muchas noches de insomnio
he vagado
aterida
por la Ciudad del Pasado.
No llevaba planos
no llevaba guía
no llevaba lámpara.
Como sonámbula
esquivaba los peligros.
Como a forastera
ellos me asaltaban.
Bellos rostros que se abrían como flores
cuerpos del amor…
No pude encontrar mi casa.
Esa Ciudad por la que vagué
fue moldeada
con grandes emociones
con grandes deseos.
Así también
de grande
es su cementerio.
Durante muchas noches de insomnio
he vagado
aterida
por la Ciudad del Pasado.
No llevaba planos
no llevaba guía
no llevaba lámpara.
Como sonámbula
esquivaba los peligros.
Como a forastera
ellos me asaltaban.
Bellos rostros que se abrían como flores
cuerpos del amor…
No pude encontrar mi casa.
Esa Ciudad por la que vagué
fue moldeada
con grandes emociones
con grandes deseos.
Así también
de grande
es su cementerio.
BUSCANDO EL POEMA
Atropellada como un perro.
Selectiva como un gato.
Lo busco.
Fiel como tallada en piedra.
Blanda como la espuma.
Inocente como un fantasma
que vaga por la ciudad.
Lo busco.
Lejos parece que algo brilla:
¿será el poema?
Sobre una cinta de fuego
camino a su encuentro.
Atropellada.
Selectiva
Blanda.
Inocente.
Despiadada.
Atropellada como un perro.
Selectiva como un gato.
Lo busco.
Fiel como tallada en piedra.
Blanda como la espuma.
Inocente como un fantasma
que vaga por la ciudad.
Lo busco.
Lejos parece que algo brilla:
¿será el poema?
Sobre una cinta de fuego
camino a su encuentro.
Atropellada.
Selectiva
Blanda.
Inocente.
Despiadada.
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