Carina Sedevich
Mencionada por:
Germán Arens
Menciona a:
Iván Wielikosielek
Marcelo Dughetti
Laura García del Castaño
Noelia Palma
Iván Ferreyra
Bio:
Carina Sedevich nació en 1972 en la ciudad Santa Fe y reside en Villa
María, Córdoba. Ha publicado en 1998 la plaqueta “Una nube decapitada
y grave” (Editorial Radamanto, Villa María) y el libro “La violencia
de los nombres” (Ediciones Fe de Ratas, Santa Fe). En 2000 publicó los
libros “Nosotros No” y “Cosas dentro de otra cosa” (Ediciones Lítote,
Santa Fe), y en 2012 el libro "Como segando un cariño oscuro" (Llanto
de Mudo Ediciones, Córdoba). Parte de su obra ha sido incluida en
diversas antologías y blogs de poesía. Actualmente se desempeña como
docente universitaria, entre otros trabajos.
Poemas:
2
He decidido mirar por la ventana.
Todo cae mientras yo miro por la ventana.
Mientras me caliento el pecho con el sol.
Miro las telarañas entre las rejas
finas, tornasoladas.
Miro las volutas de hierro, sencillas
las que eligió Rodolfo.
He decidido mirar por la ventana
de esta casa enorme.
Acá iba a crecer un hijo nuestro.
Las piñas se amontonan en los árboles.
Acá íbamos a tener una pileta.
Y el color de las paredes iba a ser arena.
He decidido mirar por la ventana.
Inmóvil en la silla, como en un hospicio.
Ver los rosales plantados y olvidados
que crecieron sin darnos una flor.
Los yuyos del invierno, las agujas
que caen de los pinos, las gramillas.
El gris de los ladrillos que costaron tanto.
He decidido mirar por la ventana.
Repasar en silencio la alegría perdida
con esta ropa vieja de todos los inviernos.
4
Esa mañana escuchaba el quejido
de la puerta del mueble en la cocina.
La puerta donde está el tacho de basura.
Esa mañana hacía frío todavía.
En mi útero había sangre todavía
mientras oía, inmóvil en la cama,
el ruido de la puerta en la cocina.
Pude cerrar los ojos y no ver como te ibas
pero no pude dejar de oír aquella puerta.
Algo viniste a decirme, que te perdonara.
Dentro mío la sangre coagulaba
los óvulos, todos, se morían.
Ahora en la cocina, cada mañana,
cuando desgrano una fruta
para mi cuerpo sin nido
me doblo como un gato al que alcanzó
una flecha
para dejar caer mi resto en la basura.
Una cáscara, un corazón, una semilla.
Con ellos va el perdón que puedo darte.
14
Suena una alarma.
El calor, la ausencia, una rama de sauce:
¿qué hace que la alarma suene?
El perro del vecino llora.
Es la mañana de una nochebuena.
Un día giratorio,
más que otros.
Cegador como una vuelta al mundo.
Si fueras a perdonarme
escribiría una carta, hijo
de despedida.
Te diría que no encuentro la belleza
más.
Que me sequé.
Quisiera
rodearte de piel embarazada
para siempre.
Que te quedes así, en la tibieza.
Que tu vuelo
sea el vuelo del que nunca va a perder.
Hijo, si pudiera,
te dejaría el álbum grande de la vida
completo, con todas las figuritas,
sobre todo las difíciles.
Hijo, si pudiera,
repartiría mi cuerpo por tajadas
lo dejaría guardado en la heladera.
Hijo, si pudiera,
dejaría la palabra exacta
blanda y blanca como un cirio
cada noche en tu mesita.
Suena una alarma.
Pero no pasa nada.
Porque estas cosas no se anuncian.
* * *
No hay fisuras en estos poemas. Te duelen y te abarcan de forma pareja. Todos. Igual que el libro. Un abrazo Carina y felicitaciones...
Tremenda poeta la compañera .Hermoso libro
a mí me gusta cada día más como escribe esta mujer
saludos, ante estas expresiones, como las que acabo de leer, si hubiera tiempo y ganas -de mi parte ganas hay- podríamos ponernos a reflexionar sobre que es poesía, salvo por la anáfora y "ropa vieja de todos los inviernos" que me suena como metáfora de la rutina, la soledad, el tedio o las ganas de llorar, aparentemente lo suyo sería prosa encolumnada y si fuera presentada como prosa podría decirse que es una prosa poética, por ejemplo esto:
Se acostó en el otro catre
con las mantas limpias y echó una última
ojeada a aquel pequeño paraíso
que palpitaba
en la luz naranja de la estufa
y después
se quedó dormido.
¿puede decirse que es poesía? sin dudas transmite el sentimiento que comúnmente vinculamos con la poesía, pero se trata de una oración de La Carretera de Maccarthy Cormac, habría que ver es como si pusieran a una yegua de carrera a cuidar la casa y al pecesito en la jaula del canario, en definitiva: me sería muy interesante ver eso en un relato, un sano consejo huya de Argentina lo antes posible.
ya que me bloqueó de facebook, le dejo mi comentario x acá, pero realmente que pena, eso q decía el gordo Schilling al final vuelve a ser nomás que la habilidad de su lengua para amoldarse a la horma del zapato q tiene enfrente, xq si usted me manda una solicitud de amistad, yo no la ofendo ni la agravio ni soy grosero en ningún momento, anoche comenté una nota que usted subió, y ahora me bloquea es xq su mundo es una paparruchada.
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